El ciclo de Soso arrancó con un “desabrido” empate en Tucumán y mostró un Newells con más dudas que certezas
Newells estrenaba técnico en una compleja excursión a Tucumán, porque Atlético es un equipo que se hace fuerte en casa y la lepra, por el contrario, le ha costado muchísimo rescatar un buen resultado cada vez que sale de Rosario. Mariano Soso cambio el diseño, dispuso en el campo de juego una línea de tres con dos laterales volantes y confió en Chiaverano en el centro del ataque. Banega y Miljevic serian nuevamente los encargados de generar futbol, todo un acertijo que 90 minutos develarían para entregarnos pistas de lo que será la identidad de juego de la lepra en este nuevo desafío.
El primer tramo del cotejo mostró a un Newells con grandes problemas defensivos, sumar defensores no le garantizó seguridad y en un par de ocasiones el Decano merodeó con riesgo la portería de Reinatti. El local en los primeros 25 minutos fue claro dominador del trámite y mereció más premio en el arco contrario, la lepra por su parte, entregó en ese rato de juego, poco y nada para destacar en ataque, solo la recurrente endeblez defensiva que generó mucha preocupación en el técnico Soso.
Todo Newell's reclamó penal de Durso sobre el Colo Ramírez 🧐
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) December 3, 2024
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El partido dejó muy poco para rescatar al cabo de los primeros cuarenta y cinco minutos porque la mediocridad fue el denominador común del juego, Atlético Tucumán fue un poco más y la lepra solo dio señales de estar presente sobre el final de la etapa cuando una buena combinación en ofensiva a un toque terminó con un remate de Chiaverano – de frente al arco de Durso – que se fue bastante cerca. Se retiraron al vestuario ambos equipos empatados en el tanteador con el rojinegro sacándola bastante barata porque el local había hecho méritos suficientes como para irse ganancioso al descanso.
El complemento no varió demasiado las posturas de los equipos, Atlético monopolizando la pelota y Newells resistiendo en su campo. Siguió mostrando la lepra desacoples defensivos y poca inventiva al momento de crear futbol. Muy poco participativo Banega y Miljevic jugando muy a cuentagotas, con ese escenario el rojinegro estaba obligado a ser poco pretensioso. Se luchaba mucho en la zona media del campo y se jugaba muy poco, en ese contexto la lepra trataba de equilibrar las acciones.
Un posible penal contra Ramírez no cobrado por Echavarría (la jugada dio toda la sensación que al delantero uruguayo le cometió falta el arquero Durso), después de esa circunstancia de juego muy poco quedó en el tintero del encuentro para resaltar. El empate lo conformaba más a Newells que al conjunto tucumano porque Soso había entendido que no perder en Tucumán era un buen negocio. En tiempos donde todo viene bastante atravesado para la lepra los consuelos cotizan poco y sumar un punto de visitante alcanza para darle valor a lo logrado, sin importar demasiado que otra vez el equipo quedó en deuda con el protagonismo que siempre le exige su rica historia.