Australia movilizó a favor del referéndum que protege los pueblos originarios
Miles de personas se movilizaron este domingo en Australia para pedir la consagración en la Constitución de los pueblos indígenas del país antes de un referéndum sobre la cuestión en el que los sondeos pronostican un triunfo del “No”.
Si se aprobara la consulta del 14 de octubre, los pueblos originarios quedarían reconocidos en la Constitución y se crearía un organismo asesor para brindar acompañamiento y orientación en el Parlamento sobre las políticas que les atañen.
Más de 200 años después de la colonización británica y la posterior persecución de los aborígenes, estas poblaciones son más propensas a ser pobres, infraeducadas, enfermas o encarceladas, según estudios.
Los partidarios del “Sí”, que según las encuestas son una minoría, consideran que la reforma podría remediar las desigualdades a las que se enfrentan desde hace varios siglos.
Los partidarios del “No”, sin embargo, critican una reforma que, según ellos, está pensada y elaborada por políticos de la ciudad sin conocimiento de las comunidades aborígenes remotas.
La manifestación de este domingo de cara al referéndum, bautizada “Caminata por el Sí”, comenzó en un parque de la ciudad de Sydney, con miles de manifestantes que cantaban la canción “You’re the voice”, de John Farnham, usada por los grupos que apoyan el cambio.
Una fuente de la Policía dijo al diario Sydney Morning Herald que había entre 12.000 y 15.000 personas.
El grupo activista Yes23 estimó que hubo unas 30.000 sólo en Sydney.
Sobre la reforma
La reforma constitucional supondría que los aborígenes australianos, cuyos ancestros llevan viviendo en el país al menos 60.000 años, sean reconocidos por primera vez en la Carta Magna, que solo puede ser cambiada por referéndum.
Se estima que los integrantes de pueblos indígenas representan el 3,8% de la población australiana, es decir, unas 900.000 personas de las 25 millones que habitan el país más grande de Oceanía.
El organismo que la consulta propone crear, la Voz de los Aborígenes, ofrecería asesoramiento gubernamental respecto a las cuestiones que involucran a los australianos de las las llamadas Primeras Naciones.
El Gobierno podrá consultarlo a la hora de adoptar medidas y poner en marcha proyectos de ley que puedan afectar a estas comunidades, pero el organismo no tendrá potestad para tomar decisiones sobre financiación ni podría vetar resoluciones o leyes.
El primer ministro Anthony Albanese, que apoya el “sí” en el referéndum, sostiene que se trata de una cuestión identitaria.
“Va sobre nuestra identidad como nación”, dijo Albanese, del Partido Laborista, luego de que el Parlamento australiano aprobara convocar el referéndum, a principios de año.
Sobre las manifestaciones
En la marcha en Sydney, la multitud estaba formada por personas de todas las edades, tanto indígenas como no indígenas, y muchas llevaban remeras con la palabra “Sí”.
Varios voluntarios, además, entregaban protector solar y agua a los manifestantes que se desplazaban, algunos con sombreros, bajo el sol y con 30° C de temperatura.
Una vocera de Yes23, Rachel Perkins, dijo en el acto que coronó la concentración que el voto por el “Sí” representaría “el mayor reconocimiento del país que jamás haya hecho esta nación”.
La marcha en Brisbane, la tercera ciudad más grande de Australia, congregó a aproximadamente 20.000 personas, según Yes23.
También hubo manifestaciones en Melbourne, Perth, Hobart, Canberra, Darwin y Newcastle.
En Estados Unidos, una multitud de personas indígenas se reunió también sobre el Puente de Brooklyn de Nueva York a favor del “Sí” en el referéndum.
Esta serie de manifestaciones se da después de que los resultados de los últimos sondeos, dados a conocer la semana pasada, augurasen la derrota del movimiento “Voz al Parlamento”.
Para modificar la Constitución, la propuesta requeriría en el referendo una mayoría nacional favorable y mayorías en al menos cuatro de los seis estados de Australia.
Desde la independencia australiana en 1901, sólo se aprobaron ocho de 44 propuestas de cambios constitucionales.