La provincia pone el foco en el ausentismo docente para optimizar el sistema educativo
El Gobierno provincial elaboró un informe que tiene por objetivo dar marco a la implementación de acciones para reducir el ausentismo docente en la provincia de Santa Fe, y de esa manera hacer más eficiente el uso de los recursos que el Estado destina a la Educación. Del diagnóstico realizado, surgen datos que exhiben un cuadro de situación sobre el cual el gobierno encabezado por Maximiliano Pullaro ya tomó medidas.
Uno de los datos del informe es que, sólo en 2023, el costo del ausentismo fue de 100 mil millones de pesos, lo que equivalió a dos meses de salarios del sector. El estudio realizado por el ministerio que encabeza José Goity señala que en Santa Fe, el ausentismo docente se ubicó en un 25,3% a diciembre, duplicando y hasta triplicando a otras provincias.
La secretaria de Coordinación y Gestión de recursos del Ministerio de Educación, María Martín, explicó en torno al estudio realizado y sus finalidades: “Estamos convencidos que la mayoría de los docentes son los que sostienen el sistema y que hacen su trabajo, y se esfuerzan, y que cuentan con un compromiso con la educación muy importante y es por eso que tenemos que trabajar para corregir las inequidades y las cosas que se hacen mal”.
Hay un índice que llamó particularmente la atención: en los últimos 4 años, el ausentismo creció un 10%.
“El gran desafío que tenemos es tener una administración eficiente de recursos que premia a los que se esfuerzan para tener mejores condiciones y mejores resultados del aprendizaje. Cada peso que se invierte mal en este contexto de dificultades es un peso que pierde el sistema para incentivar a la gente que trabaja, que todos los días asume el compromiso con sus estudiantes de que puedan aprender”, agregó Martín. “La mejor manera de cuidar la educación pública es trabajando para dotar de orden y justicia al sistema”, enfatizó la funcionaria.
En detalle
En el desglose que se hizo de las licencias para el cuidado de familiares enfermos (que implican reemplazos y por lo tanto recursos que se destinan a tal fin), se otorgaron en el sector docente, por cuidado de suegros, casi 18.000 días en 2023; por cuidado de tíos, un total de 11.300 días, y por sobrinos, unos 3.000 días, además de otros parentescos.
Frente a esta situación, se dispuso que en 2024 se cumpla con la normativa vigente, que sólo habilita pedir licencia por cuidado de padre, madre, hijos y pareja. Para ello se modificó el formulario de Declaración Jurada de familiares a cargo, y se informó a todo el personal que solo podrán cargar en el sistema los que cumplan con las disposiciones vigentes. Las excepciones deberán tratarse personalmente.
También se evaluaron las licencias por enfermedad de corta duración (de 1 a 15 días) del personal docente propiamente, que sumaron sólo en noviembre más de 83.000 días. En el ranking de afecciones están primeras las respiratorias, dorsalgia, odontología, psiquiatría, cefalea, entre otras. Sobre esto se están haciendo controles estrictos, que implican auditorías médicas aleatorias en domicilio y consultorio; y la incorporación del sistema de alerta por reiteración de pedidos de licencia del mismo docente.
Siempre con el mismo fin de optimizar recursos, se realizaron 1.121 carpetas médicas. Y se puso un límite al otorgamiento de licencias en este punto: se dejó sin efecto el artículo 500-5 que posibilitaba pedir licencias en la emergencia por Covid y que seguía vigente. En esta línea, no se permite más el ingreso de licencias fuera de término, no se otorgan más licencias por la misma patología que originó asignar una tarea diferente a un docente o por la que se otorgó un “Apto relativo” en la carpeta médica de ingreso. Y se circunscribe el otorgamiento de licencias por Artículo 60, de causas no previstas, a lo estrictamente reglamentario. Esto es porque se detectó que se daban licencias para realizar viajes, o no se identificaban motivos.