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Central sumó un nuevo empate en una noche donde tuvo todo para ganar y no supo cómo hacer la diferencia en la red contraria

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Partido accidentado, por el juego propuesto por Talleres de Córdoba (pelea por mantenerse en primera), por el VAR que anuló un gol y un penal a favor del canalla y por el recurrente fastidio de los hinchas con el arbitraje, aunque anoche Luis Lobo Medina tuvo un cotejo correcto desde lo reglamentario. Central dispuso del terreno, la pelota, un hombre mas casi todo el complemento, pero no supo superar los obstáculos que dispuso sobre el campo de juego el conjunto cordobés, principalmente en el último tramo de la cancha en las cercanías del portero Guido Herrera.

La estrategia del técnico canalla, Ariel Holan era ubicar a Ángel Di María suelto en el ataque, no pegado a la raya derecha, para eso dispuso que Gaspar Duarte jugara de extremo derecho y Jaminton Campaz apareciera por el lado opuesto. Ambos acampaban a Alejo Véliz, como una amenaza permanente en el área del equipo rival. La teoría indicaba eso, en la práctica casi nunca se cumplió con acierto el objetivo pergeñado.

Em el arranque del encuentro, Talleres se plantó con una línea de cinco e intentó salir casi siempre jugando desde abajo, amagó con manejar la pelota y tener la iniciativa, las primeras aproximaciones de peligro fueron del conjunto auriazul, más práctico y directo. Un par de remates de Ulises Ortegoza exigieron a Jorge Broun que con grandes reflejos evitó el gol de la visita.

Por el lado del canalla hay que contabilizar en la bitácora de juego, un tiro libre de Di María que obligó a una buena reacción de Guido Herrera, y después el propio arquero abortó un par de intentos canallas tras varios rebotes en el área cordobesa que no pudieron ser aprovechados por Veliz y Malcorra.

Era un partido muy complejo para Central que pareció destrabarse cuando a los 43´ Alejo Veliz tras un centro de Di María paró la pelota con el pecho y con un derechazo rasante ajustició a Herrera para establecer el 1 a 0. La enorme alegría en las tribunas presagiaba una noche feliz en el Gigante. El canalla se fue al vestuario con una diferencia a su favor en el marcador y eso le daba cierta tranquilidad para transitar el resto del cotejo.

Del deseo a la realidad a veces suele haber un gran trecho, el complemento no fue para nada a pedir de las aspiraciones de Central porque a los 2´, Valentín Depietri aprovechó un quedo de Coronel y de arremetida empató el partido. El canalla tuvo que barajar y dar de nuevo para enfocarse otra vez en ir a buscar el resultado.

Al rato Central pareció reaccionar al golpe de la igualdad prematura cuando Di María habilitó muy bien a Duarte, centro rasante de este y Catalán en su esfuerzo por rechazar mandó la pelota adentro del arco propio. La felicidad por el 2 a 1 a favor duró muy poco porque el VAR encontró al juvenil delantero auriazul ligeramente adelantado y tras la revisión, anuló la conquista.

Duarte volvió a ser protagonista de un ataque peligroso de Central al picar al vacío tras un pase magistral de Malcorra y cuando estaba por pisar el área, Navarro le cometió falta. Lobo Medina primero sancionó penal, pero luego desde el VAR le indicaron que la falta había sido afuera. Por eso, cobró el tiro libre y expulsó al cordobés por doble amarilla.

El canalla se fue adelante aprovechando la superioridad numérica, pero lo hizo con mas ganas que fútbol, se obnubiló en los tramos finales del campo y casi siempre terminó mal las jugadas que dispuso. Con Veliz y Copetti como referencia en el área contraria, nunca pudieron ser bien abastecidos, porque ni Malcorra, ni Duarte y Di María tuvieron la espertise de generarles situaciones propicias para convertir.

Entre la resistencia de Talleres y la falta de creatividad ofensiva de Central se fue el partido, para el canalla fue un empate más que se convierte en un nuevo castigo por no saber surfear con éxito la estrategia defensiva del rival. Di María jugó un buen partido, Ibarra fue la gran figura del local, pero son dos individualidades que necesitan estar bien acompañadas, allí falló el planteo de Holan, quién deberá recomponer la idea de juego para que su equipo pueda volver a ser protagonista en el torneo y sobretodo, pueda retomar la senda del triunfo, en un escenario que hasta hace poco fue sinónimo de victorias, como lo es el Gigante de Arroyito.

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