El Salvador: Bukele fue reelecto con el 85% y gobernará sin oposición
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, arrasó en los comicios de este domingo apoyado en su polémica política de exterminio de las pandillas, con lo que se encamina a un nuevo período de gestión en el que tendrá nula oposición parlamentaria pero nuevos desafíos, como el de mejorar la situación económica de la población, según prevén analistas locales.
“El pueblo habló fuerte y claro y dijo: queremos continuar el camino que llevamos”, dijo el presidente en un discurso pronunciado desde el Palacio Nacional al declararse ganador de una elección en la que, a pesar de la contundencia del resultado, más del 85% de los votos, no faltaron polémicas por el desarrollo del comicio.
“La oposición toda junta quedó pulverizada”, agregó el mandatario, según citan la agencia AFP y el diario local La Prensa Gráfica, entre otros.
“El Salvador ha roto todos los récords de todas las democracias del mundo”, celebró el mandatario desde el balcón de la sede gubernamental, en el casco histórico de San Salvador, al saludar a una multitud que lo ovacionaba en la plaza central.
“No sólo hemos ganado la presidencia con más del 85% de los votos, sino que hemos ganado la Asamblea Legislativa con 58 de 60 diputados, como mínimo”, afirmó, provocando un estallido de fuegos artificiales.
Bukele, expublicista de 42 años de ascendencia palestina, elogió su “guerra” antipandillas que convirtió al “país más peligroso del mundo” en el “más seguro del hemisferio occidental”, con 2,4 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2023.
“El Salvador estaba con metástasis, pero hicimos cirugía, estamos en radioterapia, y vamos a salir sanos ya sin el cáncer de las pandillas”, había dicho más temprano en una rueda de prensa.
Los salvadoreños queremos ser sus amigos, sus aliados, sus socios… lo que no vamos a ser: sus lacayos. #Operación2024 #NayibPresidente #5Más pic.twitter.com/hkIjJmgdNz
— Nuevas Ideas (@nuevasideas) February 5, 2024
El régimen de excepción
El mandatario, quien fue ya felicitado por los gobiernos de China, Guatemala, Honduras y Panamá, defendió el régimen de excepción que impuso en marzo de 2022 y que suma casi 76.000 detenidos
“Dicen que los salvadoreños no quieren el régimen de excepción, que viven con miedo (…) El pueblo salvadoreño habló fuerte y claro y de la manera más contundente”, manifestó.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch denuncian arrestos arbitrarios, torturas y muertes en prisión. Unas 7.000 personas inocentes fueron liberadas, pero muchos siguen encarcelados.
Miles de simpatizantes gritaron, bailaron e hicieron sonar sus rudimentarios instrumentos musicales para celebrar el triunfo del mandatario frente al Palacio Nacional, flanqueado por la catedral y una moderna biblioteca construida con donación de China.
Ninguno de los cinco candidatos de la oposición, incluidos el del izquierdista Frente Farabundo Martí (FMLN), Manuel Flores, y de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Joel Sánchez, logró más del 7%.
“Sería la primera vez que existe un sistema de partido único en una democracia”, aseguró Bukele, quien controla, además del Parlamento, la justicia y el resto del aparato estatal.
El mandatario, un milenial asiduo a las redes sociales, de barba bien cuidada y pelo engominado, llegó al poder en 2019 con 53% de los votos y promesas de “cambio” a una población harta del bipartidismo Arena-FMLN, que no resolvió los problemas de inseguridad y pobreza.
Un 29% de los 6,5 millones de salvadoreños que viven en el país son pobres, según la Cepal, y muchos siguen emigrando a Estados Unidos en busca de trabajo. Unos 3 millones viven en el exterior y envían vitales remesas por 8.000 millones de dólares anuales.
Con entre cinco y siete millones de seguidores en las redes X, Tiktok, Instagram y Facebook, Bukele, padre de dos niñas, promociona también megaproyectos y el turismo en “el país más seguro de América Latina”.
Pero si bien las medidas de seguridad han sido el principal sostén de la gestión de Bukele y la principal razón de su reelección, la economía de El Salvador es un problema aún sin solución y que, estiman los analistas, comenzará a tener peso.
Durante la campaña Bukele prometió un “período de prosperidad”, y explicó que solucionado el tema de la seguridad habrá más alicientes para la radicación de capitales, pero de momento hay analistas que ven un panorama más complejo.
“Su segundo gobierno será problemático porque no se cumplirán las expectativas de la gente ni en lo económico ni en lo social. Las tendencias (económicas) no son buenas para él”, dijo a la AFP el economista independiente salvadoreño César Villalona.