Massa, el “Ave Fénix” del peronismo
“Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo, estoy aquí, resucitando” – Mercedes Sosa
“Al peronismo nunca lo den por muerto”, la frase acunada en la propia génesis del justicialismo cobró una inusitada dimensión en la noche de este domingo de elecciones generales. En la previa de esta primera vuelta un sentimiento de incertidumbre atravesó a cada uno de los espacios con posibilidades de entrar al “anunciado balotaje”. Nadie en su sano juicio fue capaz de deslizar y mucho menos confirmar algún tipo de pronóstico certero para esta contienda.
La paridad de los sufragios en las PASO de agosto se rompió en estas generales, con una remontada impensada del peronismo que dio vuelta totalmente la performance electoral de las primarias en muchísimos distritos del país, con un claro epicentro en la provincia de Buenos Aires donde Axel Kiciloff fue la indiscutida estrella del éxito de Unión por la Patria sacandole casi 20 puntos a sus adversarios.
“La historia la escriben los que ganan”, cantaría Litto Nebbia y Sergio Massa empezó a escribir con trazo firme la suya cuándo levantó el guante y decidió ser el ministro de Economía en un escenario devastado por una fuerte crisis económico social y con un descontento de la sociedad que no dejaba margen al oficialismo para poder acunar ninguna mínima expectativa.
El ex intendente de Tigre supo resurgir desde las cenizas de un gobierno nacional que no le entregó demasiadas herramientas para esperanzarse, allí fue un hábil titiritero para mover con acierto los hilos de su campaña y así generar las condiciones para este resultado que lo coloca en una inmejorable posición de cara al balotaje. Massa es dueño de su propio destino y es lo mejor que hoy le puede pasar al funcionario nacional.
Massa hizo una correcta lectura de las necesidades de los argentinos para tomar medidas que trajeran alivio a la gente, la quita del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores y la devolución del Iva en las compras de los productos de la canasta básica fueron recibidas con beneplácito en la sociedad y esas razones son las que empujó al electorado al viraje en su intención de voto. De las PASO a las generales, el candidato de UxP recuperó nada más y nada menos que10 puntos. “Milagros inesperados” sería la película que próximamente se estrenará en los mejores cines de la política doméstica…
Pero en todo este relato mucho tuvo que ver también los errores de los oponentes, porque tanto Javier Milei como Patricia Bullrich se esforzaron para generar rechazo en la ciudadanía. Las “formas” a veces pasan factura, el economista detonó todos los puentes con el sentido común, amenazó con dinamitar los derechos laborales, hasta se enojó con el Papa Francisco y sobretodo, desconoció las básicas normas de convivencia institucional en Argentina.
La presidenta del PRO, por su parte, hizo “abuso” desmedido de los “favores” de la grieta y no le redituó para nada su recurrente arenga que apuntaba solamente a “exterminar” al kirchnerismo. La gente dio una clara muestra este domingo que, no solo está cansada de las disputas inconducentes sino también, de las propuestas extremistas de los candidatos y obró en consecuencia al momento de introducir el voto dentro de la urna.
Barajar y dar de nuevo, mañana comienza una nueva etapa para las dos opciones que llegarán al balotaje del 19 de noviembre y se empezará a conjeturar cual será el destino de los votos que acompañaron a Patricia Bullrich, Schiaretti y Bregman. Queda mucho terreno por delante para recorrer, tanto Massa como Milei comenzarán desde mañana sus operativos para lograr seducir a los electores que quedaron sin representación para la gran final. La histórica noche electoral de este 22 de octubre dejó dos señales inequívocas, la primera, que se empezó a consumar el “principio del fin de la grieta” y la más importante, Sergio Massa se recibió del “Ave Fénix” del peronismo y ese niño que soñaba con ser presidente está cerca de hacer realidad ese deseo.
El general Juan Domingo Perón estableció alguna vez como una exigencia “sin equanon” para ser un gobernante que “para conducir a un pueblo, la primera condición es que uno haya salido del pueblo; que sienta y piense como el pueblo”, y este hijo de inmigrantes italianos cumple al pie de la letra con ese requisito y en esas formas simples de actuar para un ciudadano común en la política quizás descansen las verdaderas razones que puedan llegar justificar el resultado electoral de este día domingo.