El resultado de la Constituyente no solo puso en duda el “poder real” del oficialismo sino definió postulantes para el 2027
Las elecciones Convencionales Constituyentes dejaron mucha tela para cortar, no solamente por quienes tendrán a su cargo llevar adelante la reforma de la Carta Magna provincial, sino por como quedó definido el “paisaje” del poder real en Santa Fe de cara al 2027. Pullaro fue un claro ganador de la justa electoral del domingo próximo pasado, pero hay un dato no menor que interpela fuertemente ese resultado, el cual se refiere a que en las generales del 2023 – cuando el líder de Evolución fue ungido gobernador – sacó el 55,71% de los votos, en cambio en estas elecciones convencionales, el mandatario obtuvo solo el 34,61% de los sufragios, es decir el ex ministro de Seguridad recibió un 21,10% menos de apoyo popular, una importante caída en el acompañamiento a su gestión en solo un año y chirolas de su mandato, lo que llevará seguramente a un replanteo del mapa electoral del gobierno para el futuro .
Las señales que presagiamos en la previa de este comicio, en las distintas columnas de opinión de esta página web, se convirtieron en las útiles “hojas de ruta” que deberían transitar cada uno de los candidatos participantes del acto electoral. En Unidos se confirmó que la presencia de Pullaro, es sin dudas, el mayor recaudador de votos del oficialismo, en cambio, en el peronismo santafesino, Juan Monteverde dio la nota y se erigió como el gran ganador del PJ, sobretodo, por la enorme elección realizada en el Departamento Rosario en donde peso muchísimo el trabajo territorial y la militancia llevada adelante desde hace mucho tiempo por su espacio, Ciudad Futura. El ex candidato a intendente puso sobre el terreno toda su picardía y su espertise para convencer al electorado peronista que la suya era la mejor opción. La política es “para vivos” decía un viejo ex legislador del PJ rosarino y ahí habría que buscar parte de las razones que justificaron el triunfo de MonteGreen.
Este medio anticipó oportunamente la victoria del concejal en detrimento del Senador Nacional, Marcelo Lewandowski, cuando muchos dirigentes peronistas apostaban “un pleno a la victoria” del ex comentarista deportivo. Una antigua sentencia macerada a fuego por la liturgia partidaria advierte siempre que en el peronismo “se perdona todo, hasta una traición, pero nunca la derrota”, premisa que cobra una magnitud determinante para el destino del referente de Activemos, que padeció su tercer traspié en fila; ya que cuenta en su bitácora de viaje las derrotas en las nacionales del 2021 ante Losada y Scarpin, en el 2023 por la gobernación donde cayó por paliza ante Unidos para Cambiar Santa Fe y el último domingo sufrió otra contundente caída ante Monteverde, por 100mil votos de diferencia. “Solo podrá aspirar a una diputación provincial o a una concejalía en Rosario”, reconoció un importante armador del peronismo sobre el destino que le espera al legislador nacional tras este nuevo fracaso que lo tiene como protagonista.
Y con esta derrota también se desempolvaron los viejos fantasmas que recuerdan las malas decisiones tomadas por Lewandowski, principalmente evocan los memoriosos su rechazó a ser candidato a Intendente rosarino en el 2023. A veces los errores se pagan caro y este es el caso del periodista que por esos errores propios no forzados se ha auto retirado a cuarteles de invierno, porque será muy difícil que su figura vuelva a seducir al electorado peronista, que a esta altura se puede decir con certezas que le “pico el boleto” y sobrevuela en el imaginario partidario una fuerte convicción de no volver a acompañarlo en otra travesía electoral. Monteverde, por su parte, cosechó más de 200mil votos, aunque no son pocos los que aseguran que ese capital electoral es un techo, porque es una “verdad a voces” que cuando los santafesinos van las urnas tienen muchísimo recelo en votar cualquier espacio que luzca una impronta kirchnerista. Este es un intríngulis que deberá surfear el partido para encontrar “ese punto medio” deseado para volver a ser nuevamente, competitivo.
