¡Que se vayan todos!: Newells volvió a perder y los hinchas descargaron toda su bronca contra los jugadores, el técnico y los dirigentes
El partido era una cuestión de estado, casi una situación límite para la vida del club, la cual fue moldeada a base de los malos resultados obtenidos en el campo de juego y de actuaciones del primer equipo que dejaron mucho que desear. La derrota ante Central en el clásico aceleró todos los tiempos de la bronca del hincha, condenó al Gallego Méndez a una abrupta pérdida de su crédito como entrenador, y solo una victoria ante Racing podía, al menos, descomprimir la situación y generar un poquito de esperanza en el simpatizante leproso.
Se esperaba y el clima del Coloso se puso caliente desde temprano, el enojo acumulado por las derrotas en los últimos tres clásicos puso al hincha en modo crítico y la hostilidad hacia los futbolistas se hizo presente apenas los mismos pisaron el campo de juego. Perder con Central tuvo un altísimo costo y Newell’s salió con esa pesada mochila a la cancha y ni siquiera preservar a Macagno y Francisco González pudo calmar la antipatía creciente hacia los dirigentes, cuerpo técnico y jugadores.
Fue Matko Miljevic el único que dio la cara en la cancha desde el comienzo del cotejo, intentó manejar la pelota, conducir al equipo pero alternó buenas con malas en ese intento. El uruguayo Fernández Cedrés fue como el líder emocional del grupo para tratar de empezar a construir una resurrección, muy poco equipaje para cambiar un panorama que desde todos lados se veía desolador. Besozzi fue otro interprete que busco con gambetas desequilibrar y aportar algo a la causa, pero como ocurre en los últimos tiempos en la lepra duro poco el envió y al rato el equipo regreso a la apatía acostumbrada.
Si se trata de contabilizar llegadas, en el registro puede figurar un cabezazo de Velázquez que se fue apenas desviado y otro de Salcedo que sacó con esfuerzo el golero Arias, poco muy poco para un equipo necesitado de dar contundentemente vuelta la página. Para colmo de males Roger Martínez remató desde lejos y derrotó la frágil resistencia de Hoyos para decretar el 1 a 0. De ahí hasta el final de la etapa lo importante paso en las tribunas con la gente cargando contra el presidente, el técnico Méndez y los jugadores. Newells se fue al descanso en medio de una reprobación generalizada.
¡GOL DE LA ACADEMIA! Roger Martínez sacó un misil que Hoyos no logró desviar y Racing derrota 1-0 a Newell's. #LigaProfesional
— ESPN Argentina (@ESPNArgentina) August 17, 2024
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Con un ambiente difícil de manejar, el Gallego Méndez no colaboro con capear la tormenta, ya que en el arranque del complemento mando al campo al resistido “ultra resistido” Panchito González, el resto fue un guion de una película de terror para el hincha, porque en la primera pelota que tocó el delantero se resbal y perdió el balón provocando una rechifla generalizada.
Lo que quedó del partido fue para sumar desencanto en las arcas de los simpatizantes de la lepra porque no hubo un jugador que se salvara de la hoguera de mediocridad mostrada en la cancha, porque los nervios a los jugadores terminaron de derrumbar sus pocas virtudes. Nadie absolutamente nadie se salvo del aplazo, hasta el uruguayo Ramírez – al cual el VAR le otorgó un penal por mano de un jugador de Racing en el área – pudo con la ejecución del penal, el cual tiró a las nubes desperdiciando la única bala de plata que le quedaba para salvarse del naufragio.
Racing pudo liquidarlo en dos ocasiones cuando Urci y Santiago Solari desperdiciaron increíblemente dos clarísimas oportunidades. El final determinó una nueva derrota de Newells, la tercera en fila para un equipo que luce derrotado, sin alma, sin norte y lo mas grave sin conducción desde el banco. El miércoles ante Central Córdoba de Santiago del Estero será un encuentro bisagra, la Copa Argentina es el único bote salvavidas que cuenta el Gallego mendaz, si no supera con éxito ese partido en la lepra se empezará a escribir otra historia y no solo será en lo futbolístico porque la “cirugía” deberá ser mayor a eso.