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El mal resultado de Unidos en la provincia tiene sus “monjes negros”, no todo sería responsabilidad de Pullaro

Por Redacción La Voz de Rosario

Después del fuerte e impensado (sobretodo, para el círculo íntimo del mandatario santafesino) traspié electoral sufrido por Provincias Unidas en Santa Fe este último día domingo en las urnas, la pregunta que sobrevuela con insistencia el imaginario del espacio oficialista santafesino pasa por saber si el gobernador es el único responsable de la derrota o simplemente si fue una víctima de su círculo cercano que lo asesoró mal – no solo en el acting de campaña – sino en el desarrollo de la gestión de gobierno misma. “Todo tiene que ver con todo”, solía decir Pancho Ibáñez sobre la teoría del caos que envuelve siempre el devenir de los hechos.  

Porque con los resultados conocidos, lo más fácil sería asignarle al mandatario toda la competencia por la pobre cosecha electoral. Es una lectura simplista solo pensar que haya sido por decisión propia pelearse con la mayoría de los gremios (principalmente Luz y Fuerza, Obras Sanitarias, Docentes y Judiciales) en la provincia, también con los policías, los jubilados, etc. y pretender no sufrir ninguna consecuencia de ello. Este análisis nos lleva a razonar que el obrar del mandatario puede ser consecuencia de “las palabras al oído” o “de las voces de la conciencia” de su séquito más cercano (incluye a segundas líneas en la escala del poder provincial), quienes lo llevaron a actuar de esa manera impropia, rompiendo puentes con diferentes actores sociales santafesinos y provocarle de esa manera un negativo “efecto mariposa” sobre el valor de su persona.

Pullaro fue el gran perdedor en la jornada del domingo

En casi dos años de mandato, el gobernador de Santa Fe dilapidó el acompañamiento de más de 700mil santafesinos y el capital que aún mantiene está lejos de alcanzarle para intentar acceder en el 2027 a uan posible reelección. La legislativas de medio términaron plebiscitaron fuertemente su gestión y ese 18% obtenido en las urnas este domingo, obliga a Pullaro a replantear toda estrategia a futuro. ¿El fracaso electoral llevará al mandatario a realizar cambios urgentes en su gabinete? Por ahora ninguna señal apunta hacia eso o quizás con el correr de los días aparezca alguna pista al respecto, igual no hay que descartar que el propio gobernador “rompa alguna lanza consigo mismo” erigiéndose por decisión propia como, “el mariscal de la derrota”.

La primera experiencia electoral de Provincias Unidas en Santa Fe estuvo enmarcada por una pésima performance de la fuerza, que se hace más notoria aún, si uno compara el costo-beneficio resultante de tamaño apoyo mediático a Scaglia, sumado a la brutal parafernalia de campaña y al apoyo personal de Pullaro hacia la presidenta del PRO santafesino. La ola violeta pulverizó en horas el capital de votos con el cual contaba Unidos, tanto así, que la redujo a una pequeña expresión electoral. ¿Fue casualidad o causalidad?: Quizás haya “monjes negros” -disfrazados de anonimato- quienes sean los que tienen todas las respuestas para conocer al fin, los verdaderos motivos que llevaron al gobernador santafesino a padecer semejante paliza en las urnas.

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