Durísima derrota de Newells como local y el presente de Sanguinetti entró en la “nebulosa zona de cuenta regresiva”
El desafío para la lepra no era fácil, perder un partido clásico siempre deja secuelas, el equipo de Sanguinetti estaba obligado a superar la dura derrota frente a Central y el único remedio para ello era un triunfo reparador frente a Defensa y Justicia y si era logrado de manera contundente, mucho mejor, para cicatrizar las heridas.
Newell’s salió a buscar de arranque el partido pero fue Defensa y Justicia que pegó primero para ponerse en ventaja de manera prematura cuando a los 4′ tras una corrida de Togni por izquierda encontró a la defensa leprosa desacomodada para que “Uvita” Fernández tras un yerro de Ditta señalara la apertura. El 1 a 0 fue un golpe durísimo para las expectativas del rojinegro.
La lepra querría salir rápido de la conmoción del gol en contra y a los 6′ casi lo empata cuando Pablo Pérez metió el centro al punto penal donde, solo, cabeceó García y contuvo de manera magistral el arquero Unsain para mandar el grito de gol al corner.
Newells seguía presionando al rival contra su campo y tuvo una oportunidad clara a los 13 tras un centro de la izquierda de Luciano que encontró solo Ramiro Sordo que la mandó afuera de zurda cuando todos en el estadio se preparaban para gritar el gol. La lepra no ligaba aunque hacia meritos para la igualdad.
A los 27′ falló la iluminación sobre el costado de la visera y el trámite siguió a pesar de la merma lumínica. Newell’s sigue yendo, a veces sin muchas ideas, dos minutos después Willer Ditta fue a buscar una pelota que bajó Juanchón García y no llegó por muy poco para estampar el empate.
A los 46′ Cristian Lema bajó un tiro libre desde la izquierda y el colombiano Ditta pifió de cabeza desde una inmejorable posición en la que fue la más clara para el rojinegro. Se fueron al descanso con la ventaja mínima del Halcón de Varela y para la lepra el compromiso de dar vuelta la historia.
En el inicio del complemento, otra vez Newells padeció el partido cuando Duarte remató desde muy lejos y tras pegar en la cabeza de Ditta descolocó a Herrera para marcar el 2 a 0. Impacto de nocaut para la lepra y todo muy cuesta arriba y en el estadio se hacia mas evidente el rumor por el malestar de los hinchas por este pobre presente del conjunto de Sanguinetti.
Newell’s acusó el golpe y Sanguinetti se vio obligado a mover el banco mandando a Garro, Rossi y Reasco a la cancha por García, Gonzalez y Pérez. A los 18′ tras un córner pifió Reasco en la puerta del área y no llegó por poco Lema para marcar el descuento.
Newells buscó achicar la diferencia en el marcador por todos los medios y a los 24′ Méndez trepó y su centro fue cabeceado afuera por Garro cuando tenía todo el arco para elegir donde ponerla. La lepra era un desconcierto, se hizo evidente su anemia futbolística y su falta de jerarquía para revertir cualquier resultado.
El pitazo final determinó, a pesar del gol de descuento de Reasco, el fin de una nueva actuación fallida de Newells, un equipo que sacó solo 3 puntos de los últimos 15. El partido de Copa Argentina quizás sea el termómetro para saber si el técnico Sanguinetti tiene “las espaldas” suficientes para seguir conduciendo los destinos del equipo. El fútbol se rige por momentos y este condena mucho al ex defensor de Banfield.
¿Para que cambiar lo que estaba bien?. Equipo que gana no se toca, lógico adagio de nuestro fútbol domestica. Sanguinetti tuvo la “no-virtud” de modificar lo mejor que tenia el equipo, el orden en el campo de juego. La insistencia por una línea de 5 defensores destruyó todo lo construido, Newells empezó a ser un equipo híbrido, sin peso ofensivo y lo más preocupante, sin juego asociado. Toda del entrenador que se “encaprichó” con un sistema de juego que fracasó y hoy esa decisión lo metió en la nebulosa zona donde el “crédito” empieza a agotarse, tanto como la paciencia de los hinchas.