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Central se quedó otra vez con el clásico rosarino ante un Newells que se acostumbró a perder

Central y Newells reeditaban una nueva edición del clásico más pasional del futbol argentino, en común tenían en la previa del cotejo sus irregulares campañas que situaban a ambos equipos en el pelotón del medio de la tabla de posiciones del torneo de La Liga. El destino del partido a priori era de esperar que sea incierto, aunque el canalla llegaba con más aire después de la buena victoria frente a Gimnasia en La Plata.

El encuentro fue en el primer tiempo un concierto de nervios e imprecisiones. Cada cual atendió su juego, Central tratando de imponer el peso de la Localia y la lepra cediéndole el espacio al rival para intentar salir de contra apenas podía recuperar la pelota. Ni una cosa ni la otra se plasmó en el campo ya que el auriazul nunca pudo hilvanar una jugada asociada en ataque y Newells era un equipo demasiado largo y eso hizo que tanto González, Bessosi y Ramírez quedaran demasiado aislados en la ofensiva

El clásico tuvo en el primer tiempo mucho marco (por la multitud que llenó el Gigante de Arroyito) y poco cuadro ya que el juego mostrado por los protagonistas estuvo signado por una absoluta falta de situaciones para destacar. Para contabilizar como positivo muy poco solo algunas aproximaciones como la de Mauricio Martínez cuyo remate se fue cerca del palo derecho de Macagno y un tenue acercamiento de Bessosi cuyo disparo, que tenía destino de arco, rebotó en Mallo quién desactivó el peligro.

Se fueron al vestuario tanto Central como Newells dejando una imagen desteñida al cabo de los primeros 45 minutos. El interrogante que sobrevuela en cada partido clásico es saber si los protagonistas se enamorarían o no del empate. El segundo tiempo obligaba a canallas y leprosos a entregarle algo mejor al espectáculo, estaba en ellos, solo en los jugadores poder cambiar el destino de esta historia.

El complemento fue más de lo mismo, aunque Newells se adelantó un poco más en el campo y salió a disputarle el partido al canalla en la mitad de la cancha, no cambio en demasiado el desarrollo del partido. Un gol anulado a la lepra por posición adelantada que determinó el VAR cuando Ibarra en su intento de rechazar la pelota en su área chica se hacía un autogol. Poco muy poco seguían brindando desde lo futbolístico.

En un tramite anodino llego la absurda expulsión de Ángelo Martino que le fue mas a Ortiz y se ganó la expulsión, ni los cambios modificaron la calidad del encuentro porque el paso de los minutos le agregó mas dramatismo al tramo final, Y como en los últimos partidos clásicos ingreso al campo de juego Malcorra y fue determinante en el resultado final.

A los 38´ Central dispuso de una pelota parada en las cercanías del área de Macagno, ideal para la zurda de Malcorra, el disparo del diez canalla buscaba el palo izquierdo de Macagno que a duras penas evito el gol, pero el rebote le quedó a Mallo que con potente remate señaló el 1 a 0. La historia de los últimos tiempos en los clásicos se repetía y el canalla se quedaba con la victoria ante un Newells que se acostumbro a perder y que dejará secuelas en el futuro inmediato del club del Parque Independencia.

En la previa del partido de ida por la Copa Sudamericana Central se despachó con una gran victoria ante Newells, el presente le sonríe y un sábado a la tarde la alegría fue solo canalla, en una ciudad que respira futbol el auriazul se hizo otra vez dueño del partido mas importante y hasta Matías Lequi podrá decir con razón, para que buscan técnico si acá tienen uno. Los resultados le dan la razón, lo demás en el futbol muchas veces poco importa.  

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