Política, fe y caja: Los pastores evangélicos y el “milagro” de la multiplicación de los pesos
El reciente escándalo que sacude a la provincia de Santa Fe, revelando transferencias millonarias desde la Agencia de Prevención de Drogas (APRECOD) bajo la administración de Maximiliano Pullaro a fundaciones ligadas a pastores evangélicos, es mucho más que un caso de mala gestión administrativa, es un espejo que entrega como indeseado reflejo, la falta de controles y la peligrosa instrumentalización de la fe en la política santafesina, justamente en el área más sensible para la ciudadanía rosarina: la lucha contra el narcotráfico y el tratamiento de las adicciones.
Los hechos, según las denuncias realizadas oportunamente por el diputado provincial Miguel Rabbia, son contundentes, ya que miles de millones de pesos fueron destinados a fundaciones o asociaciones civiles que tienen todas las características de ser organizaciones “fantasmas”. Estas entidades, supuestamente a cargo de pastores evangélicos, se habrían beneficiado de cuantiosos convenios para programas de prevención y recuperación de adictos.

Ahí es donde precisamente las alarmas empezaron a sonar con mucha más fuerza, porque la lucha contra el narcotráfico y el acompañamiento a las víctimas de las adicciones son tareas críticas, inmersas en un fuerte “aura” de sensibilidad social, por lo cual requieren de mucha transparencia, rendición de cuentas estrictas y un profesionalismo comprobado para el tratamiento del tema. El dinero público, más aún aquel destinado a salvar vidas, no puede ser desviado ni manejado con criterios discrecionales, por más buena voluntad que se invoque y eso es lo que precisamente traslucen los hechos denunciados.
¿Cómo es posible que una agencia estatal, con la complejidad de la APRECOD, haya firmado convenios por sumas tan elevadas con organizaciones cuya trayectoria y capacidad operativa no resisten el menor escrutinio?, una pregunta que necesita ser respondida con mucha celeridad y responsabilidad política.
Walter Ghione, actor central del escándalo
El uso de iglesias o fundaciones religiosas como intermediarios para el manejo de fondos públicos, le generan al actual gobierno, una poco conveniente “zona gris”, en donde se vuelve demasiado permisible “hacer caja para la política”, ya que las actividades tienen terreno fértil para poder prosperar en las sombras, disfrazadas de un gesto de finalidad social o espiritual. El involucramiento de pastores evangélicos en este tipo de escándalos, pone duramente en tela de juicio, no solo a la gestión de Pullaro, sino también el sentido de la ética de ciertos líderes espirituales, porque la fe debería ser siempre un refugio de integridad y no utilizarse, como una herramienta para acceder a la caja del Estado.

El nombre clave en esta denuncia es el de Walter Ghione, diputado provincial y líder del partido evangélico UNO (Una Nueva Oportunidad). Se lo señala como la figura que influyó en la designación de Luciano Sciarra como secretario de APRECOD, dándole así el control sobre la administración de los fondos destinados a la prevención de adicciones.
La denuncia, impulsada por el legislador Rabbia, apunta al desvío de casi 4 mil millones de pesos del programa “Redes del Cuidado” hacia asociaciones civiles y fundaciones vinculadas a la esfera evangélica. Las organizaciones que recibieron esos fondos -gracias al estado publico que cobró el hecho – están bajo una fuerte sospecha, no solo por su falta de antecedentes comprobables, sino, por haber sido creadas en un tiempo récord, lo que generó muchísimas dudas sobre su real capacidad para ejecutar programas complejos sobre prevención de adicciones.
El foco principal de la crítica, es que la supuesta emergencia en prevención de adicciones habría sido utilizada solo para justificar la transferencia directa de fondos sin los rigurosos controles que la ley exige. La magnitud de los montos requiere una respuesta clara y urgente del gobierno de Maximiliano Pullaro sobre los criterios utilizados para asignar de una manera tan simple, tamaña cantidad de dinero a las siguientes asociaciones religiosas afines: Asociación Civil Perseverar, Rockas Vivas, Asociación Civil Sinergia Ciudadana, Cooperativa de Trabajo OLH, Asociación Civil La Alborada y Asociación Civil Cambiar. La pelota está en la cancha del gobernador. La política y la justicia están obligados a darle una conveniente respuesta a la sociedad santafesina, para ello habrá que esperar aún por los nuevos capítulos que nos tiene preparado esta historia que recién comienza…
