A 29 años de su creación, el Servicio de Lectura Accesible suma una biblioteca digital
El Servicio de Lectura Accesible del municipio tiene 29 años acercando lecturas a personas con discapacidad. Fundado en 1994, este espacio ubicado en la Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez, se dedica a la creación y distribución gratuita de textos accesibles de todas las disciplinas. Su objetivo es democratizar el conocimiento y propiciar la inclusión social de las personas con discapacidad, derribando las barreras que impiden la plena igualdad de oportunidades.
Hace unas semanas, el servicio inauguró una biblioteca digital que pone a disposición parte de las colecciones del Servicio de Lectura Accesible tanto de la Biblioteca Argentina como de la Biblioteca Pública Municipal José Manuel Estrada. Al momento contiene libros, pero en el futuro se incorporarán otros tipos de materiales en digital como folletos, artículos, publicaciones periódicas, ponencias y trabajos de investigación, así como también archivos de audio.
El coordinador del espacio, Gustavo Carranza, recuerda cómo surgió: “La tecnología le dio lugar al servicio hace treinta años. Para poder manejar una PC necesitamos un audio que reproduzca lo que aparece en pantalla y a través de distintos comandos del teclado, podemos desplazarnos en el sistema, hacer todas las operaciones. En esa época las computadoras no tenían placa de sonido y utilizaban un sistema de sintetizador de audio externo, con el tiempo se fueron incorporando las placas de sonidos, modificando los programas de lectura de pantalla. Actualmente, los sistemas están incorporados en Windows. Esto nos permitió ser el puente tecnológico para llegar a más personas. Porque hasta ese momento, si no era con la impresora en Braille, era muy difícil acceder a la información”.
Y agrega: “Yo participaba en Mucar (Movimiento de Unidad de Ciegos y Amblíopes de Rosario) que es una ONG, le propusimos a la Municipalidad un espacio inclusivo en un espacio público, donde los ciegos puedan tener acceso a este tipo de tecnología y, por otro lado, incorporar trabajadores con discapacidad visual. Así nace el Servicio de Lectura Accesible”.
Carranza hace hincapié en que el servicio es gratuito y abierto y señala que hay equipos muy costosos a los que de otra manera sería “imposible acceder”.
Los servicios que se ofrecen son digitalización de textos (escaneo y corrección de materiales impresos en papel), conversión de textos digitales a archivos de audio con voz sintética, impresión de textos en sistema braille (incluye cartas de bares y restaurantes, cartelería para instituciones públicas o privadas, entre otros), sala de lectura (cuenta con computadoras adaptadas con acceso a internet), dictado de talleres presenciales dirigidos a personas con discapacidad visual o abiertos a la comunidad, lectura y grabación de textos con voz humana, y asesoramiento y orientación acerca de tecnologías relacionadas con el acceso a la información.
“Cuando se creó el servicio fue el primero en toda Latinoamérica, de características públicas y gratuitas. En todos estos años, incluso, hemos hecho trabajos para otras provincias como Catamarca, Mendoza, Santa Cruz, entre otras. Realmente fue pionero porque en esa época todavía no había leyes normativas al respecto. Todo ese volumen de material está acá e incluye miles y miles de libros que tenemos en formato accesible. La biblioteca digital tiene que ver con la automatización del usuario, que pueda manejarse de manera individual el material”, dice el coordinador.
“Con el paso del tiempo fuimos ampliando funciones. No solo el escaneo y la corrección, la entrega del material en textos digitales, sino también producir textos con archivos de voz, sobre todo para personas mayores que no manejan computadoras”, cuenta. En ese sentido es fundamental el trabajo que hacen los voluntarios y las voluntarias que graban con sus propias voces, haciendo muy valioso su aporte al poder escuchar un libro a través de una persona real con su cadencia y su calidad de voz.
