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Granata mueve el tablero político santafesino y con un nuevo acercamiento a Milei pone en “jaque” el poder de Pullaro en la provincia

Por Sergio Alcázar

La política es dinámica, cambia todo el tiempo, como el humor social muta constantemente por los propios actos de sus dirigentes donde los aciertos se premian y los errores se castigan y el santafesino es un elector muy particular porque “siempre te da y te quita con asombrosa facilidad”. Las últimas encuestas realizadas en la provincia señalan un fuerte apoyo al líder de Evolución en Santa Fe, Maximiliano Pullaro, como también en la oposición se confirma un importante crecimiento de la periodista Amalia Granata, quien levantó el guante en las sesiones calientes del Congreso Provincial, colocándose el sayo de claro opositor y como reconocen muchos peronistas, ocupando el lugar que le debería haber correspondido al PJ, más precisamente al ex gobernador, Omar Perotti.

Granata se acercó nuevamente al fogón libertario y Santiago Caputto fue el nexo que posibilitó ese encuentro, donde no son pocos los que aseguran que en ese convite secreto se fumó la pipa de la paz, esa que permitiría devolverle a la periodista el peso especifico dentro de la fuerza en Santa Fe, para de esa manera – de paso cañazo- poder correr a la diputada nacional Romina Diez, la elegida por Karina Milei, de la conducción de La Libertad Avanza en la provincia. Cabe recordar la mala relación que existe entre Karina y Romina con José Bonacci, el armador estrella que aportó las herramientas para el éxito de la ex panelista en esa provincia y que no goza de “buena prensa” para la legisladora y la hermana del mandamás.  

La reforma de la Constitución Provincial abrió un nuevo debate en la provincia y muchos son los rumores que se empezaron a tejer a su alrededor, por los supuestos acuerdos que se estarían gestando en las sombras para propiciar el apoyo al nuevo estadio de la Carta Magna santafesina que en uno de sus principales ítems tiene como objetivo habilitar la reelección del ex ministro de Seguridad para un nuevo mandato. Un interés que se muestra siempre edulcorado y maquillado desde el entorno del mandatario de Santa Fe, detrás de la premisa que el cambio constitucional es por “el bien de todos los santafesinos”. Suena “menos creíble que un árabe con maletín” o algo así, más o menos…

Amalia Granata levantó polvareda con sus intervenciones en las últimas sesiones del Congreso quedandose con el rol opositor en Santa Fe.

La gran preocupación en el entorno del mandatario santafesino es que los interesantes números que cuenta Granata en Santa Fe se vean potenciados por la buena imagen que tiene Milei en territorio provincial y que si, finalmente Amalia juega a representar al espacio del presidente en Santa Fe, le termine redituando en una victoria, sobretodo si la legisladora encabeza la lista de LLA en las elecciones constituyentes y que ese triunfo de” por tierra” con las aspiraciones del oficialismo de una reelección. En Unidos por él Cambio, ya muchos dirigentes del espacio tomaron debida nota de ello y esa lectura hizo que no sean pocos los que pusieron en duda la oportunidad para llevar adelante la modificación de la Constitución. “Si le erramos al diagnóstico nos comemos la curva”, supo señalar un dirigente del espacio gobernante en Santa Fe a este medio ante la pertinente consulta sobre el tema.

Amalia ya hace bastante tiempo le está disputando el poder real a Pullaro en Santa Fe, “la otrora buena relación entre ambos, paso al olvido”, y en las acaloradas sesiones del Congreso la diputada Pro Vida no dudó en denunciar que la Legislatura se había convertido en una “escribanía” de Pullaro. En esa delgada frontera de la critica sagaz, la ex periodista redobló la apuesta al vociferar a los cuatro vientos del recinto parlamentario que “me da mucho miedo porque vamos camino a una monarquía”, estableciendo además una “mordaz” analogía entre el titular del Ejecutivo santafesino y el gobernador formoseño: “Gildo Pullaro”, supo decir Granata, frase que generó muchísimo enojo en el ámbito cercano del dirigente radical.

Granata y Milei, como en los viejos tiempos” parecen haber limado asperezas y provocó un cimbronazo en el seno de Unidos.

El estilo confrontativo adoptado por la legisladora y que se emparenta mucho a las formas libertarias de comunicar en política pueden ser un preludio del regreso “triunfal” de Granata a las huestes del economista. “Si Amalia suma a su capital político el voto anticasta de Milei se lo lleva puesto a Pullaro”, nos desasnaba un importante interlocutor válido con este portal, cuya posición política neutral levanta mucho las acciones a su sentencia. Atrás parecen haber quedado los escarceos con intendentes peronistas de la zona sur de la provincia y un par de encuentros con Marcelo Lewandoswki que según nos aseguran que no llegaron a ningún puerto. El valor propio que tiene hoy Amalia en el contexto santafesino es que puede jugar por afuera de las grandes estructuras partidarias y “pescar adhesiones en la pecera de Unidos y el PJ”. Ese es el temor en ciernes que desvela al oficialismo.  

Granata mueve el tablero político santafesino y con la sagacidad de un hábil ajedrecista merodea con argucias las frágiles fronteras de las ideologías partidarias generando mucho “ruido” a su paso. Los peronistas la ven “con ojos empáticos” para una candidatura mientras para Unidos resulta ser una “molesta e incómoda piedra en el zapato” de su ambición electoral. La legisladora sopesa los pasos a seguir y se desentiende de cualquier posible candidatura futura, quizás, sabedora de que su tiempo aun no llegó. Mientras tanto con sus armas le disputa el poder real a Pullaro y hasta pone en riesgo su hegemonía política. “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”, quizás Amalia sea como esa primavera de los poemas de Pablo Neruda.

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