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Central ante Belgrano se regaló una alegria el día de la última función de Marco Rubén

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El motivo que aglutino a los hinchas en el Gigante superaba las exceptivas por ver ganar al equipo de Holan, la razón que movilizaba a los hinchas para confirmar du asistencia al estadio pasaba por la despedida de Marco Rubén, la ultima balada del goleador canalla, quién ante su gente regalaba la última función para una carrera plagada de días felices dentro del campo de juego donde el número “9” entregó todo e hizo vibrar a la gente auriazul con sus goles. “Todo tiene un final todo termina”, cantaba Vox Dei y a Rubén le llegó su momento para bajarle el telón a una fantástica carrera futbolística…

Holan para este partido de despedida puso en el campo mucho “piberío” con Gaspar Duarte como la gran figura para dibujarle al hincha la sonrisa final y para proyectar un 2025 que sea mucho mejor. La primera etapa mostró a un Central paciente y desde el inicio intentó entregarle al partido un buen trato de pelota. Belgrano, sin embargo, fue el que tuvo las chances más claras de gol. El canalla despabiló la monotonía del cotejo cuando Damián Martínez la clavó en el ángulo derecho de Chicco para señalar el 1 a 0. Central rompía el cero y le daba tranquilidad para el resto del encuentro.

Antes de la conquista del local, el equipo de Holan sufrió demasiado en el retroceso y los cordobeses no pudieron abrir ni empatar el partido porque cuando dispusieron de las oportunidades se interpuso buenas respuestas de Jorge Broun y hasta el palo fue cómplice para que el arco canalla continuara en cero. El equipo de Holan no contó con tantas jugadas de riesgo, aunque la intervención del VAR hizo primero, que Espinoza se rectifique después de cobrar un penal a favor y más tarde, le anule un gol a Duarte por una infracción en el inicio de la jugada.

En el complemento y cuando el juego todavía no se había armado, el pibe Duarte la recibió por la derecha, se la cedió a Segovia para que el nobel jugador canalla convierta su primer gol en la máxima. El 2 a 0 marcaba una gran distancia en el marcador, aunque a pesar de ello Belgrano no acusó el golpe y un par de minutos más tarde alcanzó el descuento en los pies de Hernandes. El 2 a 1 le puso puntos suspensivos al resultado.

En los últimos minutos, Central pudo ampliar la diferencia, pero marró las ocasiones que tuvo para convertir, mientras que a Marco Rubén casi no le quedó ninguna jugada limpia para anotar, lo que hubiera sido, su último gol con la camiseta canalla. El resultado final tras el pitazo de Espinoza fue justo, porque el auriazul, jugó mejor y eso le permitió cerrar con una alegría un año que fue para el olvido y que obligará seguramente a la dirigencia a redoblar esfuerzos para mejorar lo hecho en el 2025.

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