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Una de cada cinco pymes del sector primario es liderada por mujeres rurales

Las mujeres rurales desempeñan un papel destacado en el sector agrícola argentino, ya que en el sector primario, 1 de cada 5pymes es dirigida por mujeres que están al frente de sus establecimientos productivos, según relevamientos oficiales.

Además, en la Argentina las mujeres desempeñan un papel fundamental en la producción de alimentos, ya que son responsables del 50% de la fuerza laboral en este sector.

En términos de liderazgo, 1 de cada 5 pequeñas y medianas empresas es dirigida por mujeres, de acuerdo a un informe del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

“Las mujeres representan el 50% de la fuerza laboral en la producción de alimentos. Sin embargo, en cuanto al liderazgo femenino en el sector primario, 1 de cada 5 pymes está a cargo de mujeres, lo que representan 22 mil mujeres que están al frente de sus establecimientos productivos en todo el país”, según datos de la Subsecretaría de Fortalecimiento Productivo y Sustentable para Pequeños y Medianos Productores Agroalimentarios.

En este escenario y con el objetivo de fortalecer los distintos proyectos productivos, en 2020 se puso en marcha el Programa Mujeres Produciendo Alimentos, con el que se busca fortalecer y fomentar el crecimiento de las unidades productivas de mujeres y diversidades, en especial las pequeñas y medianas productoras agroalimentarias.

(S)Mujeres produciendo alimentos)S)La iniciativa se enfoca en dos sectores fundamentales: por un lado a personas individuales, en especial a mujeres y miembros del colectivo LGBTIQ+ y diversas identidades mayores de 18 años, que cuenten con experiencia en el ámbito productivo.

Por otro parte, también apunta a entidades como cooperativas, organizaciones, municipios y universidades, así como a las agropymes, siempre y cuando estas últimas tengan al menos el 51 % del capital social en manos de mujeres y/o miembros de diversidades de género.

En este sentido, este tipo de política representa un aporte a mejorar la competitividad y condiciones de igualdad de las pequeñas y medianas productoras en el sector agroalimentario ya que a través de Aportes No Reembolsables, el Estado fortalece unidades productivas a cargo de mujeres.

“Este programa es parte de las políticas públicas que está a favor de la igualdad de oportunidades para las mujeres de manera federal e inclusiva, apuntando a visibilizar y apoyar económicamente a las mujeres del sector que producen materias primas, crean valor, empleo y con su trabajo achican las brechas de género en todo el país”, sostienen referentes de la Secretaría.

En relación al destino de los Aportes No Reembolsables (ANRs), el objetivo principal es fomentar económicamente la creación, ampliación o mejora de la capacidad de producción de alimentos agrícolas y su provisión, logística y comercialización.

No obstante, a pesar de la implementación de este programa y de diferentes políticas públicas, las mujeres rurales continúan enfrentando desafíos significativos debido a que su presencia suele ser invisibilizadas a pesar de explicar el 50% de la producción alimentaria agrícola.

Con el objetivo de abordar esta problemática, el Estado -a través del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)- trabajan de manera transversal diversas políticas públicas de género en el país.

Un ejemplo es la plataforma de género que forma parte de la cartera programática del INTA que conforma espacios de transvalidad dentro de la institución y hacia el territorio

A partir de conformar espacios de articulación con socios estratégicos abordan las distintas problemáticas de las mujeres rurales que son las más invisibilizadas en el campo.

“Si hay una problemática de violencia de género nosotros como institución vinculamos el caso con las áreas del gobierno o las áreas de los gobiernos locales o las organizaciones que tienen esa especificidad de abordar esas problemáticas” señaló en diálogo con Télam Patricia Bustos, coordinadora la Plataforma de Géneros, Infancias y Adolescencias del INTA.

Bustos dijo que existen distintas áreas en el INTA, como la Dirección Nacional de Extensión y Transferencia a cargo de Marilú Aradas, donde se financian proyectos con la Fundación Argentina.

“Hacemos asistencia técnica y a través de esta fundación vinculamos a las mujeres con organizaciones que son fuentes de financiamiento y otorgan créditos y subsidios, lo que se llama capital semillas”, detalló.

Actualmente, más de 200 proyectos a nivel nacional tienen este tipo de subsidios que son pequeños capitales que también sirven para comprar insumos o alguna maquinaria, que impulse proyectos productivos de mujeres.

Asimismo, la referente del INTA detalló que el 93% de las personas que conforman la institución en el país -alrededor de 7000 agentes- se capacitan por medio de la ley Micaela.

“Esa es otra política que tiene que ver con género y que indirectamente impacta en nuestro trabajo de territorio. Todos los miembros intervenimos en los territorios de alguna forma y esta capacitación sirve como anteojos de género que nos permite conocer las distintas realidades de las mujeres rurales”, completó Bustos.

Fuente: Télam

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