Asesinato de la hija del filósofo ruso: el Kremlin acusa a Ucrania y este a los ultrarradicales rusos
La muerte de la hija de un filósofo nacionalista ruso que ha justificado y defendido la invasión de Ucrania fue causado por una bomba colocada bajo el vehículo que ésta conducía cerca de Moscú, en lo que podría haber sido un ataque cometido por el Gobierno ucraniano, dijeron hoy autoridades rusas.
Ucrania dijo que no tuvo “nada que ver” con la explosión que este sábado mató a Daria Duguina, periodista y politóloga de 29 años hija de Alexander Duguin, un filósofo al que medios occidentales describen a menudo como “cerebro” o uno de los mentores ideológicos del presidente ruso, Vladimir Putin.
Los vínculos de Duguin con Putin, sin embargo, no están claros, aunque el Kremlin frecuentemente se hace eco de la retórica de sus escritos y de sus habituales apariciones en la TV estatal rusa para hablar sobre la política exterior del país o la guerra en Ucrania, a la que se asocia con la invasión rusa en curso en ese país.
Duguin es uno de los filósofos que ha popularizado el concepto de “Nueva Rusia”, que el Gobierno de Putin ha usado para justificar la anexión de la península ucraniana de Crimea, en 2014, y su apoyo a rebeldes separatistas alzados en armas en el este de Ucrania desde ese mismo año.
Uno de los líderes de los rebeldes separatistas acusó este domingo a Ucrania de su asesinato.
El intelectual Duguin promueve a Rusia como un país religioso, de valores tradicionales y liderazgo autoritario, y desdeña los valores liberales de Occidente.
Duguina expresaba visiones similares como comentarista del canal de TV nacionalista ruso Tsargrad.
En marzo había sido sancionada por Estados Unidos por su trabajo como jefa de edición de United World International, un sitio de Internet al que Washington acusa de diseminar desinformación y propaganda prorrusa.
Al anunciar las sanciones, Estados Unidos citó un artículo suyo de este año en el que decía que Ucrania iba a “perecer” si se adhería a la OTAN, la alianza militar transatlántica liderada por Washington.
El Comité de Investigación de Rusia, el organismo encargado de la investigaciones penales, dijo que Duguina murió cuando el auto en que circulaba explotó y se incendió como consecuencia del estallido de una bomba adosada en la parte inferior del vehículo.
La joven “murió en el lugar” de la explosión, cerca de la localidad de Bolshie Viaziomy, a unos 40 kilómetros de Moscú, dijo el Comité de Investigaciones en un comunicado.
La nota agregó que el comité abrió una investigación por “homicidio” por la muerte de Duguina, informó la agencia de noticias AFP.
La vocera de la Cancillería rusa dijo que los investigadores seguían una “pista ucraniana”, según la cual el ataque podría haber sido cometido por el Gobierno ucraniano.
“Si se confirma la pista ucraniana (…) y eso deberán verificarlo las autoridades competentes, estaremos hablando de terrorismo de estado por parte del régimen de Kiev”, dijo la vocera, Maria Zajarova.
Un asesor del presidente ucraniano, Volodimir Zelenki, rechazó las sospechas rusas.
“No somos un Estado criminal, como Rusia, y definitivamente no somos un Estado terrorista”, dijo Mijailo Podoliak a la TV estatal de Ucrania.
“Ucrania no tiene nada que ver” con el atentado con bomba que ayer mató a la hija del filósofo Alexander Duguin en Rusia, agregó Podoliak.
Quién es Alexander Duguin
Allegados a la familia de Duguin dijeron a agencias de noticias rusas que el objetivo del ataque había sido el intelectual, ya que Duguina conducía el automóvil de su padre.
Duguin es teórico del neoeurasianismo, una alianza entre Europa y Asia liderada por Rusia. Está sujeto a sanciones de la Unión Europea (UE) desde la anexión de Crimea.
En los últimos años Ucrania prohibió varios de sus libros, en particular “Ucrania. Mi guerra. Diario geopolítico” y “Revancha euroasiática de Rusia”.
El contexto y la relevancia del asesinato
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero pasado luego de que Estados Unidos rechazara exigencias de Putin de archivar planes de adhesión a la OTAN de la exrepública soviética, algo que Moscú ve desde hace décadas como una amenaza a su seguridad y una “línea roja” que nadie debía trasponer.
Putin ha dicho varias veces que uno de los objetivos centrales de la invasión es proteger del Gobierno ucraniano a ucranianos rusoparlantes que no se sienten representados por las autoridades que dirigen el país desde que una ola de protestas populares apoyada por Occidente derrocó a un presidente que promovía buenas relaciones con Rusia, en 2014.
Luego del violento derrocamiento del expresidente Viktor Yanukovich, la sureña península ucraniana de Crimea, que tiene una gran población rusoparlante, celebró dos referendos en los que se votó a favor de incorporarse a Rusia.
Ucrania dijo que las consultas fueron armadas por Rusia como parte de un plan para anexionarse Crimea.
Casi al mismo tiempo, separatistas ucranianos se alzaron en armas contra las nuevas autoridades antirrusas de Kiev en dos provincias de mayoría rusoparlantes del este de Ucrania que forman una región conocida como Donbass.
Más de 14.000 personas murieron desde entonces en una ofensiva ucraniana contra los separatistas, según la ONU.
El líder de Donetsk, una de esas dos provincias separatistas de Ucrania, acusó hoy al Gobierno ucraniano del atentado contra la hija de Duguin.
“Los terroristas del régimen ucraniano intentaron liquidar a Alexander Duguin, pero mataron a su hija”, afirmó Denis Pushilin, líder de la “república” que separatistas ucranianos han proclamado en la provincia oriental ucraniana de Donetsk.
Putin reconoció la independencia de las repúblicas proclamadas por los separatistas ucranianos en Donetsk y la vecina provincia de Lugansk, fronteriza con Rusia, dos días antes de lanzar la invasión de Ucrania.
El mandatario ruso ha hecho de la “liberación” del Donbass uno de los objetivos centrales de la invasión. El Ejército ruso lanzó una gran ofensiva en el Donbass en abril pasado y ya controla toda Lugansk y la mitad de Donetsk.