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Newells en su visita a Platense logró un empate con sabor a poco

Newells rendía otra vez examen de visitante, enfrente tenia a un Platense que venia con 5 partidos sin derrotas, urgido por la necesidad de sumar puntos para escaparle a la zona del descenso. Para el equipo de Heinze el cotejo es de suma trascendencia porque implica su resultado tanto como la continuidad o el fin de un ciclo, que al cumplirse un año de la llegada del entrenador casi nada tiene para mostrar de positivo.

El primer tiempo fue en su totalidad un partido que desafió la tolerancia de los hinchas que se llegaron a Vicente López y los muchos que lo siguieron desde Rosario por televisión. Poco y casi nada para resaltar, del lado de la lepra solo un pelotazo largo de Ortiz que bajó Panchito González y su remate fue buen contenido por Macagno.

Platense tampoco supo como imponer su ritmo al cotejo y el conjunto dirigido por Palermo careció de peso ofensivo y quedo su andar en simples insinuaciones que no obligaron a Hoyos a ninguna acción providencial. El final de la etapa trajo alivio a los espectadores y obligaba a ambos equipos a tener que mejorar de cara a la segunda parte.

El complemento no fue mejor que la primera parte, Newells a los 5’ dispuso de quizás la última jugada de peligro sobre el arco de Macagno cuando un buen centro de Méndez encontró la cabeza de Recalde pero el paraguayo no le pudo dar destino cierto a la pelota y esta se fue cerca del palo del golero calamar.

El resto del partido fue para intercambiar errores, malas praxis al momento de manejar la pelota, tanto Platense como Newells brindaron un espectáculo totalmente olvidable. Sobre el final amenazaron algo cuando Ferreira no pudo definir bien dentro del área Calamar y en la contra casi lo define el local después de un rebote que dio Hoyos tras un remate de Franco Díaz y luego Servetto la tiro afuera desde inmejorable posición.

Newells empató en su visita a Vicente López y es una cosecha pobre teniendo en cuenta el magro presente y las necesidades de la lepra de sumar de a tres. Otra vez el equipo de Heinze deja una pobre imagen, un equipo que no puede levantar su rendimiento. Se acortan los plazos y el rojinegro esta quedando afuera de toda competencia nacional e internacional, muy lejos de toda expectativa generada al comienzo de un ciclo que por ahora para el hincha solo tiene gusto a desencanto.

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