¿Apóstatas o fieles a las convicciones?: La disyuntiva que atraviesa a la oposición política doméstica
Al santafesino por estos días “no le hablen de política ni de elecciones” porque eso encrespa sus ánimos. Son tantas las preocupaciones que aquejan a diario su existencia que no quiere saber nada de andar pensando en respaldar a tal o cual candidatura. A pesar de esa coyuntura adversa los espacios ya están en campaña con miras al 2023 y lo hace surfeando el malestar general de una sociedad enojada con la clase política. Eso hace que cada palabra o cada acto de un dirigente tengan que atravesar por un verdadero campo minado hasta llegar a su destino, sobretodo, si en el escaparate de las futuras candidaturas se prioriza la conveniencia electoral por encima de las convicciones partidarias.
Carlos Del Frade en diálogo con el programa “Con sentido político” de Radio Del Plata advirtió que aquellos que busquen alianzas por un mero objetivo de perseguir un éxito electoral corren el riesgo de perder el acompañamiento de su electorado, porque el votante se podría sentir traicionado en sus ideales y principios por parte del candidato que apoyó en las elecciones. El santafesino es un elector muy particular, como hemos apuntado desde siempre en las columnas de opinión de este medio, “lo que te da, te lo quita con la misma facilidad” al momento que las urnas invitan a la sociedad a participar de su juego.
La tan mentada y recurrente iniciativa impulsada por algunos dirigentes de peso del radicalismo santafesino (léase Maximiliano Pullaro y Felipe Michlig) para instalar un frente opositor amplio que involucre a todos los espacios de la provincia corre el riesgo de generar en la sociedad muchas más dudas que certezas. Mezclar dirigentes de derecha, de centro, radicales, con sectores de izquierda y progresistas conlleva siempre un alto riesgo implícito. La disparidad de ideales y principios existente entre los protagonistas del convite partidario puede generar una ruptura, ante la primera desavenencia grave que se produzca en el seno del mismo.
Pensando en lo que se viene, el PRO santafesino ya marcó la cancha, lo hizo para que no haya malos entendidos al momento de generar el nuevo frente opositor y advirtió que para que el partido que conduce Federico Angelini forme parte de esa alternativa electoral deben cumplirse varios requisitos como ser: Que el nombre del armado sea “Juntos por el Cambio”, que toda proyección o construcción provincial debe estar apoyada sobre el proyecto nacional del espacio que lidera Mauricio Macri y para terminar una permisa que parece innegociable, que todos los partidos que lo integren deben dar su incondicional apoyo a los candidatos nacionales del espacio”. “Si lo vamos a hacer, lo vamos a hacer bien” hubiera dicho el recordado y querido Alberto Olmedo
Las exigencias del PRO van a suscitar reacciones negativas entre los dirigentes de las distintas escuderías políticas intervinientes en su concepción y pueden llegar a poner “palos en la rueda” en los acuerdos necesarios para darle forma al entramado electoral opositor. El Socialismo resulta ser el más reticente a dar el “si” para integrar un “frente de frentes”, “el espacio de la Rosa” apuesta por estos tiempos, a mantenerse enfocado en debates y propuestas que se suscitan puertas adentro de la fuerza para darle forma al mejor proyecto de gobierno con el cual intentarán llegar nuevamente a la Casa Gris en el 2023.
Clara García, hace bastante tiempo ya, recorre la provincia para interiorizarse de las necesidades y reclamos de los santafesinos. La diputada provincial se convirtió en la abanderada que busca darle continuidad al legado del ex gobernador, Miguel Lifschitz. Asumió ese compromiso con entereza y convencida que el Frente Progresista puede recuperar el gobierno de la provincia desafiando a la grieta. “El recuerdo de Miguel siempre nos acompaña”, nos confió a este portal una dirigente importante del espacio en referencia a que “comparten su presencia” en cada una de las recorridas por el territorio.
