Bomba en EEUU: Kimberly-Clark se quedó con una ex Johnson & Johnson, envuelta en denuncias y juicios
Poner u$s 40.000 millones sobre la mesa para comprar una compañía vinculada al consumo en EEUU, que además está en aprietos judiciales con una de sus marcas estrella, ya es un notición por sí solo, y mucho más cuando el desembolso proviene de la multinacional Kimberly-Clark, con fuerte presencia en más de 175 países, entre los cuales está Argentina.
“La mayoría esperaba que Kenvue vendiera algunas marcas seleccionadas, no toda la empresa, considerando los conflictos con Tylenol y el talco. Pero Kimberly-Clark probablemente vio valor a largo plazo en un portafolio sólido de marcas que cotizaba con un gran descuento“, explicó James Harlow, vicepresidente senior de Novare Capital Management.
Pero hay una lógica irrefutable en que el traspaso fuera total: ambas compañías comparten góndola en el segmento de higiene, salud y bienestar personal, por lo que la lógica de escala y distribución es clara.
La reacción del mercado tras el anuncio balancea las cargas del riesgo ligado a Tylenol ante las demandas judiciales y críticas de la Casa Blanca: cayeron con fuerza las acciones de Kimberly-Clark y simultáneamente las de Kenvue subieron 17,5%.
Nacida en 2023 de la escisión de Johnson & Johnson, Kenvue se encuentra pagando una prima del 46% por la antigua división de aquella firma.
Atravesó un año turbulento: en julio removió a su CEO y fue cuestionada por el Gobierno estadounidense debido a afirmaciones no comprobadas de que el uso de Tylenol durante el embarazo podría causar autismo en los niños, de acuerdo con despachos de Reuters.
En todo caso, las preocupaciones de los inversores respecto de la fusión podrían deberse, en parte, a la posible exposición legal de Kenvue ante cientos de demandas privadas y litigios vinculados a sus productos de talco para bebés.
Segundo semestre de 2026
De acuerdo con los despachos de agencias internacionales, se espera que la transacción se concrete de acá a un año, por la cantidad y variedad de aristas que presenta.
Los accionistas de Kenvue recibirán u$s3,50 por acción en efectivo y 0,14625 acciones de Kimberly-Clark por cada una que posean, lo que implica una contraprestación total de u$s21,01 por acción, tomando como referencia el precio de cierre del 31 de octubre.
“Nos complace haber alcanzado este acuerdo con Kimberly-Clark, que ofrece valor inmediato a nuestros accionistas y un potencial de crecimiento sustancial en la nueva compañía combinada”, señaló Larry Merlo, presidente del consejo de administración de Kenvue.
“Nos entusiasma unir a dos compañías emblemáticas para crear un líder global en salud y bienestar”, afirmó Mike Hsu, presidente y CEO de Kimberly-Clark, al presentar la transacción.
Los actuales accionistas de Kimberly-Clark controlarán el 54% de la nueva compañía y los de Kenvue el 46% restante.
Amplio portafolios de salud y bienestar
Se trata de la mayor adquisición en la historia norteamericana del sector de bienes de consumo, que dará a Kimberly-Clark el manejo del amplio portafolio de marcas de Kenvue -que incluye Listerine, Band-Aid, Aveeno y Neutrogena– y generará ingresos combinados cercanos a u$s 32.000 millones anuales.
La propia Kimberly-Clark, como la gran mayoría de las compañías que tuvieron que adaptarse a los cambios globales en el consumo, atraviesa un entorno desafiante, si bien posee marcas de alta penetración como Kleenex, Huggies y Scott.
La directora de inversiones de Bokeh Capital Partners, Kimberly Forrest, contextualizó la operación: “Esto demuestra cómo las expectativas de menores tasas de interés están impulsando fusiones grandes y transformadoras”.
Los clientes en todas partes ajustan sus finanzas y se pusieron más sensibles al precio, lo que las obliga a ofrecer envases más pequeños y desprenderse de unidades de negocios poco rentables.
Kimberly-Clark ya reestructuró y terminó vendiendo una participación mayoritaria en su negocio internacional de papel tissue a la brasileña Suzano, fondos que se aplicarán a financiar la compra de Kenvue.
