El Banco Central Europeo concretó el mayor incremento de tasas de su historia
El Banco Central Europeo (BCE) dispuso este jueves el mayor incremento de tasas de interés de su historia al subirlas 75 puntos, con el objetivo de frenar la inflación, la cual alcanzó en agosto un récord histórico de 9,1% interanual en los 19 países que utilizan el euro.
La suba en las tasas se dio tras realizar un incremento de 50 puntos básicos en julio último, la primera en 11 años que puso fin a una era de “dinero fácil” en el continente donde las tasas llegaron a ser negativas con el objetivo de estimular la economía y evitar una inflación demasiado baja.
Como consecuencia del alza, ahora la tasa de interés para las operaciones de financiación, la de depósito y la de facilidad de préstamo subirán a 1,25%, 1,50% y 0,75%, respectivamente, desde el próximo 14 de septiembre.
De esta forma, el BCE –tras ser acusada de responder tardíamente- se suma a la política de la Reserva Federal estadounidense (FED) que dispuso subas en sus tasas de interés de 25 puntos porcentuales en marzo, 50 en mayo, 75 en junio y otros 75 en julio, llevándola de niveles cercanos a cero a un rango de entre 2,25% y 2,50%.
“Este importante paso anticipa la transición desde el nivel muy acomodaticio de las tasas de interés oficiales vigente hacia niveles que asegurarán el retorno oportuno de la inflación al objetivo del 2% anual”, señaló el BCE en un comunicado publicado este jueves a la mañana.
Today we took our latest monetary policy decisions:
— European Central Bank (@ecb) September 8, 2022
🔵We raised our interest rates by 0.75 percentage points – a major step to make sure inflation returns to our 2% target
🔵More steps will follow. They will depend on how the inflation outlook developshttps://t.co/VzjZYy6qPo pic.twitter.com/8HhFNQdzJA
Asimismo, el BCE anticipó que en las futuras reuniones monetarias, el Consejo Gobernante realizará nuevas subas en las tasas para “moderar la demanda y proteger frente al riesgo de un aumento persistente en las perspectivas de inflación”, aunque indicó que revaluará “periódicamente” su política teniendo en cuenta los nuevos datos.
Se espera también que las subas en las tasas fortalezcan al Euro, el cual en las últimas semanas cotizó por debajo de la paridad con el dólar, encareciendo las importaciones al área, según la agencia de noticias Bloomberg.
La medida se produce en un momento en que Europa lucha contra una inflación récord, la cual se disparó al 9,1% anual en la Eurozona en agosto, dos décimas por encima del mes anterior, el noveno récord consecutivo y más que cuadruplicando la meta del BCE.
Para el BCE, dicho nivel es “excesivamente elevado” y reconoció que “es probable que se mantenga por encima del objetivo (del 2%) durante un periodo prolongado”.
Entre sus diversos componentes, la energía (38,3% anual) y los alimentos (10,6%) encabezan el alza del costo de vida.
El incremento de precios, agravado por las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, ya había comenzado su tendencia alcista el año pasado de la mano de la reapertura de la economía y los cuellos de botella en la oferta que continúan persistiendo en algunos sectores.
“Las presiones sobre los precios han seguido intensificándose y extendiéndose al conjunto de la economía, y la inflación podría continuar aumentando en el corto plazo”, alertó hoy el BCE.
En ese marco, la entidad monetaria revisó “significativamente al alza” sus proyecciones de inflación, elevándolas al 8,1% en 2022, 5,5% en 2023 y 2,3% en 2024.
La situación económica
La incertidumbre económica ya se refleja en la economía del bloque que creció solamente 0,7% en el segundo trimestre.
Si bien el BCE –al contrario de algunos bancos y analistas que la consideran inevitable- descarta, por el momento, una recesión; señaló hoy que “los últimos datos apuntan a una desaceleración sustancial del crecimiento” con un “estancamiento de la economía durante los últimos meses del año y en el primer trimestre de 2023”.
Entre los motivos por los cuales la situación económica podría recrudecerse se encuentran las propias subas en las tasas de interés –al enrarecer el crédito- y los posibles faltantes de gas en el invierno por la reducción del suministro ruso: en agosto, según datos de S&P Global, la actividad industrial del área marcó su peor nivel desde mayo de 2020 en plena pandemia de coronavirus.
“Los precios muy elevados de la energía están reduciendo el poder adquisitivo y, aunque los cuellos de botella están relajándose, siguen limitando la actividad económica”, indicó el banco.
En ese marco, el BCE revisó a la baja el crecimiento para este año (3,1%) y el próximo (0,9%), con un leve rebote al 1,9% en 2024.