Alberto Botto cerró el año con un fuerte mensaje a la familia de Luz y Fuerza: “La dignidad no se negocia”
En vísperas de las fiestas, el Secretario General del gremio analizó el complejo escenario actual, llamó a fortalecer la unidad y envió un saludo fraternal a trabajadores activos y jubilados.
Al aproximarse el cierre de un año marcado por la complejidad económica y los desafíos para el sector laboral, el Secretario General de Luz y Fuerza, Alberto Botto, compartió un mensaje de balance y esperanza dirigido a toda la familia lucifuercista.
A través de un cálido saludo, el referente sindical destacó la importancia de la unidad y la organización como los pilares fundamentales para enfrentar el escenario que se proyecta para el próximo año.
Un mensaje de acompañamiento y unidad
En un contexto de incertidumbre para el movimiento obrero, Botto puso de relieve el compromiso de la conducción sindical con cada afiliado. “Compañeros y compañeras, estamos terminando un año difícil y desde el Secretariado queremos enviarles un saludo fraternal y desearles que pasen una muy Feliz Navidad y que tengan un excelente 2026”, expresó el dirigente.
Asimismo, reafirmó la vigencia del modelo de gestión que viene llevando adelante la organización, asegurando que ante las adversidades no habrá cambios de rumbo: “El camino es el mismo que venimos llevando hasta el momento: unidad, organización y solidaridad”, subrayó Botto con firmeza.
El rol de los jubilados y la familia gremial
Uno de los puntos más emotivos de su mensaje fue el reconocimiento a los trabajadores pasivos. Para el Secretario General, los jubilados no son solo el pasado de la institución, sino una parte activa y esencial del presente.
“Son una parte fundamental de nuestra institución y por eso tenemos que seguir de la misma manera”, afirmó, ratificando las políticas de integración y cuidado que el sindicato sostiene para quienes dedicaron su vida al sector eléctrico.
Un cierre con mística militante
Para finalizar, el titular de Luz y Fuerza dejó una definición política contundente que resume la postura del gremio frente a los tiempos que vienen: “Para este gremio, la dignidad no se negocia”.
Con un “fuerte abrazo militante”, Botto cerró su mensaje anual, convocando a las trabajadoras y trabajadores a mantener el espíritu de lucha y la cohesión interna para un 2026 que exigirá una organización gremial fuerte y presente.
