Cómo sigue el proceso judicial de la azafata de Aerolíneas Argentinas tras su despido
Este martes el juez federal N° 2 de Lomas de Zamora, Federico Villena, deberá resolver la situación procesal de la azafata de Aerolíneas Argentinas detenida por la amenaza de bomba.
Esto se debe a que este martes 13 vence el plazo de los 10 días hábiles de detención tras su declaración indagatoria. Ahora, el fiscal decidirá si procesa a Daniela Carbone y si le concede la prisión preventiva.
A pesar de que las pruebas son elocuentes en su contra, Villena podría dictarle la prisión preventiva pero no trasladarla a la cárcel, si no darle el beneficio de la domiciliaria.
“Cometió una serie de torpezas que marcan que no se trató de un estado de emoción violenta. Ella conocía el daño que el mensaje de audio enviado iba a generar y midió las consecuencias de su actuación”, manifestaron fuentes judiciales.
La azafata está imputada por los delitos de “coacción agravada”, “intimidación pública” y “entorpecimiento de servicio público”. En estos momentos está detenida en un calabozo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) de Ezeiza.
El lunes 12 de junio Aerolíneas Argentinas decidió despedir a Carbone después de 24 años de servicio bajo la tipificación de “despido causado”.
Según la empresa, se le comunicó a la azafata por telegrama que “la empresa ha corroborado con creces su participación directa / indirectamente (involucrando a su hija en ello) en la referida amenaza de bomba, la cual causó severos perjuicios económicos y reputacionales a la empresa, además del mal momento que le hizo pasar a pasajeros y a la tripulación presente (causándole también daños por pérdidas de combinaciones o por las demoras ocasionadas)”.
A causa de la amenaza, el vuelo AR1304 Ezeiza-Miami que llevaba a 270 pasajeros y 12 tripulantes y tenía prevista su salida a las 7.35 de la mañana del domingo 21 de mayo, se demoró varias horas, pues se hizo la evacuación por el protocolo de seguridad hasta que se detectó que la amenaza era falsa.
El incidente derivó en que el vuelo se demore en total siete horas y que la aerolínea tenga que afrontar una cifra cercana a el millón de dólares en gastos.
La investigación y lo declarado por la propia azafata es que actuó por despecho ya que en dicho vuelo viajaba su ex pareja rumbo a Miami.