Las PASO en Santa Fe, modelo 2023: “Alea jacta est”
“Alea jacta est”, “la suerte está echada”, una frase que se le atribuye a Julio César y la habría usado momentos después de cruzar el río Rubicón con sus legiones, un hecho que conllevaba para su vida grandes riesgos porque a ningún general le estaba permitido hacerlo con su ejército en armas porque era considerado un acto de traición a Roma.
La elección en Santa Fe entró en un tramo final de definiciones, la enorme parafernalia de campaña que invadió cada rincón de la provincia, con epicentros en los principales centros urbanos, solo persiguió la inocultable intención de lograr algo de empatía y atención de parte del electorado, misión casi imposible debido a un contexto social que se muestra enemistado con la dirigencia política. Razones le sobran para su enojo. “Chocolate por la noticia” hubiera dicho mi abuela.
La cuenta regresiva transitó inmersa en discrepancias puntuales, principalmente las que acontecieron en el seno del frente opositor “Unidos para Cambiar Santa Fe”, en donde la Senadora Nacional Carolina Losada, por lo visto, está decidida a ir hasta las últimas consecuencias en la disputa que tiene con Maximiliano Pullaro, buscando siempre diferenciarse de las formas y métodos con los cuales se ha conducido en la política, su adversario en la contienda interna.
Las encuestas, siempre han sido referencias lógicas en tiempos normales de campaña, aunque hoy se han convertido – por propias falencias y por cierta picardía y travesura del santafesino al momento de contestarle al encuestador sobre sus preferencias electorales- en un objeto devaluado, tanto o casi, como el peso argentino. Ergo – ante tan fatídica comparación – es conveniente no creer demasiado en los sondeos que circularon por doquier en los instantes previos a la veda. “El que se quema con leche ve una vaca y llora”, ejemplos sobran y no digan que no les avise…
“Nadie tiene comprada una victoria”, aquel que se anime a ungirse como ganador anticipado puede pecar de una temeridad no aconsejable para estos particulares momentos, sobretodo en un acto electoral con pronóstico reservado. Aquellos que se envalentonaron ante la posibilidad de una inminente victoria, hay que anoticiarlos que la misma ya no es tal, porque el electorado hará sentir como nunca este domingo su enojo con la clase política toda, y nadie podrá escapar a su duro escarnio. “El que este libre de pecado que tire la primera piedra…”.Obviamente la inscripción para ese concurso vuelve a quedar, irremediablemente vacante.
La distancia en los guarismos previos entre Maximiliano Pullaro y Carolina Losada se licuaron últimamente, hasta llegar a un estado de “empate técnico”. Las ventajas que exhibían con orgullo los partidarios del diputado provincial en cuanta red social estaban a su alcance ya no son tales, por lo cual ahora las actitudes en dicho espacio han virado hacia la cautela y aunque no lo confiesen, una cierta preocupación.
Mientras tanto, en el sector de la legisladora nacional ahora reina el optimismo, el apoyo de Patricia Bullrich con un par de visitas a Rosario, la bendición de Mauricio Macri a su candidatura y la inclaudicable decisión que sus convicciones y principios no son negociables para marcar un irreversible contrapunto con el líder de Evolución hicieron que creciera el apoyo hacia su persona. Una frase emblemática del mundo del turf reza que: “caballo que alcanza, quiere ganar” , veremos como termina toda esta historia.
Mónica Fein también compite, no hay que olvidarse de eso, pero las luces de las marquesinas y el recorrido de los hechos la ubican en una posición desventajosa. El Socialismo aparece muy relegado en el terreno de las expectativas, como si fuera un convidado de piedra a una fiesta a la que fue invitado a último momento. El tiempo y los sufragios de este domingo echaran un manto de claridad a su presente y develara si la participación del “partido de la rosa en la interna” ha sido solo testimonial o competitiva. Falta muy poco para saber de que lado caerá la taba y las consecuencias que eso podrá generar en la fuerza en su futuro inmediato.
En Rosario Pablo Javkin regresó al mundo competitivo, tiempo atrás parecía desigual su enfrentamiento con el periodista Miguel Tessandori, pero, como en los tiempos de grullas y de David contra Goliat, el actual mandatario municipal emparejó él tablero y hoy disfruta de un nuevo renacer de sus posibilidades. Todo está encaminado para que como lo hizo, en la interna del 2019 contra el Socialismo, el dirigente radical, cuál ave Fénix, salga victorioso de esta contienda. “Puede fallar” hubiera dicho Tusan, pero no creemos que este sea precisamente el caso.
En el peronismo, la cuestión viene más previsible, Marcelo Lewandowski tiene la proa ya puesta hacia las generales, el resultado de la interna del PJ suena como un triunfo demasiado anunciado. La preocupación que sobrevuela el presente del PJ santafesino pasa por saber que caudal electoral contará “Juntos Avancemos” en las PASO. La situación ideal que añoran los estrategas de la fuerza es que “la suma de las partes” no quede demasiado lejos del “todo” que recaude en las urnas el frente opositor en la provincia.
Advierten ellos con cierto optimismo que, si la diferencia de votos es menor al acompañamiento que obtenga Mónica Fein en la interna de Unidos, se podrán sentir más que satisfechos. La fé es lo último que se pierde y desde el PJ se esfuerzan en recordarle al electorado de la provincia aquella sentencia que atravesó la historia del partido: “nunca al peronismo hay que darlo por muerto”. “Quien quiere oír que oiga” cantaría Litto Nebbia.
“Ojo al piojo” en la interna peronista en Rosario, todos los que apostaban a una rotunda victoria de Roberto Sukerman, ya no derraman tanta confianza. La situación paso de “es un trámite” a un “no vaya a ser qué”, en referencia al exponencial crecimiento que ha tenido la figura de Juan Monteverde en el escenario local. No son pocos los que hoy colocan sus fichas al casillero del líder de Ciudad Futura, lo que le otorgó un tinte de incertidumbre al enfrentamiento electoral. “Será una elección rara y en esa rareza cualquiera puede ganarle a cualquiera”, avisaba a este medio un reconocido dirigente del PJ rosarino con varias batallas electorales encima.
La categoría que pinta más atractiva es diputados provinciales, con muchos nombres propios, allí emerge como favorito el actual gobernador Omar Perotti, no solo para la interna sino para las generales, los pasados éxitos en el rubro de salientes ex gobernadores como Bonfatti y Lifschitz refuerzan esa premisa. En Unidos para Cambiar Santa Fe, la cosa viene mas pareja con una disputa particular que atrapará la atención: Antonio Bonfatti vs Clara García, el ex mandatario busca revancha al “me quisieron jubilar”, un enojo que hizo público en alusión a las actitudes que tuvieron las dos referentes del espacio (Fein-García) con su persona por haberlo dejado a un lado en las decisiones importantes que tomó el partido en la previa de los acuerdos y las candidaturas.
Mañana domingo será el día donde los espacios tendrán a sus representantes definitivos para las generales, el pasado reciente de campaña nos advierte que sea cuál sea el resultado, quedarán secuelas, sobretodo en el frente opositor porque la dura interna entre Losada y Pullaro no es gratis, dejará heridos y será muy importante saber cómo los partidos capitalizarán o no ese hecho con sus dispuestas ambulancias. “La suerte está echada”, una realidad que atraviesa crudamente la vida de candidatos de las PASO santafesinas por estas horas, porque como nunca nada depende de ellos. Por mal que les pese a sus egos quedarán en manos del soberano pueblo que con su voto determinará el rol protagónico que cumplirán en toda esta película.
“Ojalá ganen los buenos”, los santafesinos más que nunca necesitan que así sea