Sociedad

Enfermería, la profesión que en situaciones de extrema vulnerabilidad “no te pone límites”

La enfermería es una profesión “que no te pone límites” aseguraron enfermeras que trabajan en contextos vulnerables, en medio de sequías intensas o inundaciones, en países en conflictos armados o con un graves problemas sociales y que desarrollaron su vocación a través de experiencias comunitarias, al cumplirse este jueves el Día Internacional de la Enfermería.

“La enfermería no te pone límites a lo sumo te los pones vos”, dijo Silvana Canchi Subelza, profesional de la Cruz Roja salteña desde el 2016, quien asistió a comunidades originarias y en extrema vulnerabilidad en situaciones límites como el alud que hubo en Jujuy en el 2013, en las inundaciones en Santa Victoria Este o en la sequía que sufrió la región en el 2020.

A lo largo de las experiencias vividas y al hacer una reseña de su profesión, destaca a la enfermería como “el medio justo para devolver el apoyo y la ayuda de las personas en el transcurso de la vida”.

“Aprendí de la enfermería que nosotros podemos estar en momentos felices y no tan felices, e intervenir en momentos de alegría o de vulnerabilidad”, sostuvo Canchi Subelza, quien decidió ser voluntaria de la Filial Salta de la Cruz Roja mientras estaba en su último año del colegio secundario, cuando aún buscaba su vocación.

Destacó que, dentro de sus años de voluntariado, que comenzó en 2013, sucedieron “varios hechos que nos marcaron” como agentes de la salud, entre ellos el alud en Jujuy, donde “pudimos trabajar con las emergencias y la gestión de riesgo y desastre”.

En tanto, en 2018 “surgió una emergencia climática en Santa Victoria Este, del norte de Salta, donde se registraron inundaciones”, que “nos permitieron el primer contacto con las comunidades originarias de la zona”.

Allí, “desde el primer momento se asistió, se colaboró, se hizo diagnóstico de situación y se trabajó con las comunidades”, señaló, al tiempo que detalló que, “pasada esa emergencia, en 2020, se detectó otra, por una intensa sequía en la zona”.

“En ese momento -dijo- comenzaron a surgir casos de niños que fallecían por desnutrición, lo que activó una alarma y se declaró la emergencia sociosanitaria en toda esa región”, por lo que la Cruz Roja asistió y le dio la posibilidad de ir al lugar en el primer viaje, para hacer el diagnóstico de situación y conocer las comunidades originarias”.

Del trabajo de campo desarrollado surgió que “lo vital que a los habitantes del lugar les faltaba era el acceso el agua segura, porque no tenían una red de agua potable” y detalló. “Para mí fue como un choque de culturas”.

Silvana Canchi Subelza Foto Luis Cornu
Silvana Canchi Subelza. Foto: Luis Cornu.

“Nunca había estado en una comunidad originaria y teníamos que trabajar con una realidad absolutamente distinta a la que conocíamos, con la barrera del idioma y de la organización social, de la idiosincrasia y sus autoridades, que en general eran hombres, que se dirigían directamente a los hombres”, recordó.

En este sentido, contó las dificultades en la adaptación, siempre respetando la cultura de las comunidades originarias y, a la vez, “tratar de hacerles entender que nosotras también estábamos trabajando en beneficio de su comunidad”.

Indicó que se dio cuenta que con la enfermería “no solamente se puede estar en un hospital o con el paciente”, sino que se puede “trabajar con las comunidades haciendo controles e inmunizaciones, dictando charlas y talleres, siempre en beneficio de la gente, y hacer docencia”.

“Tengo mucho para seguir creciendo” en esta profesión “de mucho humanismo y sensibilidad”, expresó Silvana, quien aseguró que son muchos enfermeros que “brindan la atención que les gustaría recibir en caso de necesitarla” y acotó que siempre relaciona a sus pacientes “con algún familiar o pariente”.

Por su parte, Sofía Piñeiro es enfermera de Médicos Sin Fronteras, una organización que trabaja en contextos de conflictos armados o donde se vive un conflicto social muy agudo que hace que muchas veces los insumos sean escasos, lo que requiere de la mayor inventiva y el temple necesarios para asistir a los pacientes en momentos difíciles.

“La experiencia en Médicos sin Fronteras definitivamente marcó mi vida, hay muchos momentos en lo que me he sentido dentro de una película y pensar que esa es la realidad de muchísima gente, es un golpe muy grande; me ha hecho muy agradecida de mi realidad”, expresó a Télam Sofía.

Aseguró que aunque a veces en zonas de crisis humanitarias los elementos necesarios para la atención de todas enfermedades no están o cuesta conseguirlos, hay que “ser creativa y tener vocación” para lograr sacar adelante cualquier situación compleja “de la mejor manera posible”.

“En el primer año de la carrera me di cuenta de lo enamorada que estaba de la enfermería”, aseguró a Télam Sofia, quien destacó que “fue un desafío inmenso” trabajar en Médicos sin Fronteras .

“Son miles las experiencias y anécdotas que puedo contar”, señala Sofía y recuerda especialmente una, en su primera misión donde tras curarle la pierna a un hombre durante varias semanas, recibió una bolsa de manzanas “como muestra de agradecimiento”.

“Me trajo ese regalo para agradecerme no solo que lo curara sino que lo tratara con respeto y para mi fue uno de los gestos mas grandes que me han dado en mi vida”, recordó.

“Todos los días hay que aprender a manejar la frustración para seguir dando lo mejor a pesar de que no siempre sea bueno el resultado”, agregó Piñeiro de 30 años y enfermera desde el año 2014.

El Día de la Enfermería se celebra por el aniversario del nacimiento de Florence Nightingale, considerada la madre de la enfermería moderna y quien dedicó su vida a asistir a los enfermos, creando algunas de las prácticas y técnicas que se utilizan en la actualidad y que permitieron el avance de esta disciplina.

La celebración es impulsada por el Consejo Internacional de Enfermería y en ella se busca recordar el aporte de los enfermeros y enfermeras a la sociedad.

“No me voy a cansar nunca de esta profesión, porque te permite, buscando, hacer muchas cosas y trabajar con niños, con adultos, con mujeres embarazadas”, dijo a modo de conclusión Canchi Subelza.

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