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Aumentaron las consultas por afecciones respiratorias por el humo de los incendios

Las consultas por afecciones respiratorias derivadas del humo de los incendios en la zona de islas del Delta del Paraná, que afectan a Rosario y otras ciudades costeras, van “en incremento” en el sector privado de salud y en el servicio dispuesto por la Universidad local, que recibió más de 300 llamadas en pocos días.

“Hay un incremento en las consultas por afecciones directamente vinculadas a la exposición con el humo”, dijo a Télam el médico neumonólogo Daniel Buljubasich, expresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

“Los días que hay humo, y los siguientes, nos encontramos con descompensaciones de cuadros de alergia, asmáticos, EPOC, rinitis y sequedad de garganta”, añadió el especialista que atiende en el Hospital Español.

El servicio de atención telefónica que habilitó la semana pasada la Dirección de Salud de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) da cuenta de ese fenómeno.

Su encargado, Ricardo Nidd, dijo a Télam que hasta el martes al mediodía se habían atendido 302 consultas telefónicas por problemas respiratorios derivados de la inhalación de humo, pero 200 de ellas se produjeron en las jornadas siguientes al domingo 7 de agosto, cuando Rosario estuvo cubierta del humo proveniente de la quema ilegal de pastizales.

“Al mediodía de ayer (por el martes) habíamos recibido 302 consultas, 255 ya las atendimos, otras están en proceso, porque las llamadas siguen entrando”, explicó Nidd, y aclaró que el servicio no funcionó el último fin de semana largo.

Una de las consecuencias de los incendios intencionales en la zona de islas del Delta del Paraná, frente a Rosario, es la inhalación de aire contaminado por el humo.

Mediciones preocupantes

El Observatorio de Ambiente de la UNR midió el lunes 8 de agosto un “40% de material particulado” por sobre la concentración máxima de partículas en el aire.

Buljubasich explicó que a las afecciones más comunes “en las vías respiratorias superiores” se suman otras de índole cardíaca.

“Las partículas son pequeñas e ingresan por el aparato respiratorio, pero al final hay contacto de los alvéolos y la sangre, las partículas son tan chiquitas que atraviesan la membrana y terminan en la sangre”, explicó el profesional, para agregar que “los cardiólogos alertan sobre descompensaciones por problemas cardíacos previos”.

El neumonólogo añadió que “los daños que vamos viendo superan, incluso, las expectativas” previstas por la exposición al humo durante largos períodos de tiempo.

El responsable del área Salud de la UNR, por su parte, dijo que “los síntomas” que registran en las consultas telefónicas “son afectación de las mucosas, tos seca y persistente, sequedad irritativa y molestia en la garganta”.

También explicó que a “algunos pacientes los citamos por consultorios externos, a otros los direccionamos en función de sus posibilidades asistenciales o le evitamos pasos intermedios y los direccionamos a un nivel de mayor complejidad”.

Nidd, que es psiquiatra, sostuvo que “el síntoma predominante, que a veces la medicina deja pasar, es la profunda angustia de no saber cuándo termina esto”.

“No es sólo tos y mocos, a veces la gente llama angustiada”, dijo el funcionario de la UNR, para agregar que la frecuencia de las consultas varía con la presencia del humo.

“Somos esclavos del viento, y en esta ocasión nos está favoreciendo”, agregó en relación a los últimos días, en los que la presencia del humo disminuyó en Rosario, para llegar ayer a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

Buljubasich, por su parte, dijo que todas las medidas preventivas, como el uso del barbijo o quedarse en lugares cerrados para evitar el aire libre, “son parciales, porque las partículas son muy pequeñas” e igualmente se respiran.

El profesional aconsejó no realizar actividades deportivas al aire libre porque “los efectos aumentan” ya que “se incrementa la frecuencia respiratoria y la profundidad de las respiraciones”.

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