Nos están llevando a una destrucción del ambiente que cada vez se hace más compleja revertir
En el marco del Día Mundial del Agua es importante buscar un momento de reflexión acerca del uso de nuestros recursos naturales y el cuidado del ambiente.
Estamos viviendo una crisis ambiental. Ésta se manifiesta en los cambios de temperatura, en las grandes sequías, en las inundaciones, entra tantas otras consecuencias que trae aparejada.
La desprotección desmedida que se hace del ambiente para favorecer proyectos inmobiliarios, económicos y agropecuarios nos están llevando a una destrucción del ambiente que cada vez se hace más compleja revertir.
Una situación así exige con urgencia políticas públicas acordes, que pongan la prioridad en la vida humana y no en los negocios. Vicente López viene sufriendo las consecuencias de políticas municipales sin cuidado ambiental.
Las exenciones aprobadas durante las gestiones de Jorge Macri y Soledad Martínez para grandes construcciones inmobiliarias, no sólo destruyen la identidad barrial sino que se hacen a expensas de los impactos ambientales y al ecosistema.
A su vez, tenemos un municipio con acceso al río, con humedales y muy rico en biodiversidad. Sin embargo, se ven constantemente amenazados. En algunos casos por construcciones sobre los propios espacios, otras veces por no darles el cuidado que se requiere.
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Mientras la intendenta hace campaña de “Vicente López verde”, los vecinos y vecinas se organizan para limpiar la costa, para frenar las construcciones, para declarar reservas a los espacios naturales y que, por ende, se les brinde otro cuidado desde el municipio.
Las políticas de cuidado ambiental tienen que ser reales y no eslóganes de campaña.
Podemos hacer de Vicente López una ciudad sostenible que haga frente a los efectos adversos del cambio climático.
Una ciudad donde la vida de los vecinos y las vecinas esté en el centro, donde el desarrollo venga atado a un uso razonable de los recursos naturales, donde se preserve el espacio público y se cumpla con las recomendaciones de espacio verde por habitante que indica la Organización Mundial de la Salud.
Una ciudad con igualdad de derechos, educación ambiental y consumo responsable. Sólo hace falta decisión política.
Fuente: NA