Día Mundial de la Concientización del Autismo: cómo acompañar a los niños con TEA
El autismo es una condición que afecta al desarrollo temprano de la persona alterando, especialmente, áreas vinculadas al lenguaje, comunicación y a la interacción social y acompañado de comportamientos estereotipados o intereses restringidos a un objeto o a un tema en particular. Además, el autismo se presenta en un amplio espectro de características en el desarrollo para cada persona en particular.
Por lo general, el recorrido de los padres para llegar a un diagnóstico suele ser complicado y confuso y, en la mayoría de los casos, los problemas para interactuar motivan una consulta especializada entre los 3 y 5 años. No hay una única evaluación o forma de llegar a un diagnóstico, ni alcanza con ver a un solo especialista: el diagnóstico más completo se obtiene gracias a una evaluación multidisciplinaria a cargo de equipos con experiencia en niños con desafíos del desarrollo.
La evaluación por parte de los especialistas tendrá en cuenta distintas áreas como el lenguaje, la comunicación, el nivel madurativo, el perfil sensorial, las habilidades sociales, las emociones y la conducta. “De cada una de las evaluaciones específicas surgirán elementos para determinar los tratamientos más indicados, ya que no todos los chicos del espectro autista necesitan las mismas cosas y tampoco hay un tratamiento único y estandarizado para ellos”, afirma Silvia Panghini, jefa del Sector de Psiquiatría Infantil de Fleni.
El Día Mundial de la Concientización del Autismo es una gran oportunidad para generar una mayor conciencia respecto de la importancia de acompañar el desarrollo subjetivo de niños y niñas desde los primeros momentos de su vida, atendiendo especialmente a las dificultades inherentes a la comunicación que posibiliten intervenciones tempranas mediadas por padres o por terapeutas especializados.
¿Qué rol cumple la familia y la escuela?
El rol de la familia es clave para acompañar y potenciar el desarrollo de sus hijos. En principio, para aceptar y conocer la naturaleza de esta condición sin dejar de considerar la individualidad de cada niño. “Cada situación de la vida cotidiana representa una oportunidad para estimular el ida y vuelta en la comunicación y el juego, compartir y ampliar intereses, y desarrollar habilidades que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la persona con TEA y su familia”, añadió Panghini.
Otro ámbito de gran influencia en la vida de un niño es la escuela, un entorno que puede contribuir mucho al desarrollo y el intercambio social de los chicos.
En niños con TEA, es esencial que la familia y los equipos terapéuticos estén comunicados con los docentes y los directivos de las escuelas para familiarizarlos con las características específicas de cada chico, sus preferencias y desafíos y así permitir una convivencia amble que beneficie a todos los alumnos.
Pantallas: ¿Sí o no?
Hoy en día convivimos con estímulos externos a los que estamos expuestos casi la mayor parte de nuestros días: la televisión, los celulares, las computadoras, las tablets no son recomendables su exposición en niños menores de 2 años.
En el caso de niños con desafíos en el desarrollo, esta recomendación cobra aún más fuerza ya que la exposición excesiva a las pantallas puede comprometer o dificultar el desarrollo y limitar las oportunidades de comunicación e interacción, perdiendo la posibilidad de practicar y dominar estas habilidades interpersonales. Esta actividad predispone a una mayor pasividad, una menor actividad física y un menor desarrollo del juego espontáneo e imaginativo.
En definitiva, la biología de un niño o niña no se puede ver separada de su ambiente social y podemos utilizar ese ambiente en su beneficio a través de estilos de crianza, guías.
Fuente: NA