Cramdown de Vicentin: Grassi S.A logró el respaldo mayoritario
La jornada de ayer marcó un punto decisivo en el extenso proceso de reestructuración de Vicentin S.A.I.C. La empresa Grassi S.A. presentó ante el Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de Reconquista, provincia de Santa Fe, las conformidades necesarias para alcanzar las mayorías exigidas en el marco del proceso de Cramdown. Los resultados oficiales confirmaron un apoyo abrumador de los acreedores, consolidando a Grassi S.A. como la única compañía que logró reunir ambas mayorías requeridas.
Respaldo contundente de los acreedores
Sobre un capital verificado de $100.412.176,56, Grassi S.A. obtuvo conformidades por $85.148.741,97, equivalentes al 84,9% del total, superando ampliamente el 66,66% exigido por la normativa. En cuanto a la cantidad de acreedores, de los 1.722 verificados, se registraron 1.128 votos favorables, lo que representa el 65,5% sobre el mínimo necesario del 50% + 1.
Estas cifras confirman un apoyo decisivo de la mayoría de los acreedores de Vicentin al plan presentado por Grassi S.A., que se posicionó así como la única empresa capaz de alcanzar ambos umbrales requeridos en el proceso de salvataje.
Una propuesta que prioriza la continuidad y el trabajo nacional
Desde la firma Grassi S.A. expresaron que este resultado representa “un enorme reconocimiento” de parte de quienes fueron también perjudicados por el default de Vicentin. “Nos llena de orgullo, porque somos una empresa nacional con más de cien años de trayectoria en el sector. Trabajamos desde el primer día para encontrar una solución justa que restituya las acreencias y permita diseñar un plan sostenible para Vicentin”, señaló el directorio en un comunicado oficial.
El plan propuesto por Grassi no solo busca satisfacer a los acreedores, sino también mantener las unidades de negocio operativas, garantizando la continuidad laboral y productiva de una de las principales agroexportadoras del país. El proyecto apunta a recuperar la competitividad y el vigor histórico de Vicentin, evitando una liquidación que podría afectar al entramado productivo del norte santafesino y al mercado agroindustrial argentino.
Impacto en el sector agroexportador
El éxito de la propuesta de Grassi S.A. tiene implicancias más amplias para el mercado agroexportador nacional. Con su ingreso al proceso como actor central, se consolida la presencia de capitales nacionales en un sector históricamente dominado por conglomerados multinacionales. Según el comunicado, “este resultado es muy positivo para el mercado agroexportador, porque suma un nuevo protagonista nacional que amplía las opciones de negocio en un entorno siempre desafiante”.
Analistas del sector destacan que la participación de Grassi podría favorecer la competencia y diversificación de las operaciones de exportación, generando mayores oportunidades para productores y proveedores locales. En un contexto de recuperación económica, el fortalecimiento de empresas con capital argentino en el rubro agroindustrial se percibe como un paso estratégico hacia una mayor autonomía económica y productiva.
Perspectivas y desafíos
El directorio de Grassi S.A. manifestó su confianza en que el resultado alcanzado marcará un punto de inflexión. “Auguramos un importante crecimiento del sector, confiando en una pronta y consistente recuperación de la economía del país, con el agro y sus empresas como motores del desarrollo argentino”, concluyó el comunicado.
Fuentes judiciales indicaron que, tras esta presentación, el tribunal deberá formalizar la evaluación de las conformidades, paso clave antes de la aprobación definitiva del plan de salvataje. Si se ratifica la propuesta, Vicentin ingresará en una nueva etapa que podría significar su recuperación estructural después de años de incertidumbre financiera.
Contexto del caso Vicentin
Vicentin S.A.I.C., una de las principales agroexportadoras argentinas, entró en default en 2020 tras un colapso financiero que afectó a miles de acreedores, productores y entidades bancarias. Desde entonces, el proceso judicial de reestructuración ha sido seguido de cerca por el sector agroindustrial, el Gobierno y los mercados internacionales. El Cramdown –figura legal que permite a terceros presentar propuestas de continuidad ante un fracaso concursal– se convirtió en el último recurso para evitar la quiebra definitiva.
Grassi S.A., con una historia centenaria en el comercio de granos y servicios agropecuarios, emergió como la única firma capaz de formular un plan viable que logró reunir el consenso necesario. Su éxito en alcanzar las dos mayorías requeridas podría marcar el desenlace de uno de los procesos concursales más relevantes de los últimos años en la economía argentina.
Un nuevo horizonte para el agro argentino
El desenlace del Cramdown no solo determinará el futuro de Vicentin, sino que también podría reconfigurar el mapa agroexportador nacional. La posibilidad de que una empresa de capitales nacionales asuma el liderazgo de una estructura de la magnitud de Vicentin refuerza la expectativa de una recuperación industrial con identidad argentina, basada en la eficiencia, la competitividad y el valor agregado.
En un escenario económico en el que el sector agropecuario sigue siendo el principal generador de divisas, la consolidación de Grassi S.A. como nuevo protagonista del segmento podría abrir una etapa de renovación y fortalecimiento del capital nacional, con impacto directo en la producción, el empleo y la inversión.
