Para UDA realizó duras críticas a la gestión de Pullaro: “La educación no es prioridad en Santa Fe”
En medio del conflicto paritario que atraviesa la provincia, Sergio Romero, titular de la Unión Docentes Argentinos (UDA) y secretario de Políticas Educativas de la CGT, disparó contra la gestión de Santa Fe con una crítica contundente que no dejó lugar a dudas: “la educación, para la actual gestión, es apenas una nota al pie”.
Romero denunció que el Gobierno provincial pone su energía y recursos en la convención reformadora con la vista puesta en asegurar la reelección del gobernador, mientras “deja en el olvido absoluto a la gestión educativa”. Esta afirmación apunta directamente a las prioridades políticas y presupuestarias del Ejecutivo, al que acusa de marginar a la educación del debate central.
Además, el dirigente sindical advirtió que la situación de los trabajadores de la educación es “una película de terror”: salarios que caen sin freno, cierre unilateral de la paritaria, deficiencias en la atención médica a través del IAPOS, y un sistema de descuentos que castiga las protestas docentes. Incluso, Romero denunció que muchos trabajadores llegan enfermos a las aulas por miedo a perder los incentivos por presentismo, una muestra más del deterioro del sector.
Por si fuera poco, el líder de UDA subrayó la contradicción del Gobierno al haber conseguido aval legislativo para endeudarse con mil millones de dólares, sin que ni una línea de ese paquete monumental de recursos se destine a la educación. Así, puso en evidencia que las prioridades económicas del Ejecutivo no contemplan a uno de los sectores más vulnerables y estratégicos para el desarrollo provincial.
Con estos argumentos, Romero no solo expone la grave crisis que sufren los docentes, sino que también pone en jaque la narrativa oficial sobre el compromiso con la educación. La denuncia se inscribe en un contexto político tenso, donde el Gobierno provincial debe responder ante el creciente malestar y reclamos sociales.
Por lo tanto, esta embestida sindical obliga a repensar las políticas públicas educativas y los mecanismos de diálogo, ya que la persistencia en la precarización docente amenaza con profundizar la crisis y alejar a Santa Fe de una educación de calidad, poniendo en riesgo el futuro de miles de estudiantes.