Aseguran que un grupo inversor nacional quiere quedarse con Vicentin
En la disputa judicial y económica por quién maneja y se queda con los activos de Vicentin tiene un nuevo jugador: el grupo inversor nacional CIMA del financista Esteban Antonio Nofal. Asociado al corredor de cereales Mariano Grassi, lideró la compra de la deuda de u$s 447 millones que el gigante agroexportador en quiebra tiene con bancos internacionales.
En 2019, la caída de Vicentin dejó un tendal de acreedores que suman u$s1.600 millones y todavía está en instancias judiciales.
Nofal, quien ni en Linkedin tiene imagen de perfil, es el presidente de CIMA Investments y está segundo en la vicepresidencia por Carlos Miguel Curi. Ellos consiguieron entre u$s50 millones y u$s70 millones para quedarse con la deuda por cobrar.
El grupo CIMA es totalmente desconocido para los sectores políticos y sociales de la provincia de Santa Fe. Ciertos grupos financieros lo conocen. El dinero viene de afuera. Nofal está muy vinculado a Mauricio Macri“, dijo el diputado provincial santafesino Carlos del Frade al medio periodística Letra P
“Nofal habría tenido contacto con el principal acreedor argentino dentro de la deuda de Vicentin, que es el grupo Grassi”, planteó el diputado
En declaraciones a Radio La Red, Estanislao Bougain, director independiente de la empresa Vicentin, aseguró que “el grupo CIMA está aliado internamente con Commodities SA, que es acreedor y que termina comprando, con un grupo financiero, la deuda de los bancos”.
“Es muy difícil que Vicentin supere en funcionamiento el tiempo que insuma concretar un salvataje”, evaluó.
Ahora bien, Esteban Nofal es uno de los hijos del fallecido Luis Nofal, cofundador de Torneos y Competencias junto a Carlos Ávila. Hasta 2021 figuraba como director de Nofal Sports Holding S.A., una empresa mencionada en el pago de coimas a dirigentes de fútbol en el marco de la investigación del FIFA-gate.
En 2015, la entonces Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) denunció a esta empresa por evasión tributaria, asociación ilícita fiscal y lavado de dinero.
Nofal, con la firma CFS Advisors, apareció en la nómina de empresarios y exfutbolistas con cuentas offshore en los Panamá Papers, la investigación de un consorcio de periodistas internacionales.
Mariano Macri, hermano del expresidente, le aseguró al periodista de investigación Santiago O’Donnell que Nofal había intercedido para presionar a la empresa española Isolux a fin de que venda los parques eólicos a empresas relacionadas con la familia Macri y Carlos Tévez. Nofal desmintió a Mariano Macri en la justicia, aunque admitió que fue intermediario.
Trabajó en BBVA y operó en Wall Street para Morgan Stanley. Creó Decidir.com y se la vendió a Veraz.
Al fondo CIMA Investments se le atribuye la titularidad de la constructora SES.SA, cuyo dueño original fue Nicky Caputo.
En 2014, Nofal anunció el lanzamiento de sendos fideicomisos de los clubes River Plate y Estudiantes de La Plata, cuyos resultados no trascendieron.
Grassi, el acreedor disconforme
En su inmersión en el concurso de acreedores de Vicentin, CIMA está guiado por la corredora de cereales Grassi, que lidera al conjunto de demandantes disconformes con el plan de pagos propuesto por la empresa vaciada.
Grassi, dueño de Commodities SA, busca que la justicia habilite el mecanismo de cramdown o salvataje incluido en la ley de Quiebras, por el cual otros oferentes pueden acercar propuestas para competir con las que presenta la empresa en busca de evitar la quiebra.
Del otro lado, está la propuesta de pago de la empresa a los acreedores, en tándem con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Viterra (ex Glencore) y Bunge Argentina. Estos son los jugadores de la batalla judicial a partir del escándalo de Vicentin.
La compra de la deuda a los bancos, puede hacer que la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe entienda que hay una posible solución por fuera del concurso”, dijo Del Frade y agregó: “Da la sensación de que la resolución de la Corte va a estar supeditada a la intervención del Fondo CIMA, pero es una especulación”.
Esa conjetura, instalada en el ambiente, ayuda a explicar por qué los bancos acreedores de Vicentin aceptaron poco más de 11 centavos por cada dólar que prestaron, cuando el acuerdo que tiene que homologar la Corte y que ofrece Vicentin es por 25 centavos por cada unidad.
El sector agroexportador en silencio
Dos fuentes del sector agroexportador consultadas por Letra P, que están en el negocio, aseguraron que no conocen de dónde provienen los fondos con que les pagaron a los bancos extranjeros acreedores de Vicentin.
“Es una garantía de compra de la deuda comercial de Vicentin con los bancos del exterior. Esperemos que la empresa pueda seguir funcionando. Veremos qué dice la Corte Suprema santafesina”, explicó otra fuente del mercado con vínculo directo con los directivos de Vicentin procesados.
En el proceso se juega la parte de Vicentin en Renova SA, una empresa que comparte con Viterra, ex Glencore, una de las plantas de trituración de granos más importantes del mundo. Vicentin abarca 33 empresas, 7.000 puestos de trabajo directos y otros 30 mil indirectos.
“La otra cuestión fundamental de Vicentin es el proceso penal que se siguen a los 14 principales directivos del grupo que fugaron 791 millones de dólares entre agosto de 2019 y enero de 2020”, afirmó Del Frade.