El Inter Miami debutó en la MLS con un gran triunfo con Messi nuevamente como figura
La Copa del Mundo de Qatar, las cuatro Champions League y los ocho Balones de Oro ya están inmortalizados en sus vitrinas. Sin embargo, el astro argentino quiere más gloria. Además de ir por la 2ª conquista de la Copa América, Leo buscará desesperadamente la redención en la Major League Soccer. Y arrancó el 2024 con el pie derecho: en el Chase Stadium, las Garzas vencieron 2-0 al Real Salt Lake y dieron una buena imagen de cara a una temporada que promete tenerlos como protagonistas. Ni más ni menos.
En comparación a la gira que han hecho por Arabia, China y Japón, el equipo de Gerardo Martino ha mejorado bastante. ¿Será porque los rivales en Estados Unidos son de menor nivel? ¿Será porque el Tata ha logrado engranar a sus figuras? Un poco y un poco. Si bien es cierto que el Real Salt Lake no es el Al-Nassr o el Al-Hilal, el DT de las Garzas ha movido fichas y encontrado un funcionamiento exponencialmente mejor. Pero le duró un poco. Exactamente, un tiempo…
En primer lugar, dejó atrás la línea de cinco que pocas garantías le daba, tanto para atacar como para defender, y regresó al 4-3-3 que le funcionó en la Leagues Cup, pero con tres nuevos intérpretes: Sergio Gómez (ganó la titularidad con la baja de Benjamín Cremaschi), Julian Gressel (proveniente de LAFC) y Luis Suárez. Martino no negoció las formas: la tenencia de la pelota como medio para crear oportunidades y la presión constante con el objetivo de no darle lugar al rival. No obstante, dio la sensación de que el Inter se sintió más cómodo atacando los espacios que estacionando el micro en campo contrario. Y así lastimó.
Había avisado con un tiro libre de Leo, un remate rasante de Lucho y un disparo esquinado de Diego Gómez. Pero fue Robert Taylor quien, después de una combinación espectacular con el 10, venció la valla defendida por Zac MacMath. En la segunda mitad, la imprecisión de los Monarcas y las buenas intervenciones de Drake Callender evitaron el 1-1. Imperdonable ante un equipo con semejante jerarquía que, en un abrir y cerrar de ojos, liquida el partido: Diego Gómez, tras una buena conducción de Leo en el contragolpe, sentenció el 2-0.
Ni era el peor de los EE.UU. con el 0-6 en Riad, ni ahora es el mejor por haber ganado en su debut ante el modesto Salt Lake. Es un equipo en construcción. Un Inter que, si bien repite ideas y movimientos, debe adaptarse a jugar con la dupla Leo-Lucho en el frente de ataque y a encontrar en Gressel ese eslabón que una futbolistas. En definitiva, es difícil creer que un equipo conformado por Messi, Suárez, Busquets y Alba no sea protagonista en una MLS cuyo campeón vigente es el Columbus Crew de Diego Rossi y Chucho Hernández. Pero no les alcanzará con la chapa de superestrellas para festejar: es el primero de los 34 pasos que tendrán que dar en el camino hacia la gloria. Aquella por la que Messi sigue luchando.