Tiene que venir un tiempo de gente normal, el personaje del loco ya está agotado y la hermana no da el nivel
Por Dario Lopérfido
Se acercan las elecciones y están condicionadas por la ayuda prometida de Trump y la intervención de esa administración en el mercado de cambios para frenar una devaluación. Es probable que ese apoyo no incida en el voto, ya que es un tema en donde la gente no ve mejoras en su situación de manera inmediata. Fue una ayuda para evitar males mayores.
El otro tema es si después de las elecciones habrá un gobierno más amplio, con participación de miembros de otras fuerzas políticas. Lo que está claro es que este modelo cerrado, con Karina Milei manejando la política, no avanza y se empantana en el Congreso. Las grandes reformas requieren grandes mayorías. El gobierno ha encarado con Sturzenegger una cantidad de reformas y desregulaciones que son importantes, pero son menores comparadas con grandes reformas como la laboral y la sindical, o la privatización de empresas grandes y deficitarias.
Los sindicatos argentinos tienen manejos mafiosos y una capacidad de lobby muy grande ligada al peronismo, y siempre que se quiso reformar los sindicatos apareció una mano rara para pararla. El modelo de sindicalistas ricos y trabajadores pobres está agotado. Es menester que las fuerzas republicanas y reformistas saquen, en total, más diputados y senadores que el peronismo con todos sus retardos. Es penoso ver cómo dirigentes millonarios siguen festejando el movimiento fascista del 17 de octubre que, junto a la desquiciada de Evita, son responsables del atraso argentino y la corrupción.
El gobierno debe entender que, abriéndose a otras fuerzas, tendrá mayor incidencia en el Congreso y que el enemigo es siempre el peronismo. Las confusiones en la búsqueda de adversarios le hicieron mucho daño al gobierno en esta primera etapa.
Además, está visto que La Libertad Avanza tiene problemas enormes de recursos humanos. Lo que pasó en la lista de la provincia lo demuestra. Todo el mundo sabía que Espert había recibido dinero narco. Tuvo que irse y ahora tiene protagonismo la vedette Karen Reichardt, que nadie sabe, ni ella misma, qué hace ahí. Empezó diciendo que los que no votan a LLA tienen una enfermedad mental. La gente tonta no discrimina entre las cosas que se dicen cuando sos una ciudadana más y cuando estás representando a una lista. Nunca entenderé por qué ese tipo de gente integra listas. Son un mono con navaja que ya consiguió que los peronistas se victimicen y el resto de la política la critique. Es una tara de LLA y de Milei poner gente tonta en las listas y hundir el prestigio del Congreso. Las consecuencias se ven después con el grupo de diputadas locas que se gritan y tiran cosas en plena sesión.
El lunes después de las elecciones veremos si Milei aumenta su base de sustentación o si sigue con el estilo emperador que cree que su sola presencia alcanza. La realidad es que con su sola presencia solo no alcanza, y Trump lo salvó cuando la cosa empezaba a dar miedo. El gobierno americano también sostiene que hay que abrir más el gobierno. Esperemos que Milei lo entienda.
De un lado hay fuerzas reformistas y republicanas y, del otro, la organización criminal llamada kirchnerismo. Esperemos que Milei entienda que ese es el único enemigo y que hay gente que siempre estará dispuesta a ayudar.
Tiene que venir un tiempo de gente normal en el gobierno y de seriedad. El personaje del loco ya está agotado. Y la hermana haciendo política ya mostró que no da el nivel.