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Contra todos: Newells le ganó a Santos, al VAR y a un pésimo arbitraje para meterse en los octavos de la Copa Sudamericana

Newells llevaba sus ilusiones a Brasil de poder seguir a paso firme por al Copa Sudamericana, el rival Santos padecía el mal momento en el torneo local y una eliminación temprana en la competencia internacional. El Vila Belmiro se habría para la lepra como una gran oportunidad para dejar atrás la falta de buenos resultados en territorio carioca.

El cotejo arrancó con una buena postura de la lepra, presionando bien alto al rival y obligándolo permanentemente al error, fueron 10 minutos en donde Newells de haberse animado más habría podido marcar alguna diferencia en el score. El rojinegro sigue penando la falta de peso ofensivo, el equipo da buenas sensaciones desde mitad de cancha hacia adelante, pero se desdibuja demasiado en la zona caliente donde debe generar peligro al rival.

Promediando la etapa el Peixe se adelantó en el campo de juego y empezó a disputarle el dominio del trámite a Newells, allí es donde creció el venezolano Soteldo y la lepra se vio obligada a refugiarse alrededor de Hoyos. Al Santos también le cuesta horrores provocar situaciones de gol en el área contraria, salvo un tiro libre que exigió una buena respuesta del golero leproso, los delanteros locales nunca vieron de cerca los guantes del portero rojinegro.

A los 30’ Ferreira de pelota parada obligo a Paulo a una buena respuesta, más tarde un centro desde la derecha encontró la cabeza del volante creativo cuyo testazo fue bien contenido por el arquero local. Un par de minutos después una excelente habilitación de taco del paraguayo Recalde dejó solo a Brian Aguirre quien desperdicio una gran oportunidad de gol cara a cara con Paulo al rematar desviado desde inmejorable posición. La lepra despilfarraba una tras otras ocasiones para marcar para pesar de Heinze que se lamentaba de los goles errados.

El premio llego en el cierre del primer tiempo cuando tras un centro desde la izquierda, Juan Sforza con tu puntinazo dentro del área resolvió una jugada confusa para señalar el 1 a 0 al colocar el balón contra el parante derecho del arco local. Newells se fue al vestuario llevándose algo de justicia en el marcador porque había sido más que el conjunto brasilero.   

El complemento fue de un desarrollo raro, muy raro, del partido poco se puede analizar, el corte de luz, la falta de gol del equipo de Heinze (problema sin solución) lo privaron de ampliar una diferencia que en el trámite de juego merecía.

Santos empató el cotejo por un penal de dudosísima validez, un empujón de Ortiz casi imperceptible y la exageración del jugador brasilero que fue al piso que compró un impresentable Jesús Valenzuela que cobró penal. La ejecución la hizo efectiva Marco Leonardo para señalar el 1 a 1. Un resultado injusto por donde se lo mire teniendo en cuenta lo ofrecido por ambos equipos.

Pero la falta de peso ofensivo de la lepra en el área contraria conspiró para definir el cotejo a su favor. Pero el encuentro tenia preparado una nueva sorpresa para Newells cuando tras un tiro libre brillantemente ejecutado por Recalde que dio un el travesaño y en el rebote Brian Aguirre de cabeza marcó el segundo que fue anulado por el VAR en complicidad con Valenzuela por una absurda posición adelantada de Sordo que nunca influyó en la definición de la jugada. Un grosero error arbitral le quitaba a la lepra la posibilidad de una conquista legítima.

El partido después de ese fallo se rompió, porque Newells se descontroló y Santos también aportó lo suyo para agregar confusión al trámite. A los 8’ de descuento la justicia se hizo presente en el Vila Belmiro cuando Portillo recibió la pelota dentro del área rival y con un notable remate de derecha colocó la pelota contra el ángulo derecho del arco de Santos para desatar la locura de Heinze en el banco de suplentes. El 2 a 1 le aseguraba a Newells el paso a los octavos de final de la Copa Sudamericana.

El pitazo final del mediocre juez Valenzuela decretó la primera victoria de la lepra en tierras brasileña, un triunfo trabajado, justo y sufrido porque Newells no solo debió enfrentar a un rival en el campo de juego sino a los errores arbitrales que le jugaron siempre en contra. La lepra ganó y por una noche la alegría no fue brasilera…

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