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El rival de Newells es Newells: La lepra es un equipo perdido en el laberinto de Heinze

Newells tenia una parada compleja en el torneo en Lanús, aunque los resultados de los últimos tiempos fueron amigables para la lepra contra el Granate. El equipo de Heinze llegaba al encuentro con muchas variantes con una línea de 5 defensores y con un tridente en el medio con Sforza, Portillo y Montenegro y dejo a Reasco y Pérez Tica como referencias ofensivas.

El encuentro comenzó con Newells tratando de imponer las condiciones mediante una presión alta que obligó al rival a cometer errores en la salida, ese mejor andar de la lepra duro poco, porque cuando Lanús ajusto la precisión en los pases de sus jugadores el encuentro viró el dominio.

A los 14´ el Granate abrió el marcador en una pelota detenida que cayó sobre el área de Hoyos que cabeceo Lema para que Boggio metiera un centro rasante que se llevó por delante Leandro Diaz para marcar el primer gol del partido. El 1 a 0 volvió a desnudar las falencias defensivas que padece desde el arranque del torneo Newells.  

Después del gol local, la lepra se desdibujó y empezó a pagar caro tantos cambios de nombres entre encuentros, la confianza se genera dándole continuidad a los jugadores y Heinze nunca desde su llegada le dio importancia a ese concepto futbolero. Lanús haciendo poco le provoco varios dolores de cabeza a la lepra de no ser por alguna providencial respuesta de Hoyos o por algunas defecciones en la definición de los jugadores locales el resultado hubiera sido más amplio para el local.

Después de un remate de Lema que se estrelló en el horizontal , lo mejor que le pudo pasar a Newells es que el primer tiempo llegara a su fin. Una paupérrima presentación de la lepra al cabo de un primer tiempo para el olvido y el rival le hizo precio porque el 1 a 0 se quedó corto según lo hecho por ambos equipos en el cotejo.

El complemento comenzó con Lanús disponiendo de una oportunidad clara para marcar de no ser que el remate de Boggio fue desviado al córner con esfuerzo por el arquero Hoyos. A Newells le duraba muy poco la tenencia de la pelota por esa falta de convicción que invade a sus jugadores. La lepra empezó a tener la pelota, pero de manera intrascendente y el equipo era una muestra gratis de una apatía que exasperaba.

Heinze metió tres cambios juntos tratando de buscar una reacción con los ingresos de Sotelo, Balzi y Sordo, aunque los cambios desacomodaron aun más el futbol del rojinegro, que fue al frente solo por las incursiones individuales de Ramiro Sordo sin tener demasiado correlato en el juego asociado de sus compañeros.

Las ganas por las variantes le duraron a Newells un puñado de minutos luego el equipo volvió a jugar como en todo el partido: mal. La lepra parece no tener una idea de juego instalada, solo reacciona espasmódicamente ante la adversidad y no como consecuencia de una estrategia planificada.

Newells entregó una pobrísima imagen ante Lanús, un equipo inconexo, sin rebeldía y sin fútbol. El trabajo de Heinze por estos tiempos brilla por su ausencia y salvo un par de partidos en los que se mostró competitivo, en gran parte del torneo nunca justificó las expectativas que había generado su llegada al Parque Independencia. El rival de Newells es Newells y las razones de este mal presente en el torneo hay que buscarlas en el banco. La Copa Sudamericana es lo que lo mantiene con vida en el cargo, la duda es saber si él por alguna casualidad, se habrá dado cuenta de eso.

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