Un equipo “abandonado por Dios”: Viejos defectos para una nueva derrota de un Newells que atraviesa por una agonía eterna
El partido tenía implícito una pesada mochila emotiva, las urgencias de Newells por obtener una victoria ante Unión jugaban muy al fleje de las pasiones futboleras de sus hinchas. Bernardi se hizo cargo de un barco- al cual Fabbiani – dejó en zona de naufragio, el técnico de reserva, que aceptó dejar de lado la cláusula que impedía hacerse cargo de la primera, asumió el compromiso de ponerse al frente de una empresa para nada fácil. La lepra en la noche del viernes se enfrentaba a sus propias limitaciones para rendir una difícil prueba de actitud ante su gente.
El partido comenzó con los nervios lógicos del caso, la lepra con línea de tres Salcedo-Cuesta-Sosa y dos laterales volantes Montero y Russo. Unión, por su parte, tratando desde el inicio de cerrarle todos los caminos al local hacia el arco de Tagliamonte. La primera acción de riesgo fue un centro al área Tatengue que no pudieron ni González, ni Cuesta y Salcedo.
Ese entusiasmo del inicio se fue aplacando a medida que la visita empezó a manejar mejor la pelota en la zona media. La parte creativa de Newells quedaba sujeta a alguna rebeldía propia de las ganas y el desparpajo de Guch y Acuña. No sorprendió que ese mejor andar del conjunto santafesino se trasluciera en diferencia en la red cuando a los 24 de cabeza Colazo ante el quedo de la zaga leprosa, señalara el 1 a 0 y ahí mismo sembró un campo de dudas en el andar de la lepra para el resto de la etapa.
GOLAZO DEL TATENGUE 🔴⚪ Gran cabezazo al ángulo de Agustín Colazo para el 1-0 de Unión ante Newell's
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) November 1, 2025
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Después del gol de Unión el partido se le hizo cuesta arriba a Newells, solo Guch mostraba algo de atrevimiento. González intento un remate al arco que paso cerca del parante derecho de la visita. Muy poco ofrecía Newells para pretender llegar pronto al empate, solo las recurrentes ganas de Acuña y Guch mantenían vivas algunas ilusiones de poder acceder a la igualdad. Se fueron ambos equipos al vestuario con la lepra penando por una nueva derrota transitoria, lo que hacía presagiar una segunda parte, cargada con la misma adrenalina de la presión inicial.
En el complemento la lepra salió a jugar el partido con vergüenza mas que con fútbol, hasta arrinconó a Unión en grandes tramos de esa etapa final. Primero lo tuvo Jerónimo Russo y definió mal anta Tagliamonte que le tapó el gol. Luego Maroni que había ingresado por el propio Russo, se perdió una inmejorable oportunidad para empatar el cotejo cuando desde una posición propicia remato muy al centro del arco posibilitando otra buena respuesta del golero del conjunto santafesino.
Los últimos momentos fueron a la “carga barracas”, así la lepra se fue adelante con ganas, pero sin orden ni juego, igualmente pudo haber igualado el pleito si Cocoliso González no hubiera resuelto tan mal cada pelota que merodeó cerca de su figura. El pitazo final de Espinoza determinó una nueva derrota leprosa, quizás esta vez mereció algo más, pero cuando se hace las cosas tan mal desde lo institucional y deportivo durante toda una gestión, es muy difícil, es casi que algo, pueda salir bien…