“Demoliendo frentes en Santa Fe”: El armado de la gran alianza opositora se estrelló contra un iceberg llamado, Carrió
La idea que predomina en muchos actores de la oposición santafesina de construir un “frente de frentes” para oponer al peronismo en la provincia en la venidera contienda electoral, ha sido objeto de muchos encuentros dirigenciales, fotos sugestivas, marchas y contramarchas. La propuesta nunca sedujo totalmente a los “espacios interesados” y esa falta de definición, le otorgó “un status de cierta fragilidad” a la iniciativa.
“Me paso el tiempo demoliendo frentes”, podría haber cantado Charly García. Elisa Carrió pasó por Santa Fe con una clara decisión de desarmar lo que aun no esta armado. El “frente de frentes”, por estos tiempos, anda algo flojo de papeles y la dirigente de la Coalición Cívica con una precisión “casi quirúrgica” se encargó de dinamitar las incipientes bases de su construcción.
Con su iracunda verba y su muy personal estilo comunicacional, Lilita en su “consultorio” terminó atendiendo -obviamente sin anestesia- a Antonio Bonfatti, a Rubén Galassi y Pablo Javkin consecutivamente, el intendente rosarino también quedó en la línea de fuego del enojo de la ex diputada nacional.
Al nuevo armado, que pacientemente y no exento de contratiempos, quieren dar forma algunos espacios radicales santafesinos, buscando la anuencia del PRO y del socialismo, la visita de Carrió lo dejó naufragando en un mar bravío y lejos está la propuesta de poder anclar en las plácidas y tranquilas costas de una misión cumplida.
Las expresiones de Lilita no son nuevas, sus diferencias con Bonfatti vienen desde hace bastante tiempo y las denuncias hacia su persona, nunca han variado, y sigue muy firme en su persona la idea de que el ex gobernador es el máximo responsable del ingreso del narcotráfico en la provincia. Esa postura intransigente e irreconciliable con el ex presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe, atenta fuertemente contra cualquier posibilidad de construcción política conjunta en la provincia. “Si el nuevo frente incluye al socialismo no cuenten conmigo”, supo afirmar Lilita cada vez que le consultaron sobre el tema.
El radicalismo necesita inevitablemente de socios para llegar a la Casa Gris, por si solo no le alcanza para sentarse en el Sillón del Brigadier López y en esta etapa de retoños verdes que disfruta el espacio a nivel nacional, la compañía del PRO -en franca caída en el escaparate de empatias – no le representa un “apoyo importante” a sus expectativas de éxito. La UCR necesita del advenimiento del socialismo, en su conjunto o con una parte del mismo, para arrimar la bocha a la meta que se ha planteado de poder quedarse con una victoria el año próximo.
Ese deseo del radicalismo se contrapone a las intenciones que profesan “algunos dirigentes del partido de la rosa” que reniegan integrar “un rejunte”, solo para enfrentar al peronismo en las urnas. Un pensamiento al que abonan nombres propios de peso en el partido, como Mónica Fein, Clara García, Joaquín Blanco y Enrique Estévez, y son ellos los que “con convencimiento” creen que aún posible intentar la llegada a la gobernación mediante un proyecto de gobierno propio y no tanto adhiriendo a una apuesta coyuntural electoral.
Carrió con sus dichos le prendió fuego a los recurrentes deseos de Felipe Michlig y de Maximiliano Pullaro, que a priori, son los principales interesados en darle forma a una nueva estructura política para el 2023. Con Lilita mellando los cimientos de la iniciativa será una tarea casi imposible llegar a un total acuerdo para construir la nueva fuerza.
El mandatario rosarino, Pablo Javkin, fue uno de los mas afectados por la irascible irrupción de la dirigente, al ser catalogado como “un hombre brillante pero inútil” para combatir a la inseguridad que asola y preocupa a la city rosarina. De esa manera Carrió le bajó considerablemente el “valor ” que tenían las pretensiones del ex concejal de poder afirmarse como una opción válida para quedarse con la candidatura a gobernador dentro del nuevo frente que se pergeña.
El mensaje de Carrió “hizo” que muchos dirigentes entusiasmados con la creación del “frente de frentes” anden por estos días recalculando sus acciones, no vaya a ser que por “mucho abarcar nos quedemos sin nada”, estará pensando mas de un dirigente viendo como pintan la situación. “La historia viene evidentemente malherida” para el presente del frente y el peronismo en silencio mira de reojo el desarrollo de los hechos y se “frota las manos” al observar lo que acontece del otro lado del mostrador.
Habrá un “antes y un después” a la aparición en escena de Carrió en tierras santafesinas. No son pocos los que están por estas horas analizando meticulosamente las ventajas y desventajas de subirse al nuevo tren. Ningún espacio querrá “exponerse sin sentido” a perder el caudal de votos que ostenta, solo para sumarse a una expedición que se ha vuelto sumamente riesgosa y muy compleja de llevar adelante.
El deseo de algunos dirigentes de contar con una estructura amplia opositora se muestra aún muy verde, todos o casi todos empiezan a mirar con recelo y desconfianza al promocionado armado, porque la duda que se ha instalado en el imaginario de “reconocidos actores de la política doméstica” es saber si no será peor el remedio que la enfermedad. El costo de abandonar ideales, principios y metas en pos de sumarse a la profesada alianza, hace que la misma “goce de poca credibilidad”, no solo por factores internos que ya venían entorpeciendo su concreción sobretodo por las diferencias que surgieron en las formas de su concepción sino por la visita de Lilita a la provincia que hizo retroceder, casi hasta el comienzo, a los ímpetus que venían empujando su creación.
Nadie puede predecir lo que ocurrirá en la política santafesina en este año que falta para el acto electoral en Santa Fe del 2023, lo único claro es que no será nada fácil para la oposición retomar – con resultados positivos inmediatos – la construcción de un gran frente opositor. Es mucha la tarea que deberán llevar adelante los que pretenden hacer realidad el “frente de frentes”, una propuesta que deberá sobreponerse a los daños que dejó en su estructura haber coalicionado con un iceberg llamado Carrió, y “cuando a ella no le gusta algo”, todos sabemos muy bien como termina la película y “cualquier parecido con“Titanic” puede llegar a ser, pura coincidencia”