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El Museo Castagnino inaugura dos nuevas muestras en el marco de los 300 años de Rosario

Este sábado 23 de agosto, a las 19, quedarán inauguradas dos nuevas exposiciones que proponen un recorrido por la historia y la contemporaneidad artística: ‘Juan B. Castagnino. El coleccionista ejemplar’ y ‘Estado harapito. Obras y archivos 1975-2025’.

La primera muestra, ‘Juan B. Castagnino. El coleccionista ejemplar’, reúne un valioso conjunto de obras pertenecientes a la colección histórica del propio Museo Castagnino y del Museo Histórico Provincial Julio Marc, además de piezas procedentes de colecciones privadas que, por primera vez, se exhiben ante el público. Esta propuesta invita a conocer la figura de Castagnino no solo como mecenas y referente cultural, sino como un apasionado coleccionista cuya visión dejó una huella indeleble en el patrimonio artístico de la ciudad.

La segunda exposición, ‘Estado harapito. Obras y archivos 1975-2025’, es una retrospectiva dedicada a la artista rosarina Claudia Del Río, bajo la curaduría de Santiago Villanueva. Recorre cinco décadas de producción, desde los años setenta, cuando la artista comenzaba a definir su mirada, hasta obras recientes, algunas realizadas especialmente para esta ocasión. Se trata de una propuesta que dialoga con la memoria personal y colectiva, los archivos y los gestos poéticos que atraviesan la práctica artística de Del Río.

Las dos exposiciones podrán visitarse en la sede del Museo Castagnino (Av. Pellegrini 2202), y se suman a la programación especial por los 300 años de Rosario, consolidando al museo como un espacio clave para la reflexión sobre la historia y el presente del arte en la región.

Juan B. Castagnino. El coleccionista ejemplar

Curadores: Pablo Montini y María de la Paz López Carvajal (se puede visitar del 23/08/25 al 01/03/26)

La historia del arte siempre ha soslayado la actuación de los intermediarios integrada a la producción, legitimación e institucionalización de las prácticas artísticas. Juan B. Castagnino (1884-1925) fue uno de estos agentes. A pesar de formar parte de una clase social nada interesada en el patrocinio cultural, se convirtió en el mayor gestor de la formación de un campo artístico para Rosario.

Con sólo 23 años inició una colección de arte europeo antiguo que, con el correr de los años, llegó a constituirse en una de las más prestigiosas de la Argentina. Fue conformada mediante prácticas profesionales inéditas que lo destacaron como uno de los más especializados coleccionistas de Sudamérica.

Desde la década de 1910 lideró la institucionalización del arte en la ciudad con la organización de un salón anual, la creación de la Comisión Municipal de Bellas Artes y la fundación de un museo. Siempre comprendió la necesidad de apoyar al arte argentino, transformándose en un mecenas con constantes adquisiciones y ayudas económicas para la promoción de los artistas locales. Tan consciente había sido del lugar que ocupaba en la escena artística que momentos antes de morir expresó a su familia el deseo de que continúe con su tarea.

Esta exposición tiene como objetivo no sólo dar conocer parte de su colección y el profesionalismo de sus prácticas -que lo distinguen en la historia del coleccionismo argentino-, sino también busca rendirle tributo a 100 años de su muerte.

Estado harapito. Claudia Del Río. Obras y archivos 1975-2025

Curador: Santiago Villanueva (se puede visitar del 23/08/25 al 16/11/25)

‘Estado harapito’ es la segunda exhibición antológica de Claudia Del Río (Rosario, 1957) en el Museo Castagnino, y reúne una selección de sus proyectos, obras y archivos desde su momento formativo en los años setenta, hasta trabajos actuales y realizados para esta ocasión. La muestra presenta tres momentos, una visita al archivo para visualizar sistemas y métodos, pero también para presentar acciones y materiales poco conocidos, una presentación exhaustiva de su persistencia en Coca Cola, del collage al cartel; y un último momento que contrasta sus trabajos recientes en fieltro con su constante museo clandestino.

Estado harapito insiste en la necesidad de los materiales, estado del arte y ladrillo comentario, andar en algo, coleccionar y deshacer. La muestra presenta en paralelo un cuarto-gabinete, titulado Oficina CDR, en el Museo macro, donde se historiza como la misma institución coleccionó, de diferentes modos, la obra de la artista.

Como toda antología hay muchas cosas por fuera, muchos bordes, omisiones. No está el dibujo, ni el club del dibujo, la pieza pizarrón, la poeta, ni el arte correo. No están de modo evidente, pero en realidad se presentan en ese todo como un secreto más, estructura de pensamiento que es la obra de Claudia Del Río, clima extremo que es para ella, reordenamiento personal.

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