Cabandié dijo que el atentado contra la Vicepresidenta es “un hecho social y político”
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, consideró este domingo que el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue “un hecho social y político” y exhortó a regular los discursos de odio desde “la ética del periodismo y de los que hacemos política”.
“El discurso del odio es un fenómeno global, muy lejos está lo que aconteció con Cristina de ser un hecho policial o de seguridad. Esto es un hecho social y político que acontece en todo el mundo”, dijo Cabandié en diálogo con Futurock.
El ministro apuntó contra los dichos de los diputados Javier Milei (La Libertad Avanza) y José Luis Espert (Avanza Libertad) en la sesión del Congreso del sábado último, en la que afirmaron que el ataque hacia la vicepresidenta era una cuestión de “índole policial o delictiva”.
“Nadie se puede hacer el distraído de que existe el discurso de odio de forma global”, afirmó Cabandié y exhortó a “desentrañar a aquellos que construyen plataformas para que esto suceda”.
Además, criticó a los “sectores de la política que viven del odio” y analizó que “ese odio emana de distintos ámbitos sociales y hay un porcentaje de la población que son receptivos a eso”.
En consecuencia, analizó que “muchos tratan todo el tiempo de encontrar creatividad para ver cuál es el nuevo mensaje disruptivo para conseguir más likes en las redes sociales”.
No fue un hecho aislado, esto es consecuencia de discursos que promueven el odio y generan violencia.
— Juan Cabandié (@juancabandie) September 2, 2022
Hoy el pueblo argentino vino a la Plaza de Mayo a defender la democracia y la paz social.#TodosConCristina pic.twitter.com/pL8gUMT5y7
Ante esta situación, consideró que los discursos de odio “podrían regularse” desde “la ética del periodismo, de la comunicación y de lo que hacemos política”, y valoró las “distintas experiencias en el mundo” que van en esa dirección.
A la vez, explicó que “todo esto está cruzado con la libertad de expresión”, por lo que “es una complejidad”.
Sin embargo, advirtió que “si no podemos debatir esto no vamos a poder hacer nada para acortar los discursos de odio”.