Como también adelantó este portal, el sello de la Libertad Avanza en su primera experiencia en Santa Fe logró una buena representación en las urnas, esa cosecha le quitó poder de fuego al oficialismo al momento del recuento de sufragios. El voto libertario – igualmente- tiene un componente no muy fidelizado, es un elector que se subió a esta moda de ultraderechismo en la Argentina y que puede llegar a tener “matices” de fluctuación en el marco de la escasa convicción ideológica que lo respalda y así, su crecimiento o merma dependerá mucho del devenir de la economía doméstica a nivel nacional, porque en definitiva, “la gente termina votando siempre con el bolsillo”, y eso podrá incidir para mejor o para peor en el sustento electoral de LLA llegado el momento del 2027.
En este recorrido de performances electorales, la diputada Amalia Granata obtuvo 173mil votos, quizás se podría haber esperado un poco mas de respaldo hacia ella, es evidente que la falta de estructura política le jugó en contra, sobretodo eso le quitó mayor presencia del espacio en el departamento Rosario, y atentó contra la posibilidad de pelear por el segundo lugar en el podio por detrás del actual gobernador. Aunque dentro del análisis sobre posibles escenarios futuros, Granata es la que cuenta con un mejor “fixture” para desarrollar la construcción de una verdadera alternativa opositora al oficialismo. Para eso la periodista debe transformarse en esa necesaria “ambulancia” que recoja los heridos que siempre abundan después de cada contienda electoral, y además propiciar los indispensables “acuerdos” con otras fuerzas que le permitan dotar a su espacio de esa “musculatura” que precisa, para poder competir con mayores expectativas de triunfo.
En esta elección Constituyente la considerable merma de votos del frente Unidos fue un claro “llamado de atención” al gobierno provincial. El “Avant premiere” del debut de la etiqueta “La Libertad Avanza” se convirtió en una sorpresa que genera preocupación en los espacios tradicionales de la provincia. El nuevo emergente de liderazgo del peronismo santafesino, Juan Monteverde provocó un cimbronazo aún no digerido en las filas del partido y la caída en desgracia de Marcelo Lewandowski con una nueva mala participación electoral hipotecó seriamente sus aspiraciones políticas venideras , estas son algunas de las señales que nos dejó “el especial comicio Convencional” de Santa Fe, sumado esto a que el Frente Amplio de Carlos Del Frade nuevamente perdió terreno y que la “Izquierda” no logró consolidar una base electoral competitiva. En toda esta historia de variopintos matices resultadistas, Granata da toda la sensación que es la que mejor quedó posicionada en esta partida.
Aunque para la dirigente provida hay tareas que deberá cumplir con prontitud, porque necesita indispensablemente construir un frente electoral, en una provincia donde el poder tiene siempre un perfil frentista. La dirigente tiene la obligación de intentar sumar a aquellos socialistas que detestan a Milei y que no coinciden con la sintonía fina que expone Pullaro con el libertario, como también a los radicales sin peluca que atraviesan por la misma divergencia y principalmente, a los muchos peronistas que se quedaron huérfanos de representación, y allí todos ellos, sin distinción ideológica, pueden encontrar con la líder de Somos Vida un lugar de pertenencia en donde desarrollar su participación y militancia.
Todo esto en teoría y dependerá mucho de que la legisladora lo ponga en práctica, para que así pueda lograr convertirse en esa figura aglutinante que hoy la dirigencia opositora santafesina, evidentemente carece. Pullaro, por su parte, convocó a los suyos y les pidió tener mucha humildad en este particular momento que dejo al descubierto cierta preocupación por una inocultable pérdida de empatía con la gente. Mientras el peronismo, está obligado a reconfigurar urgentemente su GPS para “volver a enamorar” a los santafesinos. Dos años en política pueden llegar a ser una eternidad o no ser nada, y para lograr buenos resultados el “tiempo es hoy” como cantaría el Flaco Spinetta. Por tal razón, de un lado y del otro, del mostrador del poder de la provincia si quieren “pecar de inteligentes”, los candidatos deben ponerse ya “manos a la obra”, porque ellos saben muy bien que tal vez mañana puede llegar a ser, demasiado tarde para sus aspiraciones de triunfo.