Creación de la biblioteca digital
Franca Sticcone, trabajadora del espacio, cuenta: “La biblioteca digital es un nuevo servicio que se incorpora. Estamos recién arrancando y lo que propone es poner a disposición a todas las personas con discapacidad que se registren como usuarias del servicio, el material accesible que se produce en este espacio. Hasta el momento se trabajaba a pedido. Los usuarios venían, expresaban la necesidad de adquirir un material en formato accesible. Ese servicio continúa, pero también le agregamos el de la biblioteca digital. La idea es poder producir material constantemente, alimentar esta biblioteca digital, porque a veces los usuarios pedían fragmentos y la idea es poder tener obras completas. Se hizo una selección, justamente, de todo lo que se produjo en estos 29 años”.
“El material que se pedía quedaba en el sistema pero no a disposición del resto de las personas con discapacidad. La apuesta es incorporar libros de escritores y escritoras de la ciudad y también de la provincia, además de editoriales locales. Es decir, que se puede acceder de manera gratuita y descargarlo a través de un usuario y una contraseña una vez que se registran, al mismo tiempo que acreditan que se posee una discapacidad”. Remarcan que es importante la acreditación de las personas ya que de esta manera cuidan el copyright de las obras literarias. En cuanto al criterio de selección, refuerzan la idea de que se encuentran obras completas y libros que no están disponibles en otras bibliotecas afines.
Esta biblioteca forma parte del catálogo colectivo en línea de la Municipalidad de Rosario. Las personas que se encuentren registradas como usuarias y usuarios del servicio pueden descargar de allí el material accesible de forma gratuita. En caso de necesitar textos que no estén disponibles, pueden solicitarlo al servicio a través de sus canales de comunicación.
Acceder a la lectura como un derecho fundamental
Gustavo Carranza dice que el Servicio de Lectura Accesible es una forma de llegar a las personas de manera transversal. “Una persona con discapacidad tiene que reincorporarse y entrenarse en su nueva realidad, llegamos a las personas y hablamos, de esta manera se crea comunidad. Porque compartimos las cuestiones de discapacidad y también muchas veces somos soporte de otros temas para los usuarios que vienen a buscar material”, menciona.
Para Franca Sticcone, el espacio es superimportante, porque vive en primera persona la posibilidad de acceder a la lectura en igualdad de condiciones que a otras personas. “No son las personas las que tienen que adaptarse, encontrar la manera de leer y acceder a los libros, es al revés, es el entorno que tiene que ofrecerlo, es la obra la que tiene que estar representada en distintos formatos, independientemente de las características sensoriales, cognitivas y físicas de esa persona. Es gratificante poder brindarles a otras personas un derecho y que puedan ejercerlo, para sortear esas barreras, que son las que genera la discapacidad. Como lectora lo he vivido”.
“Hasta ahora la biblioteca digital tiene textos, la idea en un futuro es poder agregar archivos de voz, como audiolibros. El servicio está pensado para personas ciegas, de baja visión, pero también a quienes se le impida la lectura en formato convencional, es decir, personas que no pueden verla, pero tampoco comprenderla, como el caso de personas disléxicas, que no pueden manipular el libro, estas personas son las que encuentran barreras en la lectura tradicional, porque leer pueden leer, solo que de otra manera. Es decir, que un formato es accesible cuando reúne las condiciones para que todos puedan usarlo, con autonomía, comodidad y seguridad. Acceder a la lectura es un derecho básico y estas personas encuentran una barrera porque la cantidad de libros que se editan de manera accesible es mínima. Entonces quedan excluidas, por eso es tan importante este servicio y es el Estado garantizando derechos”, finaliza.
El Servicio de Lectura Accesible funciona en la Biblioteca Argentina, Santa Fe 1553. Su número de teléfono es 4802538/539, número de interno 2143 y su correo electrónico bib-accesible@rosario.gob.ar. Los horarios de atención son de lunes a viernes de 8 a 18.30 y sábados de 9 a 13.30.