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Daniel Arroyo: “La relación entre la sociedad y la política está quebrada”

El diputado nacional del Frente de Todos Daniel Arroyo afirmó que “la relación entre la política y la sociedad está quebrada”, ya que consideran que los dirigentes debaten “temas que están en el aire”.

“La relación entre la sociedad y la política está quebrada ¡Quebrada es quebrada! La sociedad no ve que la política viva la vida cotidiana. Segundo, la sociedad siente que la política debate temas que están en el aire”, enfatizó Arroyo.

En una entrevista con Noticias Argentinas, el ex ministro de Desarrollo Social alertó sobre el avance de la derecha tras el vacío que se creó, a su entender, entre los gobernantes y la ciudadanía: “Ese vacío lo llena la racionalidad resolviendo los problemas o lo llena la locura”.

Consultado sobre la decisión de la vicepresidenta Cristina Kirchner de no ser “candidata a nada en 2023”, respondió: “Venía planteando hace tiempo la necesidad de hacer otras cosas. Me parece que lo que está diciendo Cristina es hagan, construyan”

Al abrirse el panorama en la carrera por la Casa Rosada, Arroyo postuló a su ex jefe político y actual ministro de Economía, Sergio Massa, como un posible candidato presidencial: “Sería una persona muy interesante como Presidente, pero falta mucho”.

A continuación los principales pasajes de la entrevista conNoticias Argentinas: NA: – ¿La política está a la altura de los problemas de la sociedad? DA: La relación entre la sociedad y la política está quebrada

¡Quebrada es quebrada! La sociedad no ve que la política viva la vida cotidiana. Segundo, la sociedad siente que la política debate temas que están en aire. Para mí, antes de la pandemia había dos lugares que generaban cierta identidad en la sociedad. Uno era la escuela.

Existía un consenso que si los chicos están en la escuela es por ahí. El padre o la madre que se quejan de lo que aprenden de matemática o lengua siente que es por la escuela. El pibe que está perdido en la esquina, quemado, sabe que tiene que ir a la escuela, pero no puede.

La relación entre la sociedad y la escuela se lastimó mucho y generó un vacío.  Lo otro que veía es un fenómeno fuerte de religiosidad espiritualidad buscando cruzar lo trascendente. Eso también se lastimó.

Entonces, tenés un vacío muy grande, en términos de falta de identidad, y quebrada la relación con la política.

– ¿Está a tiempo la política tradicional de recomponer la relación? Sobre todo por el anclaje de los discursos de derecha

– Nuestra obligación es achicar esa brecha y reconstruir el vínculo. Mi forma de hacerlo es recorriendo los barrios y presentar proyectos concretos para mejorar la vida cotidiana. Ese vacío lo llena la racionalidad resolviendo los problemas o lo llena la locura

Ahí es donde creo que avanza la extrema derecha, que en la Argentina crece por su correcto diagnóstico: “la casta”, “esto no funciona”, “no sirve”, “son los mismos”. Después cuando van las propuestas “se pueden vender bebés”, “vender órganos”, la sociedad se retrae, pero la extrema derecha crece por su diagnóstico y eso es responsabilidad del ala racional de la política.

– ¿Cómo analiza el ingreso de líderes de movimientos sociales en cargos públicos?

– Es positiva porque los movimientos sociales son parte de la solución en la Argentina, aunque con múltiples dificultades y tensiones. Existen porque hay 45% de informalidad laboral y hay seis millones de personas que son cuentapropistas. De alguna forma, con más o menos contención, han ido representando esos sectores con distintas miradas.

– Por ejemplo, ¿qué dificultades?

– El conflicto en la calle solo va a bajar si se estabiliza el precio de los alimentos. Se puede resumir en un punto y es un montón a la que no le alcanza la plata. Cuando hay una movilización sostenida, hay un problema detrás. Sea más o menos politizado.

– Un tema en discusión recurrente ante las movilizaciones es la “cultura del trabajo”, ¿podría analizarlo?

– La cultura del trabajo se conforma en la escuela. Un pibe se levanta, se lava los dientes, se peina, se pone el guardapolvo y se va. Si lo hace durante años y a la misma hora, nosotros -de grande- lo llamamos cultura del trabajo, pero lo que es ir todos los días a la escuela. Eso le crea un método que le sirve para tener pareja, para trabajar y andar por la vida. Como en la Argentina solo el 40% termina la escuela secundaria en tiempo tenemos un problema serio y de falta de método.

– ¿Qué debería pasar para que esta agenda sea prioridad?

– Yo hago todo lo posible desde mi lugar como diputado. La política tiene que caminar más, pisar tierra, ver la realidad y entender que son estos los problemas cotidianos. Necesitamos más cable a tierra. Cuando la sociedad cree que la política no vive como vive las personas cotidianas es real. Por eso crece la extrema derecha, su diagnóstico es correcto. Sus propuestas son alocadas y estoy lejísimo de eso, pero su diagnóstico de que esto está mal es correcto.

– ¿Qué espera para el 2023?

– Me gustaría que construyamos un peronismo del siglo XXI. Un peronismo moderno y que parta de la base que estamos en un modelo agotado. Yo quisiera que construyamos otros liderazgos mediante una PASO con distintos esquemas y propuestas.

– ¿El renunciamiento de la vicepresidenta Cristina Kirchner facilita esto?

– Para mí sí y creo entenderla. Venía planteando hace tiempo la necesidad de hacer otras cosas. Me parece que lo que está diciendo Cristina es “hagan, construyan”

– ¿Tiene alguna preferencia por algún candidato?

– Yo creo que (Sergio) Massa sería una persona muy interesante como presidente, pero falta mucho.

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