Canción de Alicia en el país: “Ruinas sobre ruinas” en la Argentina libertaria
Son tiempos tan emotivos en Argentina por el cumpleaños del ícono máximo del rock nacional, Charly García y mientras se produce un merecido raid de múltiples festejos y reconocimientos realizados en honor a su persona, el país sigue atravesando por su particular y peculiar momento, que siempre aparece teñido por la habitual conflictividad que instaló el presidente Milei desde el mismo instante que ocupó, el sillón de Rivadavia. “Quién sabe Alicia este país, no estuvo hecho porque sí”, cantaba Charly en Serú Giran, presagiando quizás estos momentos tan díscolos y raros de la Argentina.
Javier Milei “vive y disfruta de su veranito”, gracias a algunas buenas respuestas de la macroeconomía, como el riesgo país perforando hacia abajo los 1000 puntos, el dólar blue en paulatino descenso, el déficit fiscal cumpliéndose a rajatabla y quizás también por las incipientes positivas señales que llegan desde el FMI y que permitirán- en potencial – el arribo al país de los dólares necesarios que alivien en algo el pesar del gobierno nacional por la falta de inversiones y de esos “brotes verdes”, que ya desde el mandato de Mauricio Macri, brillan por su ausencia.
Ese leve “páramo de paz” que disfruta el libertario se muestra desfigurado por una actividad económica interna que luce totalmente paralizada, con la reactivación en V que parece no llegar nunca y con la desocupación siendo un peligro latente para todos los trabajadores en actividad. En el espejo retrovisor de la gestión de Milei se mira con suma atención a una sociedad que está al límite de su paciencia y que puede ser capaz de generar alguna respuesta intempestiva en las calles a causa de tanto ajuste padecido. Desde el gobierno le piden a cualquier Santo Protector de toda economía austríaca para que el cuadro actual de situación no se desmadre y que la inflación no vuelva a subir. “Rezo por vos”, bien podría cantar, otra vez el prócer que anda cumpliendo años.
La Libertad Avanza es un espacio que se desentiende del orden natural que necesita la política para ser creíble. Los libertarios distorsionaron desde su aparición todo, porque gestionan y se relacionan con el resto de los actores como les sale o como les conviene, según el caso, sin preocuparse demasiado si lo que hacen están bien o mal y mucho menos, analizan las consecuencias de sus actos. El gobierno no presta atención a las señales que entrega a diario la economía, si el 70% de la gente ya no come asado, poco le interesa al Ejecutivo porque los patrones de sus intereses tienen la proa puesta hacia otro lado, como favorecer a los grandes holdings económicos e importantes empresarios. “Milei es el típico Hood Robin”, soltó en forma de humorada un dirigente radical a este medio por estos días.
¿Qué es lo que sostiene a un gobierno tan frágil de poder y con una economía que sigue en baja? El único argumento que respalda hoy la gestión del libertario es una sociedad demasiado fragmentada, con una oposición que nunca cumplió con el rol que le correspondía y una dirigencia política totalmente carente de buenos liderazgos. En ese combo letal de intransigencia, Milei ha hecho uso y abuso de sus facultades, sabedor que los demás estan mas preocupados en lidiar con sus propios fantasmas que en ocuparse en ponerle límites a las acciones cuasi autoritarias que muchas veces rigen el obrar del economista en su cargo. “Divide y reinaras”, la estrategia que desde el gobierno están dispuestos a cumplir puntualmente con una devoción casi religiosa.
A todo esto la imágen de Milei sigue en baja, lenta pero progresivamente en baja, y lo demarca un trabajo de Zuban Córdoba del mes de octubre donde advierte que la figura negativa del mandatario ya ronda el 60% y esa pérdida de credibilidad condicionará seguramente los límites del apoyo de los opositores dialoguistas y sobretodo del compromiso que asuma el PRO, con Macri a la cabeza para acompañarlo, siendo este espacio el único sostén de gobernabilidad que dispone el libertario y su “gran escudo” ante cualquier intento de “juicio político” hacia su persona, sabiendo que hay varios de ellos dando vuelta por el Congreso.
Un antiquísimo adagio peronista reza que “cuando hay olor a cala al dirigente se lo acompaña solo hasta la puerta del cementerio, nunca se entra con él”, ¿Mauricio será capaz de aplicar esa lógica llegado el momento si Javier Milei sigue perdiendo apoyo popular?; solo en Dios y en la conciencia del ex presidente de la Nación descansa tamaña respuesta a tan crucial intríngulis…
Esta es una semana con pronóstico reservado para el gobierno nacional porque en el menú social están dispuestos los paros generales de los estatales, del transporte, movilizaciones de las organizaciones social, etc. y como dijo Rodolfo Aguiar secretario nacional de ATE por estas horas: “Se está gestando un fuerte sentido de unidad en todos los gremios para hacerle frente al presidente”. Si, por su parte, el peronismo logra destrabar su complicado momento por la interna partidaria, el escenario se le hará cuesta arriba al economista, porque el tiempo y los avatares del mercado interno le juegan en contra. “La paciencia abusada se convierte en furia” solía decir Thomas Fuller, al respecto muchos dirigentes opositores han tomado nota de ello y por esa razón, por ahora, prefieren jugar sus fichas políticas a que suceda eso.
Son tiempos raros en la política, “tan raros como los peinados” del tema de Charly, eso se debe también a que son únicos los estándares que instaló el mundo libertario en este paso por la Argentina. En las venideras sesiones del Congreso se verán claramente los movimientos que se han generado en las estructuras partidarias tras el par de vetos obtenidos por Milei a las leyes consensuadas por el mismo, como fueron los casos, de la nueva movilidad jubilatoria y el financiamiento universitario.
Los radicales estrenarán en el próximo encuentro parlamentario un nuevo bloque disidente mientras el resto de los legisladores de la UCR buscarán despegarse del oficialismo antes que sea demasiado tarde. Se viene en el horizonte de la Cámara Baja el tratamiento del Presupuesto 2025 y del proyecto que busca limitar el alcance de los DNU, y serán seguramente sesiones muy calientes donde los diputados opositores intentarán una vez más ponerle un límite al “fenómeno barrial” del presidente, ese que con su brutal ajuste económico dejó a la clase media en “ruinas sobre ruinas”, ¿No es así querida Alicia?..