Bolsonaro: “Este gobierno se pone feliz cuando la gente compra armas”
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este sábado que su gobierno se pone “muy feliz” cuando la ciudadanía compra armas para defender sus propiedades rurales, durante un discurso en Santa Rosa, en el sur del país, a 78 kilómetros de la frontera con la provincia de Misiones.
Candidato a la reelección el 2 de octubre, Bolsonaro apuntó a reforzar su apoyo en el agronegocio al participar de la 23a. Feria Nacional de la Soja en Río Grande do Sul, uno de los bastiones de la extrema derecha, de acuerdo a las elecciones generales de 2018.
“Ustedes saben que la seguridad de una nación pasa por las Fuerzas Armadas, pero también pasa internamente por el conocimiento que tiene su población. Y saben que un pueblo armado jamás será esclavizado, como digo siempre. Cada vez más estamos dando ese derecho. Este gobierno no teme, muy por el contrario, se pone muy feliz cuando los ciudadanos de bien y responsables buscan comprar un arma de fuego”, afirmó en su discurso.
Desde que asumió en 2019 Bolsonaro flexibilizó la legislación y liberó el porte de armas, otorgando mayor autonomía a la tenencia de armamento de fuego en las zonas rurales.
Bolsonaro usó el evento para fustigar al Movimiento campesino Sin Tierra (MST), que respalda la candidatura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, lanzada oficialmente en un acto en San Pablo.
El dirigente de ultraderecha les dijo a los ruralistas que ahora pueden convivir con los campesinos porque el gobierno se ha encargado de ceder tierras a la población pobre del campo, para que así desistan de integrar el movimiento social que lucha por la reforma agraria.
“Siempre le damos atención al agronegocio y decidimos darles escrituras a campesinos para que dejen las invasiones del MST. Estamos trayendo para nuestro lado a personas humildes que eran del MST. Cada vez más esos campesinos trabajan al lado del estanciero en sus propiedades”, aseguró Bolsonaro.
El mandatario dijo que el agronegocio de Brasil es un ejemplo mundial, que abastece de alimentos al mundo y volvió a cargar contra la dirección de la empresa Petrobras, que él mismo designa, por aplicar la política de trasladar los precios internacionales del crudo al consumidor brasileño de nafta, gasoil y gas.
“Brasil no aguanta más un reajuste”, afirmó Bolsonaro, quien acusó a parte de la estructura de Petrobras de trabajar a favor de los accionistas privados de la petrolera, aunque no anunció ningún cambio de rumbo en la política de precios internacionales.