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Juntos a la par a la santafesina: Cuando el “abrazo de oso” pasa a ser la mejor estrategia para hacer competitiva “una candidatura que no levanta”

Sorprendió a propios y extraños – refiero a la particular fauna de aquellos que intentamos con dificultad descifrar los misterios que se esconden debajo de la alfombra de la política doméstica – que hace más de un mes todas las actividades de gestión y sus fotos respectivas tienen al gobernador Maximiliano Pullaro y a su vice, Gisela Scaglia, recurrentemente formando parte de la misma agenda. El líder del espacio “Evolución” y la vicepresidenta del PRO se han convertido en la versión santafesina de Hansel y Gretel, aunque sus “miguitas” solo tengan como único itinerario propiciar un buen desempeño electoral el 26 de octubre de este año para la referente del espacio amarillo, cuando las elecciones intermedias convoquen a la ciudadanía santafesina a prestar un nuevo “juramento” de apoyo en las urnas hacia los candidatos.

Esta decisión del gobernador de Santa Fe, no resulta innovadora, es una receta que ya ha sido utilizada en otras oportunidades, con distintos resultados, y como para muestra solo sirve un botón, cabe recordar al ex mandatario Miguel Lifschitz acompañando a su ministro Antonio Bonfatti para los comicios del 2019 y también, a Omar Perotti haciendo de “promotor personal” de su alfil, el diputado nacional Roberto Mirabella. Lo que no procesan muy bien los ideólogos de todas las estrategias electorales es que el encantamiento que genera un político casi nunca es transferible, aunque muchos insistan en aplicar obstinadamente esa sagrada pócima en la búsqueda de poder plasmar resultados positivos a sus causas. “La foto es solo una foto, la política siempre va por otro lado”, supo decirle a quien redacta esta columna tiempo atrás un Sergio Massa presidenciable y quitándole de esa manera, importancia a estos artilugios.

Pullaro priorizó jugar con una candidata PRO en una epoca donde mantenía un vínculo amistoso con el gobierno de Milei, hoy la escenografía ha cambiado bastante y quizás le juega en contra jugar con el PRO tan fuertemente.

La extraña dicotomía que envolverá a las convicciones ideológicas del electorado de la provincia el próximo comicio hacen muy dificultoso predecir el destino de los sufragios para esa ocasión, porque es sabido que en una elección intermedia entran a jugar fuerte las emociones, que, en muchos casos, definirán sin prejuicio alguno, que las empatías vayan para un lado u otro. “Es una muy mala candidata para un socialista porque tenemos una formación política totalmente opuesta al PRO, solo la referencia de apostar a un frente ganador puede hacer que un socialista vote allí”, compartió la fuerte referencia sobre la candidatura de Scaglia con este medio, una dirigente que fue parte importante del Frente Progresista. Esta sentencia aportada no hace más bajarle el precio al armado de lista de Unidos y abre a la vez, un enorme interrogante sobre el destino final del voto militante del socialismo en la venidera justa electoral.

Para ahondar, sobre la incertidumbre que rodeará a la elección y que interpelará el valor propio de la planilla presentada por el oficialismo provincial en las nacionales, tenemos que detenernos en el pensamiento compartido a esta página web por un veterano simpatizante del socialismo rosarino, quién nos señaló que “votar a una candidata PRO es tirar el voto a la basura, porque una vez que este en el Congreso va a seguir votando a favor de Milei y en contra de la gente”, un venal sincericidio que solo hace presagiar las variopintas dificultades que deberán sortear los votantes del Partido de la Rosa al momento de decidir a quien le van a entregar el favor de su voto. No resulta descabellado presumir que muchos de esos electores – en la antesala del cuarto oscuro – recordarán las frases hirientes de Milei contra el Socialismo al cual llegó a catalogar como: “excremento humano”. Quizás, lo mismo sucederá con los votantes de la UCR alfonsinista, que tendrán muy presentes cada uno de los reiterados agravios propinados por el libertario hacia la figura de Raúl Alfonsín y que contaron oportunamente, con la complicidad del macrismo, un espacio que en ningún momento salió en defensa de la honorabilidad del ex presidente radical.

El armado de la lista generó mucho malestar dentro de las filas del Socialismo que esperaban encabezar la lista de diputados ncionales con un dirigente propio.

Un importante encuestador de Buenos Aires, consultado por este medio sobre el significado que representa para la política este repentino “collage de imágenes” que involucra a un mandatario con un candidato, nos instruyó al respecto que “cuando un presidente, gobernador o intendente se pone al hombro una campaña para aumentar las posibilidades de un dirigente, “se pega al mismo” es porque los números no estarían cerrando demasiado para poder aspirar a un buen desempeño del político en cuestión. Nuestro interlocutor válido amplio su opinión agregando que “un buen candidato que brilla con luz propia no necesita de ninguna ayuda, es más, hasta puede colaborar mucho a un mandatario a mejorar su imagen”. “Acá hay algo mal que no anda bien”, hubiera dicho el anónimo correntino que ya forma parte del staff permanente de este portal sobre esta situación. “No levanta”, nos confió – con el lógico pedido de reserva del caso – una fuente muy cercana al gobierno provincial sobre las posibilidades que le asignan a la vicegobernadora para las intermedias y a confesión de parte, relevo de pruebas.

En el rubro de apoyos similares en el tiempo reciente hay que citar al propio Maxi Pullaro metiéndose de lleno en la “elección legislativa rosarina” mediante la cual se renovaba la mitad del Concejo Deliberante de la ciudad, para dar su fuerte respaldo a la funcionaria del gobierno municipal, Carolina Labayru, y a pesar del apoyó dispensado por el mandatario, la mencionada candidata terminó ocupando un tercer lugar en la contienda electoral, dejando en claro que “no siempre la billetera mata al galán”. A nivel nacional se presagia un mano a mano entre la LLA y el peronismo, con la salvedad que este último espacio quiere aprovechar el envión generado por la enorme victoria obtenida por Fuerza Patria en los comicios de la Provincia de Buenos Aires, de ocurrir ese escenario, dejaría en incómoda posición al armado provincial de Unidos, porque la lista del gobernador comparte electorado con el espacio violeta y la nacionalización de la contienda democrática le puede jugar muy en contra

El gobernador Pullaro deberá lidiar en esta cuenta regresiva hacia las Intermedias, con una creciente resistencia interna, están apareciendo sutiles estigmas dentro de su propio electorado que encienden las alarmas sobre votantes radicales y socialistas que no se sentirían representados por Scaglia y también con partidarios del PRO, que en variadas charlas de café reniegan de apoyar la candidatura de Farías.  Un combo demasiado difícil de descifrar para proyectar en definitiva cual será el caudal final de acompañamiento que contará el oficialismo provincial.

El mandatario santafesino se juega un pleno con el apoyo incondicional a la candidatura de Gisela Scaglia, y cuando apostas tan al fleje de las posibilidades lo que la gente va a terminar interpelando en las urnas es la propia gestión de gobierno y por esa razón, el resultado obtenido en octubre puede llegar a condicionar bastante su futuro político en lo inmediato. Si la contundente apuesta por la referente PRO le sabe bien, Pullaro podrá erigirse en el gran ganador de ese domingo, de lo contrario pasará a convertirse sin escalas en “el único padre de la derrota”, y para un político de raza como él, esa pérdida de poder padecida , quizás sea “lo peor que le pueda llegar a pasar”.

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