Central no pudo romper la racha negativa de visitante, sumó un empate en Mendoza que poco y nada sirve
Central llevaba a Mendoza todas sus incertidumbres, en un tiempo de malos rendimientos, con jugadores muy por debajo de su nivel habitual. En ese contexto tan desfavorable el canalla pretendía recuperar el rumbo para volver a ser un equipo creíble y de buen rendimiento. Enfrente estaba Independiente Rivadavia que también tiene sus fantasmas, un conjunto que deambula como el auriazul por la mitad de la tabla. Encuentro con diagnostico incierto mas por incapacidades propias que por virtudes ajenas.
El cotejo comenzó de la peor manera para el canalla, porque a los 3´ tras un impecable tiro de esquina ejecutado pro Villa, Ramis anticipó a Sández y de cabeza convirtió el 1-0. Aunque esta vez lo empató rápido ya que a los 11´ luego de una magistral ejecución de un tiro libre por intermedio de Malcorra, Quintana puso la testa para estampar el 1 a 1. En un abrir y cerrar de ojos el equipo de Lequi se ponía otra vez en partido.
Luego de los goles, fue Independiente Rivadavia quien mejor interpretó como debía jugarse el cotejo y no ser por Jorge Broun que evitó el gol del local respondiendo muy bien ante sendos remates de Villa y Sequeira que tenían destino de red. También el parante derecho del golero contribuyó en mantener la igualdad cuando un remate del propio Sequeira desde afuera del área se estrelló contra el palo derecho ante la atenta mirada de un arquero que nada podía hacer.
Se fueron al vestuario con sensaciones opuestas, el local con la bronca de haber merecido mas y el canalla que sigue padeciendo los mismos bajones futbolísticos que sufrió a lo largo de todo el torneo. La segunda etapa era una nueva posibilidad para Central para intentar cambiar en algo su mal presente.
En el complemento Matías Lequi dejó en el vestuario al Beltrán y mandó a la cancha a Jonatan Gómez, luego se resintió Mallo y también debió abandonar el campo. Central se desordenó mas de la cuenta y el partido se hizo desprolijo jugándose gran parte del tiempo lejos de los arcos. Solo una aproximación de Marco Rubén que fue bien contenida por Centurión quedó en el haber del canalla en una noche que poco saldo favorable dejó al auriazul.
El pitazo final del Nicolás Ramírez sentenció una nueva frustración para el canalla que debía ganar para mantener alguna aspiración de ingresar a la Copa Sudamericana, algo que parece a esta altura una verdadera quimera. Central volvió a brindar una pobre actuación y no solo la ausencia de expectativas inmediatas condena esté presente del canalla sino saber si el trabajo realizado por Lequi hasta ahora tiene algún sustento para seguir ocupando el cargo de entrenador del primer equipo. Las fechas que quedan definirán mucho de esta historia del equipo de Barrio Arroyito donde muchos hinchas ya consideran que por lo poco hecho en el torneo, para el canalla fue un año perdido.