La pregunta obligada que debe hacerse el redactor de esta columna en esta previa del año electoral, es para saber si ¿Mónica Fein o Clara García estarían dispuestas a dar su apoyo a las candidaturas nacionales de Juntos por el Cambio como lo solicita el PRO? La respuesta surge por si sola, los hechos señalan que no existe posibilidad evidente para que las legisladoras del socialismo den su consentimiento a las postulaciones de Macri, Patricia Bullrich o Larreta para el cargo de presidente.
El Socialismo hoy estaría más cercano a formar parte de una alianza con el Peronismo Centro o Federal- que tiene como referente al gobernador de Córdoba – que aliarse con la derecha que representa el ex presidente de Boca Juniors. “Desde el socialismo creemos que son necesarios nuevos liderazgos a nivel nacional y creemos que Schiaretti tiene mucho para aportar para los tiempos que se vienen en el país” supo decir oportunamente la presidenta del partido Socialista, abriendo de esa manera la puerta que podría conducir hacia una nueva alternativa electoral. “El limite es el macrismo” había dicho con convicción tiempo atrás Antonio Bonfatti sobre la posibilidad de juntar al PS con el PRO. “El hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabra”, la frase de Aristóteles viene como anillo al dedo para la ocasión.
Por su parte, Carlos Del Frade selló una coalición política con Rubén Giustiniani para poner sobre la mesa un armado de centroizquierda que contenga a los espacios que no comulgan con las grandes estructuras políticas de Santa Fe. Según reconoció el diputado provincial, hay tratativas para sumar a “Bases Socialistas” sector integrante del PS que conducen Eduardo Di Pollina y Claudia Balagué y al diputado radical Palo Oliver. Las reuniones están en curso, aunque más allá del deseo del referente del Frente Social y Popular, los dirigentes en cuestión elegirían seguir formando parte de Frente Progresista en el 2023. “Llegado el momento va a triunfar el sentido común de los dirigentes y no habrá más fugas en el socialismo” ; nos comunicó de manera tácita un operador político del espacio en Rosario, en alusión al futuro que les espera a los legisladores mencionados.
Los radicales santafesinos tienen su propia historia que contar, con Pullaro y Scarpin como dos actores importantes para proyectar el crecimiento del espacio dentro de Juntos por el Cambio. El ex ministro de Seguridad de Santa Fe transita sus días de manera disruptiva, su impronta mediática a generado mas de un conflicto como también fuertes cruces con el peronismo santafesino, El líder de “Evolución” espera confiado que sus formas le permitan aumentar la empatia del electorado hacia su persona. En oposición a la postura elegida por el diputado provincial, el senador nacional Scarpin recorre el camino inverso y le quita toda trascendencia a una posible candidatura suya, aunque reconoce que le gustaría, si se lo proponen, competir por la gobernación el año próximo. Para lo cual contaría con la bendición de Carolina Losada. “Equipo que gana no se toca” dice una máxima futbolera que puede ser aplicable al triunfo electoral obtenido en las intermedias nacionales del 2021 por el tandem formado por la periodista y el ex intendente de Avellaneda.
Como las fechas para las elecciones provinciales aún están en ciernes, principalmente, porque todavía – ni siquiera – se confirmó la realización de las PASO. La oposición espera por el calendario electoral y redefine sus estrategias, algunos continúan- con ahínco – incentivando la formación de un amplio frente, otros en cambio, prefieren seguir manteniendo inalterables sus convicciones y reniegan de formar parte de un “rejunte” solo para ganar un comicio. Da la sensación que hay medios de comunicación y periodistas mucho más ansiosos en la concreción del frente de frentes que los propios dirigentes que participan en su armado. “Por eso, mis queridos orejones del tarro, a seguir laburando, la neurona atenta”, solía decir Tato Bores, y habrá que hacerle caso nomás, no nos quedará otra para no comerse la curva…..