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“Roma no paga a los traidores” y ¿a la “ambigüedad política”, el electorado tampoco?

Por redacción de La Voz de Rosario

La elección de la provincia de Buenos Aires dejó muchas señales para prestar mucha atención de cara al futuro electoral en Argentina, la contundente victoria de Fuerza Patria sobre La Libertad Avanza por casi 14 puntos generó prontamente gestos de inocultable ambigüedad de distintos actores de la política argentina. Mirando los hechos desde el espejo santafesino, es imposible no encontrar un caso testigo en la “invencible” cuando nos topamos con el inocultable y repentino cambio de humor en cuanto al apoyo del mandatario santafesino, Maximiliano Pullaro hacia la figura del presidente de la Nación.

El gobernador de Santa Fe, una vez conocidos los guarismos en el comicio de PBA que advertían un irreversible y rotundo triunfo del peronismo, salió a publicar en su red social X un mensaje que intentó dejar expuesto un fuerte contrapunto con el líder libertario: “En las sucesivas elecciones provinciales se advierte un claro llamado de atención que el Gobierno Nacional debe atender. Sin gestión, no hay futuro. La gente no quiere más gritos, quiere hechos. Los argentinos queremos crecer y desarrollarnos con seguridad y en paz. Desde el interior productivo tenemos mucho para decir y, sobre todo, mucho para hacer. Dejemos atrás el pasado. El futuro es con producción, trabajo y transparencia. El futuro es con sentido común. Los sueños de todos están ahí”, afirmó el dirigente radical, y donde hubo amor, ya ni cenizas quedan….

Maximiliano Pullaro y Javier Milei en tiempos de bonanza donde el mandatario santafesino se mostraba demasiado condescendiente con el líder libertario.

La política siempre ha dado muestras de innumerables gestos camaleónicos, pero hoy una sociedad cansada de tanta falsedad ideológica, castiga en las urnas los dobles mensajes, esas dos caras del Dios Romano Jano, que al votante común tanta molestia le provoca. Pullaro después de las elecciones por la Convencional Constituyente en donde perdió mas de 21 puntos de apoyo de su electorado, cambio el rumbo de su discurso y trató de distanciarse bastante de todo lo que tuviera que ver con La Libertad Avanza. La razón de este viraje dialectico se debió a que la pérdida de su capital político obedeció a un crecimiento del caudal de voto del espacio violeta. Los gestos amigables y ese estado de sutil obsecuencia con Milei no le redituaron casi nada en acompañamiento en las urnas. La nueva estrategia ideada fue romper los lazos con el economista, para ver qué onda

Para entender esta historia de viejos amores y actuales odios, hay que situarse tiempo atrás cuando en pleno auge del escándalo $Libra, Pullaro se pronunció de manera contundente en defensa de Javier Milei cuando manifestó que “ni juicio político, ni me van a encontrar erosionando la figura del presidente de la Argentina porque eso le hace mal al país e influye de manera negativa a la provincia”, esa declaratoria de principios del mandatario santafesino para resguardar y proteger la imagen del presidente lo condicionó fuertemente y lo dejó ubicado en un lugar incómodo al quedar demasiado “pegado” a la figura del libertario.  Sumado esto a las órdenes que impartió oportunamente el ex ministro de Seguridad de la provincia a sus legisladores nacionales para acompañar la Ley Bases y otras muchas de las leyes enviadas al Congreso por el Ejecutivo Nacional, la mayoría de las cuales iban a contramano de una mejor situación para los jubilados, universitarios, los trabajadores de la salud, etc.

Pullaro transita por obligación de las circunstancias el mismo camino de disidencia con el gobierno que el mandatario bonaerense, Axel Kicillof.

De cara a las elecciones de octubre los dirigentes tratan afanosamente de acomodarse bajo el calor de la “vereda del sol” como cantaría Serú, aunque el viraje por conveniencia no siempre es de útilidad a la causa, más aún en tiempos donde todo queda registrado, la multiplicidad de plataformas de comunicación expone de manera demasiada explicita esos cambios a los que incurren los políticos solo para intentar “llevar agua a su propio molino”. Hoy ser acomodaticio no “garpa” tanto, porque a la doble vara ideológica el votante hace rato ya le empezó a “picar el boleto” y a causa de tantas promesas de campaña incumplidas, los candidatos tienen ahora apoyos demasiados frágiles y lo que hoy es un pulgar para arriba mañana puede convertirse en rechazo. Hay una frase utilizada mucho en las últimas horas en el mundo libertario y que reza que “Roma no paga a los traidores” y de cara a los comicios venideros, cabe preguntarse si ¿a “la ambigüedad política” el electorado no le pagará también?.

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