Salud

Esperanza para la disección espontánea de la arteria coronaria

 La investigación sobre la disección espontánea de la arteria coronaria se ha disparado en la última década, dice la Dra. Sharonne N. Hayes, cardióloga en Mayo Clinic y experta destacada de esta afección cardíaca poco frecuente. 

Aunque ha habido muchos avances en la comprensión de la disección espontánea de la arteria coronaria, la Dra. Hayes afirma que todavía hay mucho por aprender, incluso por qué un 90 por ciento de este tipo de casos de ataques cardíacos sucede en pacientes con ataques cardíacos no estereotipados, como en mujeres jóvenes.

La disección espontánea de la arteria coronaria es un tipo de ataque cardíaco. Sucede cuando se forma un desgarro en un vaso sanguíneo del corazón. Puede hacer más lento el flujo de sangre o bloquearlo, lo que provoca el ataque cardíaco.

“Esto sucede en un 90 por ciento en mujeres, que, generalmente, no tienen muchos factores típicos de riesgo cardíaco”, dice la Dr. Hayes.

Pueden ser atletas, madres jóvenes o adolescentes. Ese es el desafío.

“Es un ataque cardíaco, en un paciente que no luce como si pudiera padecer un ataque cardíaco”, afirma.

Estos son algunos posibles síntomas de la disección espontánea de la arteria coronaria:

  • Dolor de pecho
  • Un latido cardíaco rápido o sensación de aleteo en el pecho
  • Dolor en los brazos, los hombros, la espalda o la mandíbula
  • Falta de aire
  • Sudoración
  • Cansancio inusual y extremo
  • Náuseas
  • Mareos

La mayoría de las personas que presentan una disección espontánea de la arteria coronaria suele tener otras anomalías en otras arterias del cuerpo.

“Podría haber factores genéticos; sabemos que no hay un gen específico para la disección espontánea de la arteria coronaria”, dice la Dr. Hayes.

Ella les dice a los pacientes que tengan esperanza. 

“Hay vida y esperanza después de una disección espontánea de la arteria coronaria porque la investigación está realmente aumentando. Y sabemos mucho más de lo que sabíamos incluso hace una década”, afirma la Dr. Hayes.

Fuente: Mayo Clinic

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