Francia: Personalidades convocaron a una marcha en París contra la guerra en Gaza
Unas 500 personalidades del mundo cultural francés, incluyendo a las actrices Isabelle Adjani y Elsa Zylberstein, convocaron este lunes a una “marcha silenciosa” y pacífica el domingo en París para pedir la paz en Gaza.
“Estamos organizando una marcha silenciosa, solidaria, humanista y pacífica que comenzará con una única y larga pancarta blanca. Sin reivindicaciones políticas ni consignas. Se dan la bienvenida a banderas blancas y pañuelos blancos”, escribió en un comunicado un colectivo llamado “Une autre voix” (Otra voz), presidido por la actriz Lubna Azabal, informó la agencia de noticias AFP.
Los organizadores piden que la “guerra fratricida” entre palestinos e israelíes que se desató tras los ataques de Hamas el 7 de octubre en Israel “cese de inmediato”.
La capital francesa fue escenario el domingo de una gran manifestación contra el antisemitismo con decenas de miles de personas. En total, más de 180.000 personas salieron a la calle en toda Francia.
Francia, que acoge la mayor comunidad judía de Europa, informó de más de 1.000 actos antisemitas tras los bombardeos de Israel en Gaza en respuesta al ataque de Hamas en su territorio de principios del mes pasado.
“Esta guerra fratricida nos afecta a todos, sin importar nuestras razones o afinidades de un lado u otro del muro, deseamos que cese de inmediato y que ambos pueblos puedan finalmente vivir en paz”, expresó el colectivo. Este desfile partirá del Instituto del Mundo Árabe y pasará por el Museo de Arte e Historia del Judaísmo, en el centro de París.
“Lamentamos las palabras ‘elección’ y ‘clan’ que nos imponen. Frente a esta orden de elegir un bando para odiar, es urgente hacer oír otra voz: la de la unión”, afirmó.
En el ataque del 7 de octubre, miembros de Hamas desde Gaza mataron a unas 1.200 personas en Israel y se llevaron consigo a otras 240 como rehenes, entre ellos una veintena de argentinos. Además, 40 franceses murieron en el ataque de Hamas, y algunos seguirían como rehenes.
A cada recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente, Francia, donde viven también millones de musulmanes, se convierte en una caja de resonancia de la tensión.