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Por los caminos de la pena máxima, Di María le dio el triunfo a Central ante Lanús en una cancha que le era muy esquiva

Central tuvo un primer capítulo en donde nada le salió bien, fue un equipo muy atado, apático y desconectado con su mejor versión futbolística. Juagó a favor del canalla que Lanús tampoco fue un dechado de virtudes y salvo una jugada clara de gol en los pies de Walter Bou que muy bien fue contenida por Jorge Broun, nada mas hubo que registrar en la estadística de una etapa signada por un trámite de juego intrascendente y aburrido.

Para el complemento, Central se lo vio mejor, más participativo con mejor coherencia entre las líneas. El ingreso del juvenil Cantizano fue la única nota positiva en el primer lapso del partido, el delantero de 18 años es potreril, atrevido y encarador. El partido se quebró a los 28´ cuando Cantizano habilitó a Duarte y Losada fue al suelo y terminó derribando al delantero. Penal cobrado por Merlos y Di María cumplió con el ritual para transformar la ejecución en gol. El 1 a 0 en favor de Central le facilitó el camino en el resto del cotejo.

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