Enfermedad inflamatoria intestinal y síndrome de colon irritable. ¿Son lo mismo?
Recibir un diagnóstico médico puede ser difícil, porque el paciente escucha solo partes de la conversación mientras empieza a pensar en el tratamiento que será necesario y cómo este afectará su vida diaria. Esto puede ser aún más complejo en el caso de enfermedades que tienen nombres muy similares, como es el caso de la enfermedad inflamatoria intestinal y el síndrome de colon irritable. La Dra.Daisy Batista, gastroenteróloga del Sistema de Salud de Mayo Clinic en La Crosse, explica la diferencia entre estas dos enfermedades.
La enfermedad inflamatoria intestinal se compone de un grupo de enfermedades autoinmunes que incluyen a la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Según explica la Dra. Batista, en este grupo de enfermedades, el sistema inmunitario ataca al intestino y causa inflamación.
«La enfermedad inflamatoria intestinal puede desencadenarse debido a la combinación de una predisposición genética con una enfermedad o con la exposición a algo en el ambiente que provoca el ataque del sistema inmunitario al intestino, con la consiguiente inflamación», dice la Dra. Batista. El diagnóstico en adultos se presenta especialmente en dos períodos: entre los 20 y 30 años, y entre los 50 y 60 años.
Los síntomas frecuentes en la enfermedad inflamatoria intestinal son:
- Diarrea
- Sangrado rectal
- Distensión estomacal
- Estreñimiento ocasional
- Gases
- Urgencia para defecar
- Dolor y cólicos abdominales
Los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal pueden presentarse con regularidad y afectar significativamente la calidad de vida, añade la Dra. Batista. Generalmente, el tratamiento involucra el uso de medicamentos inmunosupresores para evitar que el sistema inmunitario ataque al intestino. Los cambios en la alimentación pueden disminuir la inflamación.
La Dra. Batista dice que las personas que presentan síntomas deben hablar con su médico y que no hay por qué avergonzarse.
El síndrome de colon irritable es un trastorno intestinal en el que los órganos digestivos tienen una apariencia normal, pero no funcionan como deberían. Para la mayoría de las personas, el síndrome de colon irritable es una enfermedad crónica en la que los síntomas fluctúan entre leves y severos, e inclusive desaparecen algunas veces, explica la Dra. Batista.
Si bien el síndrome de colon irritable puede afectar a casi cualquier persona, existen algunos factores de riesgo. La Dra. Batista indica que las mujeres jóvenes con antecedentes familiares de la enfermedad o con antecedentes de ansiedad o depresión corren un riesgo más alto.
Si bien el síndrome de colon irritable es incurable, no daña los intestinos de manera permanente, apostilla.
«El síndrome de colon irritable puede afectar la calidad de vida, por lo cual es importante saber cuáles son los síntomas y lo que se puede hacer para controlarlos», comenta la Dra. Batista.
El conocimiento que se tiene actualmente del síndrome de colon irritable sugiere que la causa de los síntomas es una hipersensibilidad en el intestino, que afecta cómo el cuerpo percibe los estímulos relacionados con la función intestinal. El tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas de manera que las personas que sufren de esta enfermedad puedan vivir de la manera más normal posible, señala la Dra. Batista.
En la mayoría de los casos, los síntomas leves del síndrome de colon irritable pueden controlarse al aprender a manejar el estrés y hacer cambios saludables en la alimentación y en el estilo de vida, lo que incluye hacer ejercicio con regularidad, tomar mucha cantidad de líquido y dormir lo suficiente. El equipo de atención médica puede prescribir otros cambios específicos en la alimentación, medicamentos y tratamientos suplementarios.
«Si bien vivir con el síndrome de colon irritable puede presentar retos diariamente, el equipo de atención médica está disponible para ayudarle; ellos pueden guiarle a través de una evaluación adecuada de sus síntomas y ofrecerle tratamientos que ayuden a optimizar su calidad de vida», indica la Dra. Batista.
Fuente: Mayo Clinic