La provincia liberó animales rescatados del tráfico ilegal y el mascotismo
El ministerio de Ambiente y Cambio Climático, a través de su dirección de Fauna, continúa trabajando en la conservación, el cuidado y la protección de la biodiversidad. Durante las dos primeras semanas de julio, luego de finalizar los tratamientos correspondientes, distintas especies fueron llevadas a su entorno natural.
Por su parte, el ministro de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, Enrique Estévez, destacó que “este trabajo forma parte de las políticas públicas que llevamos adelante para el cuidado y la conservación de la biodiversidad, una de nuestras prioridades de gestión”.
Cabe destacar que estas especies fueron rescatadas de situaciones de mascotismo, como fue el caso de la mona carayá, y de tráfico ilegal, situación en la que fueron incautados los loros habladores y el resto de las aves.
En el caso de la mona carayá (Alouatta caraya), luego de pasar por el protocolo de observación que se le realizó a su ingreso -y tras un periodo de readaptación en La Esmeralda- pudo volver a su ambiente natural en la zona de Villa Guillermina, General Obligado.
En el marco del proyecto de conservación “Loro Hablador” desarrollado en el Centro de Rescate, Interpretación e Investigación de Fauna Silvestre La Esmeralda, en conjunto con la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNL, se logró la liberación de 24 loros habladores (Amazona aestiva) recuperados del tráfico ilegal en diferentes partes del país. Este esfuerzo fue posible gracias a un trabajo articulado con diversos organismos, como el Ecoparque de Buenos Aires, la Subsecretaría de Ambiente de Mendoza y el Centro de Rescate Aguará de Corrientes.
A su vez, en el marco del mencionado proyecto con la UNL, se continúan desarrollando actividades con la comunidad local de Villa Guillermina, en esta oportunidad se comenzó a trabajar con Escuela Secundaria Técnica y Orientada N° 662 “Juan Bautista Cabral” para que los estudiantes lleven adelante la construcción de cajas nido a ser colocadas en diferentes partes del monte nativo, con el fin de que sean utilizadas por esta especie, destacando el compromiso por parte de la comunidad local en la conservación del loro hablador.
En esta ocasión, también, se reinsertaron otros animales incautados, entre ellos diversas aves como cardenales (Paroaria coronata), jilgueros dorados (Sicalis flaveola), reinamoras (Cyanocompsa brissonii) y urracas (Cyanocorax chrysops).
¿Sabías que el mascotismo de animales silvestres daña nuestra biodiversidad y nuestra salud?
La domesticación de animales silvestres afecta diferentes aspectos de nuestra vida y de la de ellos. Además, es una actividad que está penalizada.
Los animales silvestres pueden transmitir enfermedades al ser humano, por lo que se transforman en una amenaza seria para nuestra salud cuando se pretende tenerlos como mascota. Y, en contrapartida, estos animales pueden estresarse, enfermarse e incluso morir por no vivir en un ambiente acorde a sus necesidades, sin una dieta adecuada y sin poder convivir con otros individuos de su misma especie.
Suele ocurrir que algunos de estos animales que se acostumbran a tener como mascota no pertenecen a nuestra fauna nativa, pudiendo representar un riesgo potencial de convertirse en especies exóticas invasoras cuando por alguna razón sus dueños los sueltan o estos se escapan, alterando el equilibrio de los ecosistemas, pudiendo representar una amenaza para nuestra biodiversidad.
Cada caso de animal silvestre traficado o tenido ilegalmente como mascota debe ser evaluado por personal capacitado. Liberar un animal sin tener en cuenta el lugar en el que se hace y/o desconociendo su estado de salud representa un riesgo para su supervivencia y para el ambiente.
Por último, también es importante saber que, según la ley número 4.830, la comercialización y tenencia de estos animales -que provoca la muerte del 80% de los animales que se trafican- está prohibida.